Sicheng los esperaba en la puerta del hotel con brazos cruzados.
- Llegaste temprano – señaló Jaemin.
- Hice que el idiota me trajera –
- Trátalo mejor, ¿quieres? – defendió Jeno – no es su culpa lo que pasó –
El mayor lo miró extrañado y les extendió una mano para cederles el paso.
Entraron a la recepción y se dirigieron al gran escritorio.
- Al pent house – dijo Jaemin a la recepcionista.
- ¿Perdón? – rió – no sé si esperan que... -
El menor se apoyó en la superficie para acercarse a ella, haciendo contacto visual.
De pronto, la pupila de sus ojos se volvió un rosa brillante y asintió torpemente.
- Aquí tiene – dijo extendiéndole una llave – llámame –
El dios bufó y tomó la tarjeta para alejarse de ella.
- Eso fue pan comido – murmuró Jeno - ¿siempre la tienes tan fácil? –
- ¿Tú no? –
- Nadie lo hace – se quejó Sicheng.
- Supongo que soy sólo yo – oprimió el botón del elevador – toma – dijo extendiéndole la tarjeta a Jeno.
- ¿Qué? –
- No quiero ser yo quien irrumpa en su hogar. No quiero ni siquiera hablar con él –
- Entonces que lo haga Sicheng –
El mayor rodó los ojos y le arrebató el objeto de la mano.
- No es como que vaya a hacernos daño –
- Pero nadie quiere lidiar con él – aclaró Jeno – sólo pídele que nos lleve donde... -
- Hades, ya lo sé –
Subieron en silencio hasta el piso principal y bajaron justo delante de su puerta.
Sicheng avanzó decidido y deslizó la llave para tener acceso.
Abrió la puerta con cuidado y la primer palabra que encontraron para describir lo que veían, era "lujo".
La habitación que los recibía era espaciosa, decorada con colores cálidos, un gran ventanal a un costado que mostraba lo más bonito de la ciudad, y otro al final que daba entrada a una terraza privada con jardín.
Se adentraron un poco más, encontrando una pequeña cocina y un comedor, también vacíos, así como lo poco que lograban divisar del baño.
- Veo que llamar no es lo suyo – dijo su objetivo saliendo de la habitación principal, abrochándose la camisa.
- ¿Qué hay? – saludó el mayor.
- No mucho – peino su cabello húmedo con los dedos - ¿qué los trae por aquí? Escuché lo que les sucedió –
- No nos culpes –
- No lo hago. Son errores que ocurren todo el tiempo – asintió – ¿qué necesitan que haga por ustedes? –
- Sólo llévanos donde Hades – pidió Jeno – él sabrá que hacer –
- Honestamente, no sé qué es lo que les hace pensar que Renjun va a ayudarles –
- Sólo hazlo. Nosotros vamos a tratar de convencerlo – insistió.
El mensajero pareció considerarlo, luego se encogió de hombros.
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The month
FanfictionEl amor de las flechas de Cupido (Eros, en los peores casos) duraba solamente un mes en el tiempo humano. Si te quieres deshacer de una persona, eso está perfecto. El problema es cuando no quieres hacerlo. A causa de la gracia accidental de Sichen...