10. Mi Buenos Aires querida

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Because maybe

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Because maybe

You're gonna be the one that saves me

And after all

You're my wonderwall

Wonderwall - Oasis

Llegamos al aeropuerto con lo justo

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Llegamos al aeropuerto con lo justo. Tomás y el resto de la tripulación nos observan de arriba abajo con cierto grado de disconformidad, pero no atinan a criticar nuestra tardanza. Luján quiere partirme la cabeza de un botellazo, pero yo solo puedo reírme por el acto lujurioso y extremadamente placentero de autosatisfacción que me dediqué con gusto.

Una vez más, Martín ha logrado con poco tirar atrás mis demonios para que me pueda concentrar en el presente, y mejor aún, en el futuro. Estoy cansada de rebuscar en el pasado. Tras casi veinticuatro horas de haber estado tirado en la cama llorando y pataleando, el celular nuevo con la foto y ese momento de espontaneidad eran todo lo que necesitaba para volver a ser la Pamela que me gusta ser. No olvidando el dolor, claro que no, solo lo emparchamos.

A veces es mejor adornarse del placer de los momentos mundanos y no inundarse en la desgracia de un corazón vacío o en la tempestad de una mente con daño irreparable.

Noto la ausencia de Martín en el vuelo de regreso a Buenos Aires. Es increíble lo dependiente que me estoy haciendo a su mera existencia. No me preocupa, porque lo estoy gozando a tope. Me hace sentir que todo lo puedo otra vez, y me obliga a volver a creer en el amor. Inspira.

Luján tiene otra visión del asunto. Mi amiga se cruza de brazos antes de arremeter:

—¿Por qué tanta obsesión? Espero que no estés llevando este fetiche sexual demasiado lejos —comenta cuando tenemos la oportunidad de reunirnos en el fondo del avión, percatándonos de que ningún pasajero requiere de nuestra ayuda.

—¿Fetiche sexual? —replico dando un sacudón contra el cesto de basura, para que vea lo mucho que me molesta que use ese término para referirse a Martín—. ¿Tanto te cuesta creer que un hombre se puede enamorar de verdad?

El hombre de los mil vuelos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora