Quema mi fotos no es justo que siga en tu vida
Pierde a mi sombra si vuelve a seguirte otra vez
Ciérrame todas las puertas que cuando me fui se quedaron abiertas
Que yo no merezco volver
No intentes perdonarme
Nunca te quise bien
No intentes perdonarme
Que yo no me perdoné
Yo no merezco volver - Morat
Prestar especial atención a la letra de esta canción, quizás refleja mucho más de los sentimientos de uno de los personajes de lo que piensan...
—¿Por qué no estás diciéndome que lo del programa espía es una locura? ¿Por qué no lo niegas, y le cuentas a Luján que es una acusación errónea? —insisto al notar el rostro estupefacto de Martín.
—Pame, por favor. Detén la grabación.
Los ojos desorbitados del hombre de los mil vuelos me abruman. Quiero pensar que está jugando conmigo, porque mi mundo se caerá a pedazos. Termino de grabar el audio y el mensaje se envía, pero eso es lo que menos me importa ahora. Arrojo mis brazos con furia y exijo una respuesta con mis cejas fruncidas y la mirada fija sobre el señor Velasco.
Antes de contestar, revolea su cabeza para ambos costados, dubitativo de su accionar. Luego, una nunca antes vista firmeza lo amolda con perfección:
—No voy a mentirte. He instalado un programa.
Un fuerte pesar arruina toda mi felicidad espontánea. Mis hombros caen temblorosos y mis piernas empiezan a fallar, porque literalmente estoy perdiendo el equilibrio al darme cuenta que Martín atentó contra mi privacidad como un acosador perverso. Luján me lo advirtió y yo como una tonta enamorada le grité, creyendo que solo estaba celosa de la persona que había encontrado.
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El hombre de los mil vuelos ©
RomanceHace un mes que Pamela no puede quitarle el ojo a ese hombre apuesto de traje que viaja una y otra vez en el mismo vuelo donde trabaja como azafata. Como empleada de American Airlines, no debería inmiscuirse en la vida privada de sus pasajeros, pero...