Vi a un hombre de espalda a mi, mirando a la montaña. La nieve cae sin cesar. Es alto con una espalda ancha. Tiene un jean negro y una campera de esas muy abrigadas grandes color amarilla. Lleva zapatillas converse y un gorrino de lana negro. No logro ver su cabello pero se puede decir que es marrón.
- Ey - lo llamo pero no responde - Oye- sigue sin responder.
Me acercó lentamente y tocó su hombro. Él suspira y relaja los hombros. Está por voltear cuando...
- ¡¡Auch!!- escuché un grito que viene de mí cuarto.
Me pare de golpe al escuchar y corrí hacia donde provenía el ruido.
Entre a mi habitación y encontré a Caleb arriba de Romeo. No le pegaba ni nada pero estaba arriba de él y pataleaba. Corro hacia ellos y baje a Caleb.
- Cariño ¿qué ocurre? - le pregunte tratando de ocultar mi diversión ante tal imagen.
- ¡Intruso! - grito Caleb apuntando a Romeo quien se incorporó en la cama.
- No es un intruso Cal, es.... - empecé incomoda- un amigo de mamá. Su nombre es Romeo- Cal se rio por su error y se tapó la boca con las manos.
- Perdón ... Romeo - dijo mi hijo un tanto avergonzado e hizo un gesto para que lo baje. Lo baje y se acercó para abrazar a Romeo.
- Esta bien enano- le devolvió el abrazo y cuando Caleb se alejó, Romeo le sacudió su cabello y lo hizo reír.
- ¿te quedarás a desayunar? - le pregunto a Romeo. Esperaba que dijera que no ya que ni siquiera nos conocemos pero extrañamente, quería que dijera que si.
- No debería - empezó diciendo algo inseguro- pero si invitas me quedo - se encogió de hombros. Sonreí nerviosa.
- ¡Que se quede! - grito Caleb sentado en mi cama- me cae bien.
- Si quieres quédate.- le dije a Romeo y el asintió.
- Gracias Sarah- dijo mientras se levantaba de la cama y se estiraba.
Me quede sin respirar cuando lo vi sin camiseta y en bóxers Calvin Klein. Malditos Calvin Klein. Se estiraba y estaba tan sexy. Tenía los abdominales perfectamente marcados y la V abajo también. Dios, no respiro y tampoco dejo de verlo como toda una babosa. Sus brazos, sus piernas y hasta su mandíbula, parecían talladas por los dioses.
- ¿Disfrutando la vista? - me preguntó con una sonrisa arrogante.
Puse los ojos en blanco tratando de ocultar mi nerviosismo y conteste:
- Ya quisieras.
Me di media vuelta y me fui a la cocina a preparar el desayuno.
Ya en la cocina, Caleb se sentó en una butaca con su plato y su vaso. Se asomaba cada tanto al pasillo para ver cuando aparecería Romeo; se estaba cambiando.
Un movimiento a mi espalda me hizo dar vuelta. Romeo se estaba sentando al lado de Caleb. Mi hijo estaba feliz.
- ¿Que día es hoy?- pregunta Caleb.
- Domingo - contesto.
- ¿No tengo colegio?
- Hoy no.
- ¡Super! ¿Vamos a caminar a Hollywood mami?
- No creo que podamos hoy por la hora pero veremos.
- Oh, está bien.
- ¿te gusta la música?- le pregunta Romeo a mi hijo.
- !Si! Estoy aprendiendo a tocar la guitarra.
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Perfecto desastre
Romance+18 Sarah Lee es una música frustrada y madre soltera de tan solo 23 años. Su hijo Caleb, de 5 años, es lo único bueno que le pasó en este último tiempo. Esta totalmente desesperanzada por su desastrosa situación hasta que conoce a Romeo Parker; qui...