Perfecto desastre

¿Y en que te has metido Sarah?

LEER LA NOTA DE ABAJO

Por suerte Caleb se levanto solo de su siesta así que yo no tuve que levantarlo yo misma.

Ahora me encuentro en el auto de Romeo escuchando una canción de YUNGBLUD.

- No conocía a este artista- digo.

- Lo conocí en los Brits el año pasado y empecé a escuchar algunas de sus canciones.

- Debe ser emocionante.

- ¿Que?

- Ir a ese tipo de premios.

- ¿qué sabes? Capaz que en un futuro vayas a uno.

- Pfff ya quisieras.

- Ey, soñar es gratis y muchos sueños de vuelven realidad. Cuánto más los deseas, más los atraes.

- Esperemos que así sea.

El paso la mano sobre la consola de auto y me dio un suave apretón en el muslo para después volver su mano a su lugar. Me quede quieta y sonreí nerviosa. Inspire y exhale. Joder, el escalofrío esta vez se concentró en un punto exacto en vez de recorrer mi cuerpo.

- ¿Estas bien? - me pregunta mirándome de reojo.

- Si, ¿adonde vamos?

- A mi casa.

Era la primera vez que iríamos a su casa. Siempre estábamos en nuestro departamento y nunca me frené a pensar en que nunca fuimos a su casa antes.

- ¿qué traes en ese tupper? - me pregunta señalando a mis manos.

- Hice torta de zanahoria.

- Nunca la probé.

- ¿nunca?

- Nunca.

- Entonces hoy lo harás.

Desde que baje de mi apartamento, no me saqué los lentes de sol. Había estado llorando antes y no quería que Romeo me cuestionara. Cuando lleguemos a su casa, el hinchazón post- llanto ya habrá pasado.

Una vez ya pasado el cartel de Beverly Hills, empecé a ver este increíble barrio. Siempre ame las casas de Beverly Hills.

Noto que Caleb está sorprendentemente callado durante todo el viaje; cuando volteo, lo veo como me lo imaginé: dormido. Sonrió ante tal imagen.

- ¿Como alguien puede dormirse con tanta facilidad? - dice Romeo echándole un vistazo a Cal por el espejo retrovisor.

- Me pregunto exactamente lo mismo. Me cuesta horrores dormirme así que no se de donde lo saco.

- ¿te cuesta dormir?

- Si, desde siempre. ¿A ti?

- Tengo algunos días que logro dormir bien pero también me suele costar muchísimo.

Subimos por la montaña donde se empiezan a divisar las inmensas mansiones.

Frenamos frente a un portón gris oscuro y Romeo saca un control para abrirlo. Al abrirse, una gigantesca casa de dos pisos estilo mediterránea con un poco de estilo moderno apareció en nuestro campo de visión. Me fascinaba este estilo. Avanzó con el auto hasta un garage que estaba a un costado y dejó allí su Audi Q8, lo que alguna vez me explico.

Cargue a Caleb en mis brazos para bajar; trate de levantarlo y fue imposible. Romeo me saco a Caleb de mis brazos y lo cargo el.

- Gracias. - le dije. El sonrió en respuesta.