Papá

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Ya llevábamos en Noruega 5 días y era alucinante.

Nos habíamos quedado a ver las auroras boreales y quede fascinada de este increíble lugar.

Romeo y Calen dicen constantemente que la comida es asombrosa pero yo debo admitir que no estoy comiendo mucho. Esos comentarios negativos marcaron algo dentro mío que no podré sacar en mucho tiempo.

El hotel es gigante y claramente, cuando sales con un millonario, duermes en una suite. Romeo y yo estamos en una habitación de la suite y Caleb en otra.

Hoy con Romeo cumplimos seis meses y en cuatro días es su cumpleaños. Ya tengo el regalo pensado para esa ocasión.

Anoche Romeo recibió una llamada de no sé quién a las 2 de la mañana y se levantó para contestar. Cuando le pregunte quien era, me ignoró así que supongo que no está listo para contarme todavía.

Son las 4 de la mañana. Me levantó de la cama y cruzo la suite para ver si Caleb sigue dormido. Esta dormido profundamente. Fantástico.

Vuelvo en puntapiés a la habitación y me pongo un estupido body de lencería que Kara me obligo a comprar. Nunca pensé que lo usaría hasta ahora.
Es negro y eso es lo único que dire. Ya estoy avergonzada de ponérmelo frente a Romeo.

Me acerque a la cama cerrando la puerta detrás mío lentamente con cerradura.

Romeo dormía de costado estirando el brazo. Sonreí porque buscaba abrazarme y eso me causo más ternura que nunca.

Tome aire y me arme de valentía para realizar lo que estaba por hacer. Una vez lista, me acerque a su lado y le susurre al oído mientras acariciaba su brazo.

- Felices seis meses amor.

Romeo abrió poco a poco los ojos y cuando logró ver mi atuendo, se incorporó. Me observo de arriba a abajo y yo moría de vergüenza.

- Dime que no es un sueño.

Reí por lo bajo.

- No es un sueño.

Me tomo de las caderas y me subió a horcajadas sobre el. Estaba oscuro pero veía sus ojos llenos de deseo.

En esta posición, ya pude sentir que estaba más que listo.

- ¿Sabes que te deseo más que nada en el mundo no?

Negué con la cabeza, incapaz de hablar cuando su mano se coló en mi entrepierna.

- ¿No lo sabías en serio?

Negué de vuelta.

- Oh, entonces ahora haré que te des cuenta.

Siguió acariciando allí abajo hasta hacerme llegar a mi punto máximo. Yo me movía por encima de su bóxer.

Me tumbó a la cama y se subió arriba mío.

- ¿Qué va a querer la mujer de mi vida? - dijo divertido.

- A ti....- recupere el aire - por completo.

El sonrió y sin pensarlo dos veces, entro con una fuerte embestida en mi.

- Aghh- susurre.

- ¿Todo en orden?

- Perfecto.

Eso lo motivó a entrar y salir de mi una y otra vez. Ya cuando nos sentí hinchados, el empezó a acelerar el ritmo hasta llevarnos al otro mundo...

/////

Abrí los ojos y lo primero que vi fue las montañas de Noruega y el mar lleno de nieve. Sonreí. Amaba el frío y la nieve.

Voltee y me pareció raro no ver a Romeo. Generalmente yo era la primera que siempre me despertaba.

Me puse un bata para tapar el body. Va a sonar estupido pero juro que las piernas me quedaron doliendo después del quinto orgasmo así que caminaba lentamente.

Salí de la habitación, y vi que la puerta de Caleb estaba abierta. Me asomé y vi a Caleb tomando el desayuno y Romeo a su lado viendo Spiderman en el televisor.

Romeo tenía su largo y oscuro cabello atado en un rodete. Dios, me encantaba.

- ¿por que parte de la película van?

- Por el final. - contestó atento Caleb.

Romeo se paró y vino hacia mi. Caleb ni se inmutó.

Me sonrió y me beso.

- Por más que quisiera quedarme todo el día aquí, tenemos planes.

- ¿Se puede saber cuáles?

- Hoy esquiamos.

Salte chillando y me detuve cuando mi pequeño dolor se agudizó.

- ¿Todo en orden? - preguntó divertido Romeo.

- Todo está Perfecto. Me voy a cambiar, ¿Caleb ya está listo?

- Sip.

- Asombroso- lo bese - Gracias.

Fui a la habitación y me puse la ropa de nieve. Mi pantalón naranja con la campera a juego y las botas. Ate mi pelo en dos trenzas a los costados me lave la cara y los dientes, y salí.

Cuando salí al living Romeo estaba en el balcón. Y un flashback de mi sueño apareció para volarme la cabeza.

Romeo estaba de espalda a mi, mirando a la montaña. La nieve cae sin cesar. Tiene las mismas características que el del sueño: es alto y de espalda ancha. Tiene puesto el jean negro y la campera amarilla. Lleva las converse y el gorro de lana negro. Su cabello es marrón.

Igual que en mi sueño. La diferencia es que cuando me acercó, el si voltea y es el quien creo que es el amor de mi vida.

- ¿Por que sonríes? - me preguntó.

- Porque te amo.

El me sonrió y me acercó a él para besarme.

- Amo el beso y todo pero entremos porque me heló.- le dije y el río.

- Vamos. - dijo y entramos al centro de la suite. - ¿Enano estás listo? - grito para que Caleb lo escuche.

Caleb salió de su habitación con la campera.

- Ya estoy pero no puedo cerrar la campera papá.- dijo renegando con el cierre.

Romeo se heló en el lugar y yo me sorprendí. Romeo me miró con duda para ver si lo aprobaba y yo solo pude sonreír y asentí. El sonrió y suspiro aliviado. Me gustaba que Cal haya encontrado la confianza de poder llamarlo papá. Es algo que de verdad me emocionaba.

Romeo se acercó con una grande sonrisa y le cerró la campera. Le beso la mejilla ruidosamente y Caleb río.

- Que asco.

Romeo lo volvió a besar y volteo hacia mi:

- ¿vamos? - yo asentí.

Vi que en sus ojos se asomaban lágrimas y se que eran de felicidad y emoción. Me causaba muchísima ternura.

Cuando bajamos del hotel y finalmente salimos afuera, les hablé para que se den vuelta:

- Vengan nos tememos una foto.

Debe haber sido la foto número 300 del viaje.

Romeo alzó a Caleb y tome una selfie de los tres sonriendo. La subí a mi historia escribiendo:

"Festejando los seis meses en familia 😍"

Y si, me sentía orgullosa en poder llamarla mi familia.

Perfecto desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora