Los ojos de Romeo se abrieron como platos. Había preocupación y enojo en ellos. Baje la vista y la volví a la doctora.
- ¿quien te diagnosticó?
- Un médico junto a mi psicólogo.
- ¿Hay alguna causa?
- Al principio era por autoestima pero últimamente estoy bajo mucho estrés por un tema.
- ¿Nos podría dejar a solas un rato por favor? - le preguntó Romeo a la enfermera.
- Por supuesto. Pero que sea rápido.
Romeo asintió y se sentó en la camilla al lado mío. No lo podía mirar aunque sabía que el lo estaba haciendo.
- Mirame Sarah, por favor.
Yo negué mientras lágrimas caían por mis mejillas. El tomo mi mano y alce la vista por costumbre. Tomó mi mejilla y secó mis lágrimas con sus manos.
- ¿Por que estas estresada ahora mismo?
- No creo que te guste la razón...
- Dime.
- Jack me está persiguiendo. Se me insinuó muchas veces desde que esta en LA y ya dejo claro que Caleb no le importa y que sólo quiere tener sexo conmigo.
Lo mire y en su mirada había furia.
- Maldito hijo de puta- susurró Romeo.
- Te dije que no te gustaría.
- ¿y tuviste sexo con el?
- No y tampoco sería de tu incumbencia.
- ¿cómo sientes tu cuerpo? - me preguntó.
- ¿por esto de la anorexia?
- si.
- Estoy demasiado cansada y juro que si esa llega a ser la razón por la que choque, no me lo perdonaré jamás. Aparte de eso, me duele cada vez que me golpeo, aunque sea lo más mínimo. Y de fuerza ya perdí todo. Ni siquiera puedo levantar a Caleb.
El solamente me abrazo al ver que las lágrimas de impotencia volvían a florecer de mis ojos.
- Estoy cansada de sufrir por todo. Cansada. - confesé.
- Lo se, somos dos.
- ¿a ti que te sucede? - le pregunte.
- Mi padre me encontró la otra vez a la salida de casa. Vino a pedirme dinero para bebida. No lo veía desde hace aproximadamente 15 años. Cuando le dije que no le daría ni mierda, intento pegarme y eso me trajo los recuerdos de cuando tenia 9 años. Comencé yo a beber después y esas dos próximas semanas lo hice sin parar. Sentía dolor y lo único que necesitaba era a ti y a Caleb.
Ahora yo lo abrace y lo sentí relajarse apenas lo envolví en mis brazos.
- Por cierto, ¿qué hacías en la carretera hoy a la mañana? Te quedaba en la otra punta.
Se puso extrañamente nervioso.
- Ummm, yo...
- ¿Romeo?
- Te estaba por ir a buscar.
Okay, eso fue lo que menos espere.
- ¿a mi?
- Si.
- ¿por que?
- Porque los amo y necesito a ambos, Caleb y a ti, en mi vida. Tarde, pero me termine dando cuenta que de verdad los necesito.
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Perfecto desastre
Romansa+18 Sarah Lee es una música frustrada y madre soltera de tan solo 23 años. Su hijo Caleb, de 5 años, es lo único bueno que le pasó en este último tiempo. Esta totalmente desesperanzada por su desastrosa situación hasta que conoce a Romeo Parker; qui...