¡¿Ah?!

40 12 4
                                    

(Editado)


~ Hoseok ~

- ¡Josecito, levántate ya! -gritó mi hermano abriendo toscamente la puerta de mi cuarto.

- ¿Cómo me dijiste, hermano? -pregunté ofendido más dormido que despierto. ¿Cuándo sería el día que por fin comprendiera que mi nombre era y sería siempre Hoseok?

- ¡Josecito, que te levantes que se hace tarde! -repitió de nuevo todo afanado poniéndose una media mientras buscaba un zapato bajo mi cama. Una escena verdaderamente inusual.

- ¿Ah? ¿Sabes qué hora es?

- Las seis. Si no salimos en diez minutos, nos deja el bus.

- ¿Estás seguro? -pregunté suavecito, ya casi dormido otra vez.

- ¿Cómo no voy a estarlo? Mueve el culo y vístete ya -dijo enojado desde abajo de mi cama. ¿Por qué había un zapato suyo bajo mi cama?

- Vocabulario.

- Pero es que no te mueves... -se quejó limpiándose el polvo de la ropa luego de levantarse del suelo.

- Pero es que no son las seis -imité su tono-. Todavía no suena mi alarma, ya déjame dormir, ¿sí?

- A ver, mira aquí -señaló su reloj de pulsera al tiempo que se dejaba caer en mi cama para ponerse la otra media-. Mira ahí -señaló el reloj que estaba al lado de mi cama-. Mira aquí -me mostró su teléfono. En todas partes eran las 5:57. Lo miré con el ceño fruncido-. Y, para que no vayas a decir que te estoy haciendo un chiste, mira esto -tecleó unas cosas en su teléfono, esperó unos segundos y lo dejó sobre la cama. Iba a preguntar qué tenía que ver su teléfono con que no mentía cuando oí el típico sonido de cuando estás llamando a alguien.

- ¿A quién llamas?

- ¿Soo? -dijo alguien del otro lado antes de que mi hermano pudiera contestar. Al igual que yo, parecía que se acababa de despertar. Jung Soobin, mi hermano menor, experto en despertar sin ningún motivo a las personas que duermen tranquilamente.

- Hola, Yeon~ -saludó mi hermano como avergonzado con una sonrisa pequeña en su cara.

- Buenos días, ratoncito -respondió de la misma manera. ¿Quién era ese tipo y por qué mi hermano se sonrojó cuando le dijo así?-. ¿Estás bien? ¿Por qué me llamas tan temprano?

- Eh... Ah... Yo... -tartamudeó moviendo sus manos en el aire como si espantara moscas.

- Cuando llamas tienes que tener una razón para hacerlo -le recordé cansado. Tenía mucho sueño, pero ya no me iba a poder dormir si lo intentaba.

- Cierto -murmuró como para él mismo-. Yeonjunie, ¿me puedes decir qué hora es? -preguntó con un suave tono de voz que únicamente utilizaba para hablar con su chicle, un tal Chen Jeonjun.

- Como las cuatro de la mañana... -la persona al otro lado de la línea reprimió un bostezo. Ahora su voz ya no era tan ronca, así que sonaba como de la edad de mi hermano, exactamente igual que el chicle del mismo-. ¿Estás bien? ¿No te caíste de la cama o algo?

- ¡Choi Yeonjun! Dime qué hora es, ¿quieres? -intenté no reírme de la inesperada explosión de ira de mi hermano. Sabía que yo lo irritaba fácilmente, pero como él era tan paciente con el resto del mundo siempre había pensado que yo tenía una especie de súperpoder para irritarlo.

- Yah~ ¿Por qué te pones de mal genio? A ver, son las... -hizo una pausa-. Seis y dos de la mañana.

- Gracias, nos vemos.

- ¿Qué haces despierto a esta hora?

- Voy para el colegio -respondió irritado como si lo hubiera dicho unas mil veces antes-. Nos vemos ahorita, chao.

- ¿Mh?

- Que chao -y colgó-. ¿Y? -me miró.

- ¿De qué? -pregunté distraído buscando mi teléfono. ¿Por qué esa cosa no había sonado? Sonaba todos los malditos putos días a las jodidas cinco y quince de la mañana. Sin. Falta. ¿Qué había pasado hoy? Hoy. Hoy. ¿Había tenido que ser hoy? No podía darme el lujo de llegar tarde este día. No cuando era yo el encargado de un curso completo.

- Que por qué no te mueves. Cielo santo, apúrate -suspiró como un viejito al tiempo que él se ponía el zapato que había sacado de debajo de mi cama y yo me daba un golpe en la cara. Mi teléfono estaba completamente descargado, por eso no había sonado.

Diez minutos después ya estábamos corriendo hacia la parada del bus, mi hermano comiendo su desayuno y yo haciendo mi corbata y cerrando mi pantalón. Cuando llegamos al colegio, los profesores me miraron con cara de alivio como si hubieran pensado que yo no iba a llegar.

- ¿Dónde está Kim? -fue el saludo automático de una profesora vieja cuyo nombre no sabía porque no me daba clases a mí.

- ¿Quién es Kim?

- Kim Taehyung, muchacho.

- No tengo idea, profesora. ¿Por qué debería saberlo? -¿por qué iba yo a saberlo? Por fortuna, él había cumplido con su parte del trabajo sin contratiempos.

- Pues porque ustedes dos son el reemplazo del profesor Im -me dijo como si fuera lo más obvio del Universo-. ¿En qué planeta viven los jóvenes hoy en día? -se quejó entre dientes.

- Yo... Eh-eh -¿por qué tartamudeaba? ¿Sí había escuchado bien o fue mi imaginación? ¿Él y yo? ¿Juntos? ¿Con un curso de niños insoportables? ¿Qué pecado tan grave había yo cometido en mi vida para estarlo pagando de esta manera?-. Yo... Disculpe, profesora, yo...

- Es un chiste, ¿cierto, profesora Bae? -dijo de repente una voz grave detrás mío que sonaba como si hubiera estado corriendo.

- Más respeto, muchacho.

- Lo siento -bufó el tal Kim Taehyung, todavía detrás de mí, jadeando como perro muerto.

- Profesora, esto no es en serio, ¿verdad? -dije yo rogando por que así fuera.

- ¿Tengo cara de estar jugando? -escupió y se fue sin más.

- ¿Tengo cara de estar jugando? -escupió y se fue sin más

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Holi~

Lo quería hacer más largo, pero me toca descansar mis ojitos que extrañan mis lentes.

Bueno... ¿Qué tal? Para ser sincera, no me esperaba que Soobin fuera así, me sorprendí mucho, jajajajajajaja. Lo tenía pensado más joven y tierno, pero me encantó como salió.

¿Cómo creen que será el siguiente capítulo? 7w7

Que pasen una linda noche, besos y cuídense mucho 🧡.

Siendo tú (VH) ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora