Destiné à ne jamais mettre fin à cette

Capitulo 25

Cuando llegue a casa camine monótonamente hasta mi habitación.

Escuche como mama me preguntaba: 
— ¿Que paso _______? ¿Qué está mal?

Pero yo no, no podía contestarle. Me limite a no moverme, para que ella pensara que estaba de mal humor y dejara de joderme solo por un momento.

Sé que la palabra ‘joder’ no se escucha bien dirigida hacia una madre, pero eso es lo que ella hacia después de que yo llegaba mal de un golpe: joder. 

Creo que ya era de noche, y si no lo era, honestamente no me importaba. Cerré de inmediato las cortinas y baje las persianas que impedían que se filtrara la luz. Tenía años que yo no utilizaba esas persianas. Años. Después de mi primer secuestro para ser exactos. Años. 
Así que mi habitación se encontraba oscura. Cerré la puerta de mi habitación con seguro. 
Me dirigí al baño y también tranque esta puerta con seguro. 

Comencé a desvestirme, de la manera más lenta que pude. Quite las armas de entre mi ropa y las acomode perfectamente en el suelo. Estaba actuando como un robot. Pero no me importaba, a estas alturas, nada me importaba, nada. 

Acomode la ropa que yo vestía en el suelo, de manera que formara un cuerpo. La acomode como si fuera un cuerpo. Como si quisiera ver que tan bien se veía el conjunto. 

Suspire, tome un cuchillo y después me hinque sobre la ropa. Tome aire. Inhale y exhale, y volví a inhalar y volví a exhalar.

Apreté más el mango del cuchillo y como si hubiese alguien vestido comencé a acuchillarlo al mismo tiempo que volvía a llorar. Nunca una muerte me había afectado tanto como la de Ethan, nunca. Ni siquiera la de Drake.

Mier*da, Ethan y Drake. Ahora no tenía a ninguno de mis dos mejores amigos. 
Deje de destruir la ropa hasta que me hice un corte en mi pierna desnuda. 

Grite por el dolor. 
El dolor de mi pierna, de mi corazón, de mi alma. Ethan estaba muerto y eso nada ni nadie lo iba a cambiar. 

Escuche como forzaban la puerta de mi habitación pero no me importo. 
Me gusto como se sintió el dolor de mi pierna, es como si el dolor del corte reflejara el dolor de la perdida. Entonces, pase el cuchillo intencionalmente por mi pierna. Haciendo un corte debajo del que me había hecho sin intención. 

Un golpe en mi puerta, seguido de otro y otro y otro y otro y otro y otro. Después mi nombre en un grito. Seguido de otro golpe y otro y otro y otro y otro y otro y otro y otro y otro. 

Hasta que deje de escucharlo. Solo me sentí caer lentamente al suelo. Sentí como solté el cuchillo y como mi cabeza reboto contra el mármol. Veía todo borroso.

Mi puerta se abrió y alcance a reconocer los pies de Steffan y Justin entrando a la habitación. 

—________ ¿Qué mier*da has hecho? —dijo Steffan mientras me tomaba en sus brazos, pasando un brazo por la parte trasera de mis rodillas y otra por la espalda. Levantándome del suelo.

Lo último que recuerdo es lo último que le dije antes de quedarme completamente dormida:
—Me quiero morir. 

{Justin}

He estado en el hospital durante toda la noche, acompañado de los hermanos de _______. Quisiera decir que Ethan también nos acompaña, pero ya no más. El ya no está. Y eso es duro de asimilar.

Después de que Steffan y yo forzáramos las dos cerraduras de la puerta de _______ y que la encontráramos en paños menores y sangrando de una pierna, con su ropa destrozada enfrente de ella. Decidimos traerla de inmediato al hospital. 
Cuando su hermano la tomo en brazos ________ dijo que quería morir y después quedo inconsciente.