Capitulo 27

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—Por favor, vamos, anda. ¿Qué tanto te cuesta caminar hacia ahí? No esta tan lejos, mira. Lo estamos viendo. 

—Ya sabes que no soporto las alturas, no, no quiero. ¿Qué tal si se descompone la cosa esa y nos quedamos encerrados ahí? No, no quiero ni imaginarlo. 

—Por favor ________ vamos. 

—No, no quiero. 

—Es mi cumpleaños…—dijo juguetonamente 

—Tu cumpleaños es mañana

—Bueno, compláceme hoy, por ser mi no cumpleaños.

—Está bien, vamos. 

Entrelazo su mano con la mía y apuramos el paso. 

—Millennium Wheel —dijo suspirando — hermoso ¿no lo crees así?

Hicimos línea para subir a de sus capsulas, la compartiríamos con otras 10 personas. Pero el sonreía y eso me hacia sonreír a mi también. 

Saque la cámara fotográfica de mi pequeña bolsa y comencé a tomar fotografías de todo a mi alrededor. 

— ¡Que alguien nos tome una foto! —dijo arrebatándome la cámara de mis manos. Se acerco a una señora y le pidió de favor que capturara el momento. Esta acepto. El paso su brazo por mi cintura y el flash inundo momentáneamente la estancia. 

Pero con el flash, todos los cristales de la capsula se quebraron. Como si fueran tan frágiles que tan solo una luz destellante los hizo quebrar. 
Por el asombro me separe de él, lo sentí tambalear. Cuando gire, ya era demasiado tarde.

—¡______! ¡_______! —Gritaba —________

Yo trate de tomar sus manos para atraerlo hacia mí, pero fue inútil. 

— ¡Ethan! —grite desesperada. Cualquier acción que hacía era estúpida e innecesaria a este tiempo. Estaba ahí, parada en el borde de la capsula viendo como mi amigo caía al vacio. 

—Tú lo mataste…—comenzaron a decir las voces

—Asesina…

—Tú lo mastate…asesina… empujo a su amigo. 

— ¡No! ¡Yo no lo hice! ¡No! ¡No! ¡No! —mi grito fue desgarrador.

Alguien susurro mi nombre, y sentí una caricia en mi mejilla. Comencé a abrir los ojos.

—Es solo una pesadilla. Tranquila. Estoy aquí para ti —me dijo Justin mientras acariciaba mi rostro y me apegaba más a él —. Siempre estaré aquí para ti. 

—Es que fue tan real—solloce.

—Pero sabes que eso no es real, es solo una pesadilla más. Tranquila —Justin tomo mi mano y entrelazó nuestros dedos —. Esto ¿lo sientes?

Asentí.

—La chispa que los dos sentimos cuando nos tocamos. Esa sensación de tranquilidad y cariño. Esto —apretó un poco más mi mano. Me beso el dorso de esta y me estremecí, el rio — esto es real. 

Me sonrió y me beso la sien. 

—Eso se sintió muy real —le dije suavemente. 

El soltó una pequeña carcajada, haciendo vibrar su pecho y que mi cabeza se moviera a su ritmo. Porque estaba recargada en el. 

—Esto es lo más real que he tenido siempre. Gracias por darme esto —Justin acariciaba mi brazo lentamente —. Gracias por dejarme estar a tu lado aun. 

Me sonrió, me acerco a él y me beso en los labios. 

Hacía ya un mes de la muerte de Ethan. Después de su funeral regresamos inmediatamente a Los Ángeles. Desde entonces, todas las tardes he estado yendo con un psicólogo que me ayude a superar su muerte. Porque es la que más me dejo traumada. 

Destiné à ne jamais mettre fin à cetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora