Maratón 2/2
Si no has leído la primera parte del maratón (capítulo 12) léela antes que esta
Por la mañana, estuve un rato más en casa de Marina antes de volver a casa. Cuando volví, aproveché para ducharme y comer antes de que viniesen Mark y mis primos.
Mientras terminaba de comer, recibí una llamada de mi tía.
-Hola tita.
-Hola Iris, ya me explicó tu madre y lo siento por tener que encargártelo así...
-No, tita, no te preocupes, tampoco tenía nada que hacer. Además, hace mucho que no nos vemos.
-Sí, ellos están deseando verte. -Aseguró mi tía. -Mamá, ¿es Iris? Pásamela, pásamela. -Escuché la voz de mi prima de fondo. -No, espera, siéntate bien. En un rato la vais a ver.
Reí por lo bajo.
-Bueno, en media hora estamos allí. Acabamos de salir. Hasta ahora.
-Hasta ahora, tita.
Colgué y me dispuse a lavar los platos.
-Déjalo, ya los lavo yo. -Me paró la voz de mi hermano, que seguía comiendo.
-Gracias Axel.
Le agradecí y subí rápidamente las escaleras para ducharme y cambiarme. Mientras me duchaba escuché el timbre de casa sonar. Supuse que era Mark, pero Axel ya le habría abierto. Salí de la ducha y me puse unos vaqueros y una sudadera antes de peinarme.
Bajé a toda prisa las escaleras y vi a Mark sentado en el sofá junto a mi hermano.
-Ah, por fin, pensábamos que te había tragado la ducha. -Bromeó Axel.
-Claro... -Mascullé.
-Bueno, me voy antes de que vengan esos huracanes. -Se levantó Axel, frotándose las manos. -Tengo muchas cosas que hacer, la universidad es taaan complicada... Adiós supernanis.
Se despidió a toda prisa, cogió la chaqueta y salió por la puerta principal.
Yo me dejé caer sobre el sofá, junto a Mark, y suspiré pesadamente.
- ¿Seguro que no te molesta ayudarme a cuidar a mis primos? Aún estás a tiempo de salir corriendo. Yo escogería la segunda.
Él reprimió una risa y negó con la cabeza.
-De verdad, no tengo ningún inconveniente en quedarme. Además, si me hubiese quedado en casa probablemente mis padres me pedirían ayuda con cualquier cosa, así que admito que aquí estoy mejor.
-Así que librándose de sus obligaciones señor Evans. Que poco respeto hacia sus parientes. -Vacilé.
-Perdone, señora Black.
- ¿Señora? Me has echado veinte años más.
-Tú me has llamado señor. -Alzó los brazos y yo le lancé una mirada asesina. -Está bien, señorita, ¿mejor?
-Sigo prefiriendo Iris.
-Yo prefiero...
En ese momento sonó el timbre, interrumpiendo nuestra conversación.
- ¿Listo para cuidar a los mellizos durante las próximas cuatro o cinco horas? -Pregunté.
-Eso creo, pero te recuerdo que no soy muy bueno con los niños.
-Yo tampoco, pero sobreviviremos, no te preocupes. -Hice un gesto restándole importancia.
Ambos nos levantamos y le abrí la puerta a mi tía, a la vez que mis primos se abalanzaban sobre mí.
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Hasta que te encontré
Teen Fiction¿Hasta qué punto puedes pensar que sabes todo sobre ti? ¿Hasta que punto puedes imaginar que tu vida está perfectamente ordenada? ¿Y hasta que punto puede llegar a desordenarse esa perfección? Mark llegó a la vida de Iris en su momento más monótono...