-Entonces, nos has reunido aquí para contarnos algo súper especial. -Acentuó Derek mientras entraba a mi casa.
-Exacto.
- ¿Y qué es eso tan especial? -Preguntó Marina.
-Primero sentaros y ahora os explico.
-Y de paso esperamos a que nos traigas un zumo.
- ¿Queréis un zumo?
-Era un bro... -Derek puso los ojos en blanco.
- ¡Sí! Yo quiero un zumo. -Le cortó Marina.
-Yo solo quería que os sentarais...
Finalmente, me hicieron caso y se sentaron en el sofá mientras yo iba a por algo de beber.
-Me gusta tu casa. Es bonita, y grande. -Comentó Derek mientras yo ponía los vasos sobre la mesa. -Me gusta mi ático, pero tener piscina es otra cosa.
-Gracias, la verdad es que a mí también me gusta mucho. -Sonreí.
Me senté frente a ellos en un cojín taburete.
-Bueno pues... -Comencé.
- ¿Nunca has estado en su casa? -Interrumpió Marina.
-No. -Derek se encogió de hombros.
-Sabes que no invito a todo el mundo, Marina.
- ¿Yo soy todo el mundo? -Cuestionó él haciéndose el ofendido.
-No, no, ahora no, me refiero a que hace unos meses ni nos conocíamos, pero ahora es distinto y no me importa invitarte. -Me apresuré a aclarar.
-Tranquila, lo entiendo, solo bromeaba. -Sonrió.
-Te has despertado bromista, eh. -Vaciló Marina.
-Va, Iris, sigue, que te hemos cortado.
Él rodó los ojos y yo me dispuse a seguir.
-Gracias. Iba por... Es verdad, apenas había empezado. Bueno, pues eso, que ayer besé a Mark.
Ambos me miraron fijamente, con la boca abierta.
-No, no es por ofender, pero admito que se veía a venir. Solo tienes que ver cómo te mira. -Musitó Marina.
- ¿Qué...?
-Pero me alegro mucho por ti, explica cómo fue.
-Espera, espera, ya sabía yo que algo pasaba entre vosotros, pero introdúceme. -Rogó Derek.
Me tomé unos segundos para pensar cómo empezar a explicárselo. O más, bien, qué decirle. Él me explicó lo suyo con Maggie y es verdad que yo le prometí que lo contaría lo mío con Mark.
-Todo empezó el primer día de clases...
-Así no, hombre, que pareces un anciano explicado una aventura de su juventud.
-Gracias por tus ánimos Marina. Pues cuando empezamos el instituto, yo conocí a Mark, y empezamos a llevarnos muy bien rápidamente. Él va siempre con vosotros, yo voy siempre con Marina y las chicas, ellas van con vosotros... En fin, ya se entiende que sí o sí terminaríamos hablando. Además, Lucas y Mark son como mejores amigos, están siempre juntos, así que a la fuerza terminé siendo su acompañante de sujeta velas. -Me refería a la relación de Marina y Lucas, pero tampoco lo decía con mala intención. -Voy al grano. No tardamos en comenzar a quedar y vernos prácticamente a diario, encontrarnos en sitios, y contárnoslo todo. Hace poco descubrimos que nuestros padres fueron socios en su momento.
- ¿En serio? -Preguntó Derek.
-Sí... Fue raro, estaba en el centro comercial, mi madre vio a la suya, comenzaron a hablar, yo no recordaba haber visto a esa mujer en mi vida...
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Hasta que te encontré
Teen Fiction¿Hasta qué punto puedes pensar que sabes todo sobre ti? ¿Hasta que punto puedes imaginar que tu vida está perfectamente ordenada? ¿Y hasta que punto puede llegar a desordenarse esa perfección? Mark llegó a la vida de Iris en su momento más monótono...