Capítulo 8

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Abrí los ojos lentamente, viendo como la luz tenue del amanecer se colaba por las cortinas. Sentí una presión detrás de mí, y algo rodeándome la cintura y empujándome hacia sí, dándome una sensación de calidez, la cual ayudaba al frío matutino que ya empezaba a notarse los primeros días de otoño. Me acurruqué un poco más hacia esa cosa y cerré los ojos en un intento de volver a dormirme.

Entonces me di cuenta.

La cosa que estaba ejerciendo esa presión era Mark. Sentía su respiración relajada sobre mi nuca.

Giré cuidadosamente la cabeza y pude ver su expresión relajada dormida, su pelo azabache cayéndole sutilmente por la frente y su boca ligeramente abierta.

Volví a mirar hacia la ventana e intenté zafarme de su agarre, consiguiendo simplemente que este se volviese más fuerte.

-Mark. -Susurré.

Solo emitió un pequeño gruñido a modo de réplica.

-Mark. -Repetí.

- ¿Qué? -Susurró aun probablemente dormido.

- ¡Mark!

- ¡Qué!

Conseguí despertarlo.

- ''AAAAAAAA'' -Dejó escapar un grito al darse cuenta de la situación.

Rápidamente me soltó y se levantó de la cama al mismo tiempo que yo.

-L-lo siento, y-yo me quedé dormido y no me d...

-No, no, soy yo, me dormí sin...

-No me di cuenta en se...

-Lo siento mucho, yo tenía pensado irme a dormir a la cama de Lucas, pero me quedé dormida y yo...

En cuanto vi que Mark dejó de intentar explicarse, yo hice lo mismo e intenté leer su expresión.

-Esto... Iris. -Giró la cara rápidamente e intentó concentrarse en otra cosa.

- ¿Qué pasa? -Bajé la mirada y me di cuenta de que la camiseta que Mark me dejó estaba más levantada de lo normal, inmediatamente me la bajé mientras rezaba a cualquier dios para que viniese ahora mismo y me llevase al cielo, o la tierra ascendiese y me sumergiese junto a ella.

Mi abuela debería sentirse orgullosa del conjunto que me compró.

-Olvidemos esto, nos hemos levantado, hace una mañana estupenda, vamos a bajar y desayunaremos unos croissants deliciosos, ¿cierto? -Dije intentando hacer desaparecer la incomodidad.

-Exacto, tengo un hambre increíble. -Terminó él. -Voy a cambiarme.

Mark se fue al baño y yo cogí mi móvil para ver si tenía algún mensaje, encontré uno de Marina.

Buenos días dormilona, lo siento por lo de anoche, pfff no sé qué paso jeje... Ahora bajo a desayunar con Lucas, si ya estáis despiertos por ahí os veremos, bye.

-Voy a mi cuarto a vestirme, cuando esté vuelvo.

Me despedí, cogí mis cosas y salí rápidamente hacia mi cuarto. Tuve precaución para que al salir al pasillo ningún profesor estuviese ahí presente y nos castigase a Mark y a mí por la tontería de anoche.

Al llegar a mi cuarto dejé todo y me vestí poniéndome una falda a cuadros y un top blanco. Me puse unas zapatillas y aproveché para peinarme y lavarme los dientes.

Volví a salir del cuarto y por el pasillo me encontré con Mark, ya listo para bajar a desayunar.

- ¿Vamos? -Sugerí.

Hasta que te encontréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora