Abrí los ojos lentamente, viendo como la luz tenue del amanecer se colaba por las cortinas. Sentí una presión detrás de mí, y algo rodeándome la cintura y empujándome hacia sí, dándome una sensación de calidez, la cual ayudaba al frío matutino que ya empezaba a notarse los primeros días de otoño. Me acurruqué un poco más hacia esa cosa y cerré los ojos en un intento de volver a dormirme.
Entonces me di cuenta.
La cosa que estaba ejerciendo esa presión era Mark. Sentía su respiración relajada sobre mi nuca.
Giré cuidadosamente la cabeza y pude ver su expresión relajada dormida, su pelo azabache cayéndole sutilmente por la frente y su boca ligeramente abierta.
Volví a mirar hacia la ventana e intenté zafarme de su agarre, consiguiendo simplemente que este se volviese más fuerte.
-Mark. -Susurré.
Solo emitió un pequeño gruñido a modo de réplica.
-Mark. -Repetí.
- ¿Qué? -Susurró aun probablemente dormido.
- ¡Mark!
- ¡Qué!
Conseguí despertarlo.
- ''AAAAAAAA'' -Dejó escapar un grito al darse cuenta de la situación.
Rápidamente me soltó y se levantó de la cama al mismo tiempo que yo.
-L-lo siento, y-yo me quedé dormido y no me d...
-No, no, soy yo, me dormí sin...
-No me di cuenta en se...
-Lo siento mucho, yo tenía pensado irme a dormir a la cama de Lucas, pero me quedé dormida y yo...
En cuanto vi que Mark dejó de intentar explicarse, yo hice lo mismo e intenté leer su expresión.
-Esto... Iris. -Giró la cara rápidamente e intentó concentrarse en otra cosa.
- ¿Qué pasa? -Bajé la mirada y me di cuenta de que la camiseta que Mark me dejó estaba más levantada de lo normal, inmediatamente me la bajé mientras rezaba a cualquier dios para que viniese ahora mismo y me llevase al cielo, o la tierra ascendiese y me sumergiese junto a ella.
Mi abuela debería sentirse orgullosa del conjunto que me compró.
-Olvidemos esto, nos hemos levantado, hace una mañana estupenda, vamos a bajar y desayunaremos unos croissants deliciosos, ¿cierto? -Dije intentando hacer desaparecer la incomodidad.
-Exacto, tengo un hambre increíble. -Terminó él. -Voy a cambiarme.
Mark se fue al baño y yo cogí mi móvil para ver si tenía algún mensaje, encontré uno de Marina.
Buenos días dormilona, lo siento por lo de anoche, pfff no sé qué paso jeje... Ahora bajo a desayunar con Lucas, si ya estáis despiertos por ahí os veremos, bye.
-Voy a mi cuarto a vestirme, cuando esté vuelvo.
Me despedí, cogí mis cosas y salí rápidamente hacia mi cuarto. Tuve precaución para que al salir al pasillo ningún profesor estuviese ahí presente y nos castigase a Mark y a mí por la tontería de anoche.
Al llegar a mi cuarto dejé todo y me vestí poniéndome una falda a cuadros y un top blanco. Me puse unas zapatillas y aproveché para peinarme y lavarme los dientes.
Volví a salir del cuarto y por el pasillo me encontré con Mark, ya listo para bajar a desayunar.
- ¿Vamos? -Sugerí.
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Hasta que te encontré
Teen Fiction¿Hasta qué punto puedes pensar que sabes todo sobre ti? ¿Hasta que punto puedes imaginar que tu vida está perfectamente ordenada? ¿Y hasta que punto puede llegar a desordenarse esa perfección? Mark llegó a la vida de Iris en su momento más monótono...