Capítulo 6

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- ¡Hace un día increíble! -Dijo Marina desde su tumbona.

-Ya ves, pensé que haría peor tiempo al estar a finales de septiembre.

Vi como una figura se acercaba por detrás de Marina.

Era Lucas.

Le dio un fuerte abrazo desde atrás.

- ¡Oh, Lucas! ¡Estas empapado, suéltame!

Lucas dejó escapar una risa y cargó a Marina en su hombro como un saco de patatas.

-No. Tienes que bañarte un poco.

Marina gritaba y pataleaba mientras la gente de alrededor, incluida yo, reíamos.

Finalmente, ambos acabaron en el agua.

A lo lejos pude ver a Mark saliendo del agua y acercándose lentamente hacia mí. Llevaba un bañador negro y dejaba ver por completo su torso perfectamente trabajado.

El cabrón estaba bueno.

Una de sus manos se alzó para peinar hacia atrás su pelo empapado.

- ¿Te vas a quedar ahí todo el día?

- ¿Qué?

-El agua te está esperando... -Canturreó Mark.

-Ah, sí, sí, ahora voy, no te preocupes.

-Va venga a ti te gusta el agua.

Fruncí el ceño. Nunca le he dicho eso sobre mí, pero no se equivoca.

-E-es decir, que el agua está muy buena y te va a gustar... Ya me entiendes. -Dijo nerviosamente mientras se acercaba a mí.

-No irás a llevarme como Lucas ha llevado a Marina.

Dejó de andar y esbozó una sonrisa.

-No lo descartaría como opción si no te levantas ya de ahí.

Juraría que pude notar como sus mejillas alcanzaban un tono rojizo-

Inmediatamente me levanté de la tumbona y le pasé por delante dirigiéndome a la orilla.

Metí un pie en el agua y estaba tremendamente fría.

- ¡Está congelada! -Exclamé mientras me giraba para volver.

Choqué con Mark y él me cogió por los antebrazos impidiendome volver a la tumbona.

-No exageres, está perfecta.

Comenzó a ejercer presión en mis muñecas para que entrase en el agua, mientras yo intentaba retroceder negándome a entrar en el agua.

-No, no, no, no, Mark, no, Mark, no, por favor.

Hizo un poco más de fuerza y me empujó hacia el agua.

Volé.

Literalmente.

Dejé escapar un chillido mientras caía en el agua.

- ¡Mark!

Le salpiqué mientras él tenía una sonrisa tonta en sus labios y unos tiernos hoyuelos se formaban en sus mejillas.

-Ves cómo está buena.

Me acerqué a él y lo empujé hacia el agua conmigo.

Y así estuvimos un rato, jugando y salpicándonos en la orilla del mar.

Anthony vino y nos sugirió jugar con paletas junto a los chicos, aceptamos y fuimos con él.

Mark se había encargado de presentarme a los chicos días atrás.

Hasta que te encontréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora