odio a esa morena (g!p)

capitulo 2

Juli.
Hoy era el primer día de clases.     Me estaba despertando por la alarma, me metí a duchar, cuando salí me puse un pantalón negro, una camisa manga larga negra y mis zapatos negros.
Baje y veo que mi papá y mi mamá estaban desayunando sonriendo pero apenas me vieron se les borró la sonrisa.
- tranquilos ya me voy. - dije agarrando una manzana.
— ¿Y de nuestras vidas cuando? — dijo mi papá.
— no lo sé.
No dije más nada y salí de la casa me subí a mi motocicleta con dirección al colegio.
Cuando llegue vi que mis amigos estaban me estaban esperando.
— hola yuls. — dijo poche abrazándome.
— hola pochas, ¿Como estás?
— bien y nerviosa, ¿Y tu yuls?
Iba a responder pero alguien atrás mío me interrumpe.
— ¡Ay no! — me volteo y era mi Camila Esguerra Escobar, la niña nerd que me gusta molestar porque me encanta verla enojada. — ¿¡Tu aquí!?
— hola Minion, ¿Como estás? — le respondo.
— estaba feliz hasta que te vi. — dijo cruzándose de brazos.
— ¿Por que tanto odio Pitufina? 
— ¡Ahs! Lo bueno es que reprobaste el año y no te tengo que aguantar en el salón. — vi como sonrio.
— te equivocas Minion, no reprobé el año. — justo vi que se le borro la sonrisa. — así que vamos al salón.
— ni loca voy al salón contigo.
Dio media vuelta y se fue.
— oye, ¿Algún día se llevarán bien? — hablo Calle.
— no creo.
— ¡Juli! — grito Natalia.
La vida es algo rara, no me llevo bien con Camila pero con sus amigos si.
— hola Nata. ¿Que pasa?
— es Olga — hablo agitada.
— oye nata. — hablo calle. — ¿Quieres agua?
— si, por favor.
Calle sacó una botella de agua de su mochila y se la paso. Luego de varios segundos habló.
— lo que pasa es que Olga quiere que vaya a su casa a pasar una tarde de amigas.
— oye tienes mucha suerte. — dijo poche riendo. — tu crush te invito a su casa.
— no se si deba de ir.
— nata. — dije agarrandola de los hombros. — ve tranquila, actúa normal. Ella no va a sospechar nada.
— ¿Y si por alguna razón mi amigo se levanta por que vamos a dormir?
— si llega a pasar eso huyes del país. — hablo Calle.
— tranquila nata no va a pasar nada.
Ella iba hablar pero Olga la interrumpió.
— ¡Bebé! — dijo atrás de ella. — menos mal que te encontré.
— perdón es que Juli me necesitaba con urgencia.
— lo entiendo. Hola chicas. — nos saludo.
— hola Olgui. — respondimos.
— entonces bebé, ¿Vas a ir a mi casa a pasar una noche de mejores amigas?
¡Uh! Eso tuvo que doler.
— eh...claro que sí bebé.
— bueno entonces nos vamos juntas.
— claro.
Justo en ese momento se quedan viendo por unos largos segundos hasta que las interrumpió la campana.
Fuimos al salón y pude ver que Santi estaba hablando con Camila. Me siento atrás de ellos y comienzo a ver redes sociales.
— eres tan amable Santi. — hablo Cami. — ¿Por que no todas las personas son así? — dijo volteandome a ver.
— yo soy amable contigo. — le dije. — otra cosa es que tú no lo sepas diferenciar.
Volteo sus ojos y miro para otro lado.
Minutos después llegó el profesor con tres chicas.
— bueno jóvenes. — hablo el profesor. — ellas son las nuevas. Por favor chicas presentesen.
— hola. — hablo una de ellas. — yo soy Ángela.
— hola yo soy Oriana.
— y por último y más importante. — hablo la del medio. — yo soy Danna.
Se veía a kilómetros que eran gomelas (chetos, cuicos ,
pitucos , sifrinos , pipis, pelucones, jevitos  y yeyés.)
— bueno sientense.
— pero profe. — hablo Oriana. — no hay un puesto para tres.
— pues lo siento señoritas pero se tienen que separar.
Ellas no dijeron nada y se sentaron separadas. La chica Danna se sentó a mi lado y lss otras dos con otras personas.
Comenzamos a ver clases y a mitad de la clase la chica que estaba a mi lado me habla.
— hola. — hablo volteandome a ver.
— hola. — dije regalándole una sonrisa.
— ¿Como te llamás?
— Juliana.
— ¿y tus apellidos son?
— Pérez Bejarano.
— ¿Y tu número de teléfono es?
— ese no se lo doy a casi nadie.
— o sea, ¿Tu me viste cuando me presenté o me vuelvo a presentar?
— obviamente te vi.
— ¿Y viste que a casi todos los dejé con la boca abierta?
— no eso no lo vi porque no me interesa.
Ella iba a hablar pero  hablar pero el profesor la interrumpe.
Continuamos viendo clases, hasta que llegó la hora de irnos.
Me iba a montar en mi motocicleta pero una voz me detiene. Era nata que venía con Cami.
— Juli. — hablo nata. — ¿Puedes llevar a Camila a su casa?
— claro. — respondí sin importancia.
— yo ni loca me monto a esa cosa contigo. — dijo Camila.
— ay Cami. — hablo nata. — por favor hazlo por mí. No te puedo llevar porque voy a ir con Olga a comer. Quiero que tengamos algo así como una cita pero sin que ella sepa.
— está bien, me voy a ir con la insoportable de Juliana.
— ¡Gracias! ¡Te amo! — vi que la abrazó.
Justo llega Olga con una sonrisa pero al verlas se le borro de inmediato.
Carraspeo su garganta y ellas de inmediato se separaron.
— te recuerdo Camila. — hablo Olga con un tono celoso. — que ella es mi mejor amiga. Tu tienes a tu mejor amiga makis.
— si lo sé. Tranquila.
— menos mal. — ella dirijo su mirada a nata. — bebé ¿Nos vamos?
— claro. Adiós Juli, gracias.
— adiós nata, de nada.
— adiós Cami. — dijo despidiéndose de Camila.
— adiós. — le respondió sin ganas.
Ellas se fueron y nos quedamos nosotras solas.
— bueno nerd. — agarre un casco y extendiéndose lo. — dime en donde vives.
— ¿Tu de verdad crees que me voy a ir contigo?
— pues si.
— ni loca me monto contigo.
— ¿Por que?
— porque de seguro manejas mal.
— nunca he tenido un accidente.
— no me vas a convencer.
— ¿Tu quieres a nata?
— si.
— pues entonces hazlo por ella.
Susurró algo, agarró el casco y se lo puso.
Cuando llegamos a la casa de ella, se bajó rápidamente y se quitó el casco.
— en mi vida me vuelvo a montar en esa cosa contigo. — dijo.
— ay si eres exagerada. Anduve despacio.
— si claro.
Nos quedamos calladas por unos segundos pero después ella rompió el silencio.
— bueno, adiós.
— de nada. Deberías invitarme a comer para decirme gracias.
— ¡Ja! Si claro te voy a invitar a comer...pero en tus sueños será.
— algún día vas a ver qué vas a querer ser mi amiga.
— si claro. — habló con sarcasmo. — bueno, adiós.
— adiós nerd.
Iba a prender la motocicleta pero puso su mano en mi brazo.
— y gracias por traerme.
— fue un gusto traerte nerd. — le sonreí y ella hizo lo mismo.
Ella dio media vuelta y entro a su casa y yo me dirigí a la mía.