Capítulo Seis: Lexi.

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No sé por qué había cambiado de opinión tan rápidamente, es que esa sonrisa sincera que me había dado, no podía hacerme pensar que era mala persona. Sé que de pequeña me había decepcionado con un famoso, tal vez eso me había hecho cambiar de opinión respecto a ellos y nunca más me había interesado en la música ni en los famosos. Amaba la música, pero como lo dije, la única que escuchaba era de personas que ya estaban muertas o que estaban viejos en este momento, música de los 60s, 70s y 80s era lo que casi siempre escuchaba. Si Noah me mintió una vez, significa que tal vez lo pueda volver a hacer, pero no me gusta estar peleada con nadie, así que podríamos llevarnos “bien” y ser buenos vecinos.

Cuando salí de mis pensamientos, él se había hecho a un lado y miraba al cielo igual que yo, estuvimos así, en silencio por unos minutos. No eran de esos silencios incómodos, que no se sabe que decir, era un silencio hermoso, y sabía que los dos nos sentíamos cómodos de alguna forma.

Finalmente el habló con una media sonrisa en su rostro.

- ¿Qué tal si empezamos por ver una película en mi casa?- y me miró, por alguna razón noté que había dejado de respirar cuando me había mirado, rápidamente suspiré y lo miré con una sonrisa.
- Está bien, ¿cuándo?
- Ahora- dijo sonriendo y yo le hice una sarcástica mirada indicándole que estaba loco
- ¿no ves que estoy mojada?- dije riéndome sin poder evitarlo
- Ajá- dijo él y me miro con una mirada de un verdadero pícaro, dándome a entender que realmente me estaba viendo.
- Me voy a enfermar si voy mojada- y su cara cambio completamente al decir eso por una muy seria- mejor cámbiate, ahora.
- ¡Ay! bueno- dije riéndome de su cara- con esa cara es imposible decirte no.- y sentí como intentaba relajarse un poco
- lo siento, suelo preocuparme todo el tiempo. Te cambias y yo haré lo mismo, después nos encontramos en mi casa.
- Está bien-le sonreí mientras él se paraba, al pararse me extendió una mano y me ayudó.
Cuando estuve parada, le sonreí y lo salude con una mano y me fui para adentro. Me cambié rápidamente y me estaba peinando cuando mamá me llamó gritándome desde abajo.
- ¡Alexia!- ese grito no sonaba nada bien.- Dejaste el auto a medio lavar- dijo con un tono bastante enojado.
- Lo siento, mamá. Un amigo me invitó a ver una película.
- Pero prometiste lavar el auto- dijo enojada, pero yo me enoje aún más. Si Maggie le decía eso, ella le contestaba que está bien, que seguramente yo lo iba a lavar luego; pero no, lamentablemente ella tenía una notable preferencia por Maggie y eso me enfurecía.
- ¿Por qué no le pides a Maggie que termine?- dije desafiándola.
- Lavar el auto fue un mandando que te ordene a tí- dijo más enfurecida y subió hasta mi habitación.- así que ya terminas de lavarlo y luego sales.- sin contestarle terminé de arreglarme el cabello y me maquille un poco, cuando estaba terminando, ella me miró enfurecida- ¿no me estas escuchando?- bufó.
-Si Maggie hiciera la misma escena me pedirías a mí que terminara de lavar el auto así ella saliera. Para mí fue un infierno venir a vivir aquí y dejar a todos mis amigos, y ahora que al fin conocí a alguien, simplemente intentas arruinarlo. Además ni siquiera dejé el auto a medio lavar, solo falta secarlo, una cosa que demoraría unos minutos como máximo. Me levanté a las ocho de la mañana para ayudar y lavar el auto, creo que me merezco una salida- contesté enojada y salí de mi habitación dirigiéndome a la puerta lista para irme.
- No te vas a ningún lado jovencita,- dijo desde arriba comenzando a bajar las escaleras- estás castigada.
- No me importa lo que digas,- contesté gritándole- ya estoy harta, todo el tiempo tienes preferencias por Maggie y no te importa un demonio lo que me pase, y ya estoy harta, así que si no te importa, me voy- dije dando un portazo en mi casa y me fui.

Cuando al fin estuve afuera me sentí mucho mejor. Gracias a Dios no me había seguido y pude irme a casa de Noah. Antes, le di un vistazo al auto.No estaba tan mal, solo estaba mojado, pero el trabajo duro ya se había hecho. Alguien solo necesitaría secarlo y listo, no era el gran problema. Mi mamá definitivamente me odiaba y quería buscar problemas de las cosas mínimas.
Cuando llegué a casa de Noah toqué el timbre. Me atendió un niño pequeño. Debía ser hermano de Noah, aunque no eran muy parecidos, a mi vista.
- hola- dijo- ¿Qué necesitas?
- vengo a ver a Noah.- le sonreí.
- lo llamaré- dijo cuando se fue de la puerta y luego de unos minutos el apareció.
- hola- me sonrió. ¿Vamos a rentar la película?- dijo mostrando las llaves de su auto.
-claro- le sonreí y lo seguí. Me llevó a un hermoso Moustang remodelado. Nos subimos y el comenzó a conducir. Cuando pasamos algunas calles, noté que un auto nos seguía.
- Me parece que un auto nos está siguiendo- dije eso y el miró por el espejo retrovisor.
- Parece que te tendrás que ir acostumbrando a mi agitada vida- sonrió sarcásticamente, se notaba que estaba molesto- seguramente es un paparazzi. Escúchame, cuando bajemos a ver la película, no les contestes nada de lo que te pregunten, limítate a seguirme y cuando estemos adentro, ya no podrán entrar.
- no tengo interés de aparecer en internet o en cualquier lado como la misteriosa amiga de Noah Shepard- dije algo molesta
- De alguna forma aceptaste ser conocida al aceptar hablar conmigo y ver una película- rió y yo solo lo miré mal.
- No sabía que eras tan famoso, me dijiste que solo te conocían en el país y tampoco pretendía que nada de esto sucediera.
- Si me conocen en el país, pero eso no significa que no tenga fans ni paparazzis siguiéndome, últimamente mi fama ha crecido un poco, al parecer logras un hit en youtube y ya está, todos te conocen. ¿Estás enojada?-preguntó finalmente preocupado y solo supe que yo ya no podía hacer nada más al respecto, pero sí estaba enojada.
- si- contesté cortante-¿Qué tan famoso es ese hit?
- ¿Como número uno en iTunes hace una semana, tal vez? – dijo tratando de sonar inocente y yo supe en ese momento que su versión de fama era pura modestia, o tal vez me había mentido de nuevo.- mira, Lexi, en verdad lo siento, en verdad quería ver una película contigo, no pretendía que estos idiotas nos siguieran.- dijo volviendo a mirar por el espejo retrovisor con enfado y lo entendí. Si, definitivamente era modestia, él no se daba cuenta de lo famoso que era, y yo ya había aceptado intentar tener amistad con él. Solo esperaba que esto no fuera malo.
- está bien, vamos.- dije resignada cuando estacionó para ir a elegir la película.

Tu ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora