Hoy mi cabeza se encontraba en otra parte. Lexi no se había dignado a contestar ninguno de mis mensajes. Al principio había pensado que tal vez me había dado mal su número, y solo envíe mensajes diciendo cosas como "¿Eres Lexi?" y nada. Cero respuestas. Al final me rendí. Sumado a todo eso, últimamente había sido atormentado por pesadillas sobre Nina. Anoche exactamente había sido aún más extraño. Esta vez no era Nina, sino Lexi. Ella susurraba palabras como "déjame en paz, vete con ella"; en un momento hasta había soñado que me disparaba. Es extraño y realmente no sabía que me sucedía.
Decidí bajar a la sala a ver un poco de televisión. Logré ver como Leo entraba y salía de casa trayendo cajas. La noche anterior había comentado que hoy se dedicaría a remodelar su habitación, dejarla "jodidamente fiestera" ese había sido su término.
Cuando terminó, noté que su humor había cambiado radicalmente. Al iniciar estaba muy feliz por la remoderación, pero ahora lograba ver como hechaba humos.
-¿Te pasa algo? -pregunté algo divertido.
- Todo me pasa. -contestó cortante y de muy mal humor.
-Es en serio. ¿Cuál es el problema?
- Resultan que ya sé quienes son nuestros nuevos vecinos.
Al escuchar eso me sentí un poco incómodo. Nina solía vivir ahí, pero aproximadamente hace unos tres meses la casa se había vendido. Solo había visto como era remodelada, como todos mis recuerdos de Nina allí eran borrados, y nunca había visto a los vecinos mudarse, al parecer hasta ahora.
-¿Y bien? ¿Cómo es posible que algo así te moleste?- dije tratando de sonar lo más tranquilo posible.
-Es la chica con la que tuve sexo en el hotel cuando hicimos fumigar la casa, Maggie o algo así.
Mi corazón dejó de latir por unos segundos. ¿Sería posible?. Lexi era su hermana. La casa era gigante, seguro estaba Maggie y toda su familia, no cabía duda. Lexi era mi nueva vecina.
Lexi. Nina. Mierda. ¡Mierda!- ¿Y por qué te molesta tanto?- logré preguntar luego de unos segundos luchando conmigo mismo.
-Porque simplemente nunca puedo estar más de una noche con una chica, y probablemente ésta idiota se enteró que eras famoso y pensó que podía sacar provecho de mí, y, digo, ella está jodidamente caliente pero no quiero verla, fue solo algo de una noche.Me tomé unos segundos para analizar toda la estúpida historia que él habia creado en tan solo unos minutos.
-Cerdo egocéntrico.- contesté riendo y me marché.
Leo comenzó a soltar una sarta de maldiciones que ni siquiera me molesté en escuchar mientras subía a mi habitación.
En mi habitación me puse a pensar. ¿Por qué me tenía que pasar esto a mí? ¿Justo ahí se debía mudar? Al lugar que yo acostumbraba ver a Nina. Parecía una maldición del destino para reabrir una herida que nunca habría de sanar. Sumado que era Lexi, la misma chica que luego de comportarse increíble conmigo había decidido ignorarme y no entendía por qué.
Decidí prender la computadora y contestar un poco a fans y divertirme con algunos videos en youtube. Intentaba no pensar en Lexi, pero todo el tiempo me preguntaba si ella estaría afuera, o que estaría haciendo, que estaría usando y cosas así.
Tendría que encontrar una distracción pronto o me volvería loco.
Como si alguien leyera mi mente, mi celular sonó. Chloe.
Intenté no pensar en ella molesto, pero es que ya no podía evitarlo. Por alguna razón ella se había convertido en una molestia para mí. Cuando solo era mi mejor amiga las cosas estaban mejor. Pero hoy necesitaba una distracción y había llegado en el momento indicado.
"Hola C" dije en la línea, siempre había usado ese apodo con ella, nunca había salido una palabra de amor hacia ella de mi boca, simplemente no podía, no lo sentía.
"Hola amor, estaba pensando en ir a tomar un café ahora, ¿estás ocupado?" dijo ella tranquilamente y pensé que era la mejor distracción al momento.
"Me parece bien. Te recojo en veinte, nos vemos" dije antes de colgar.
Tal vez había sido frío, pero ya no sabia como actuar y ella no parecía notarlo. Me cambié, tomé mis llaves y salí.
Esa tarde me lo pasé a su lado. Lo típico. Buscarla, ser perseguidos por papparazzis, tomar café, charlar, besarnos, llevarla a su casa, volver.
Cuando llegué a casa, no tenía ni siquiera ganas de cenar. Solo subí las escaleras a mi habitación y me acosté a dormir.
Me desperté con el sonido de música muy fuerte desde el exterior. Sonaba la canción "Burning Love" de Elvis, una de mis favoritas, solo que no en las mañanas y menos cuando es la razón de que me haya despertado. Mi humor empezó siendo uno de perros, era un monstruo por las mañanas y más aún cuando me despertaban. Me levanté molesto y miré por la ventana.
Era Lexi lavando un auto mientras escuchaba música y cantaba. Sin quitar mis ojos de ella, comencé a cambiarme. Repentinamente mi humor había cambiado. Estaba hermosa y yo tenía que hablarle.
Cuando estuve listo, baje y salí. Me acerqué a ella dando zancadas. Ella me miró, se veía sorprendida, y a la vez pude notar una pizca de enojo en sus ojos.
-Quién diría que seríamos vecinos. Pequeño este mundo-admití sonriendo.
-Demasiado pequeño para mi gusto- contestó ella algo mal para mi gusto.
-¿Por qué no respondiste ninguno de mis mensajes?- inquirí
-Porque no puedo ser amiga de mentirosos.-dijo sin mirarme mientras seguía lavando el auto. Definitivamente me quería ignorar.
¿Yo mentiroso? ¿En qué demonios le había mentido?
-¿Mentiroso?-le dije sorprendido.
- Y sigues actuando como si nada pasara, es increíble.-contestó riendo irónicamente.- Es evidente que ya sé que eres un famoso cantante.
Mierda.Había olvidado por completo ese detalle. De todas formas, no era la gran cosa que ella no pudiera superar. Si, me sentía mal por haberle mentido, pero ella había dicho cosas como que no le gustaban los famosos y tampoco me había dado la oportunidad de decírselo. Si hubiera cotestado alguno de mis mensajes se lo habría dicho.
- ¿Y por eso te enojaste? Pero si fue una idiotez del momento, ahora soy sincero, soy famoso, ni siquiera tanto, solo en este país y no mucho más allá. Además tampoco me diste la oportunidad de decirtelo, ni siquiera contestaste los mensajes que te envié.- repliqué.
- Me mentiste en ese momento, ¿por qué habría de darte otra oportunidad? Ademas ¿es así siempre? ¿es así como vas a excusarte? Yo creo que conozco muy bien el tipo de persona que eres; de esos típicos famosos que no hicieron nada asombroso y se ganaron millones de dólares, cuando hay un montón de personas muriéndose de hambre y ustedes están degustando la buena vida y luego cantan canciones sobre la pobreza como si realmente les importara. Creen que lo más importante es tener buena ropa y una típica novia rubiecita con quien compartir cama. Y sobre todo, son tan superficiales que les encanta arruinarles la vida a los demás.- dijo enfurecida
- Estas tomando juicios apresurados, Lexi- traté de decir lo más calmado posible- no me conoces, no soy así.
- Ah ¿no? ¿Entonces por qué tu hermano salió con mi hermana, luego la llevó a la cama y al otro día desapareció?
- No es mi culpa que mi hermano sea un tremendo patán con las mujeres y que tu hermana sea fácil- dije perdiendo los estribos.
- Sé que mi hermana puede ser fácil, pero tu hermano también la engañó, la emborrachó y la llevó a la cama.
- Sea así o no, eso no nos incumbe, es la vida de mi hermano, no la mía.
- Mejor vete- contestó cortante ella.Sentí que podría acercarme a darle una golpiza en ese momento, me acerqué unos pasos más hacia ella completamente furioso hasta que quedamos a escasos centímetros. Miré a sus ojos fijamente, noté al instante como una corriente eléctrica nos recorría y cuando pensaba en el deseo de asesinarla con mis propias manos, todo se mezclaba lentamente con enormes ganas de besarla. La deseaba, y me asustaba desearla de esta forma, sentir que en cualquier momento podría quitarle la ropa, hundirme en su cabello, aspirar su aroma, unirme a ella de toda forma posible…
Decidí no hacer ningún movimiento para relajarme y ella volvió a hablar.
- ¿Qué esperas para irte? Tengo agua aquí mismo y no dudaría en mojarte.-dijo mostrándome una manguera que cargaba.
- Hazlo- contesté desafiante - no me voy hasta que hablemos. No voy a permitir que nadie saque juicios apresurados so…- comencé a decir, pero fui interrumpido cuando el agua helada mojó todo mi rostro y mi cabello.No supe que pensar al principio, o que hacer, hasta que unas inmensas ganas de reír me recorrieron y no dudé en echar unas carcajadas por el hecho. Decididamente, me acerqué a ella, tomé la manguera y comencé a mojarla. Ella protestaba y se reía, y yo no podía evitar reírme por las muecas que ella hacía. Estuvimos así por unos minutos cuando intenté robarle la manguera nuevamente y ella hizo fuerza también para evitar que se la sacara, pero al hacerlo se resbaló con el lodo que habíamos formado por estar mojándonos. Ella calló repentinamente y debido al poder de la física y la fuerza de la gravedad o simplemente estupidez mía, ella me arrastró abajo también. Caí sobre ella, pero no pude evitar seguir riendo, y ella mucho menos. En un momento sentí como me perdía en sus ojos y los dos dejamos de reírnos.
Estábamos completamente mojados, podía ver como la ropa se adhería a la hermosa forma de su cuerpo y sentí como el deseo volvía a recorrer por todo mi cuerpo. Instintivamente me acerqué a ella, pude sentir su respiración tentadoramente cerca de mí, y solo pensé que estaba a punto de morir. Desesperaba por juntar mis labios con los suyos, probar su sabor, sentirla debajo de mí. Me aproximé un poco más a sus labios instintivamente.
- Está bien- dijo ella interrumpiendo el momento, sacándome del trance completo que tenía.
- ¿Qué cosa?- le pregunté confundido.
- Creo que debería dejar de hacer juicios tan apresurados e intentar que nos llevemos bien. Después de todo seremos vecinos y no conozco a nadie más aquí.Ayudas muchísimo con un voto o un comentario y tu opinión, gracias por leer.
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Tu Ángel
Genç KurguLexi llevaba una vida normal hasta que le anuncian que se mudaría a Los Ángeles con toda su familia. No tenía buena disposición, pero cuando conoce a Noah todo cambia. Noah tiene el corazón completamente roto por el amor de su vida, su ángel pero a...