El archimago lucía bastante molesto con la respuesta del Gran Mago, mientras decía:
"Ya veo, parece que eres demasiado ignorante sobre el verdadero pasado del continente como para entender razones válidas. Pero te diré una cosa, es gracias a la religión de Shiam que todavía estamos vivos en este lugar. Y durante siglos, la iglesia hizo lo que era necesario hacerse para que la mayoría pueda vivir en paz. A pesar de esto, las dos profecías anteriores solo pudieron ser demoradas y, con el tiempo, igual se cumplieron... Fue con el bastardo de Sadner Morgan que se cerró el segundo ciclo. Y ahora, mi nieta podría desencadenar el tercero y último. Así que no me hagas esto más difícil de lo que ya es y déjame acabar con su vida rápido, mientras todavía conserva la pureza necesaria. Esta es la única forma de evitar, de forma certera, a la terrible maldición que traerá consigo. En caso de no hacer nada, esta plaga maldita azotará al continente entero y acabará con todos nosotros en el proceso. ¡Entiéndelo de una vez!"
El maná, alrededor del archimago, comenzaba a agitarse violentamente ahora. Era claro que ya había perdido la paciencia anterior.
"Anciano, respeto tus creencias religiosas tanto como puedo, pero... ¡Ella es tu nieta! ¡Tu propia sangre! Así que dame alguna otra alternativa que no sea matarla y la tomaré", Owen trató de mediar con el archimago por última vez, apelando a lo que consideraba su mejor razón. En el fondo, él sabía que le sería muy difícil derrotar a la otra parte en un combate. Así que una solución intermedia podría ser su mejor opción.
"No lo entiendes. ¡Esto es mucho más grande que tú o yo! ¡Esto es algo que debe hacerse! ¡Es una misión divina!" respondió el anciano calvo, con fanatismo impreso en su rostro, mientras levantaba una enorme ventisca a su alrededor.
"¡Demente! Si no querías llegar a un acuerdo desde un inicio, podrías haberme ahorrado tener que escuchar tus sermones y perder mi tiempo con tus tonterías. Viejo loco, te seré honesto ¡Tu dios y tu pueden irse a la mierda!", gritó Owen, mientras lanzaba a su invocación de magma en contra del archimago.
El archimago enfrentó a la colosal criatura ardiente de Owen, con otra monstruosidad, pero de la magia elemental opuesta, la subclase Hielo.
El archimago, hábilmente, invocó con un hechizo:
"Custos Glacies" (Guardian del Hielo)
Owen no sabía si el viejo había hecho esto para humillarlo o molestarlo. Pero definitivamente quería marcar un punto que era ¡Yo también puedo hacer lo mismo que tú, pero mucho más rápido!
Mientras que Owen requirió del uso de su nuevo sistema de lanzamiento de magia, con sellos incluidos, este archimago tenía mucho más maná total y un dominio perfecto, por lo cual, no le importó en lo más mínimo lanzarlo con si fuera un hechizo rápido.
~ ¡Brruuumm!~
La colosal invocación de magma chocó contra la pesada y helada invocación del archimago. Eran como dos montañas colisionando entre sí y varías casas de alrededor se vieron afectadas enormemente; mientras temblaban con fuerza y sus techos se resquebrajaban. Era solo cuestión de tiempo para que toda la calle colapsara por completo.
El Gran Mago sabía que muchos inocentes morirían durante esta noche por culpa de la intensidad de este duelo. Y debido a las consecuencias de este combate, podría haber problemas diplomáticos serios entre el Reino de Arcia y la Academia Celestine. ¡Pero esto era lo que menos le importaba en este momento! Su rival era un archimago y tenía su maná completamente intacto. En comparación a él, que había luchado previamente contra muchos otros durante esta noche y que era solo un Gran Mago, la otra parte tenía todas las de ganar.
Mientras los dos gigantes colisionaban brutalmente.
Owen Shan apuntó hacia el archimago Mistan con su báculo, y gritó:
"¡Shaera magma!" (Esfera de Magma)
La cabeza de la familia Mistan respondió con la misma violencia:
"¡Shaera Glacies!" (Esfera de Hielo)
~ ¡Trash!~
Los dos hechizos rápidos se estrellaron, y se cancelaron entre sí. El Gran Mago sabía que la otra parte lo estaba subestimando y jugueteaba con él a gusto.
"Viejo loco, parece que te gusta presumir tu habilidad arcana superior. Así que no me has dejado otra opción. ¡Intenta imitar esto!", declaró Owen, mientras sostenía su báculo con fuerza.
Había llegado la hora de usar su carta de triunfo más poderosa de todas. Aquella que juró no utilizar jamás, a no ser que no tuviera ninguna otra opción. Era algo tan poderoso que, de seguro, acortaría su vida si sobrevivía.
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El Mago y la Princesa Imperial ✔️ Libro 0 ✔️ Deidades Arcanas saga ✔️ Precuela
FantasyEl gran mago Owen Shan, se ve envuelto en una serie de intrigas políticas, por parte de los distintos poderes del continente; debido a la búsqueda de una misteriosa joven desaparecida. Atrapado entre los intereses del Reino de Arcia y el Imperio And...