"Princesa Alanna... Resiste ... Debes recuperarte... ¡Debes despertar!"
Alanna abrió sus ojos con dificultad, mientras intentaba descubrir de donde provenía la extraña voz y se acostumbraba a su nuevo entorno.
La pared de una celda, húmeda e inmunda, yacía ante sus ojos. Ella se encontraba recostada sobre lo que parecía ser una oscura y gruesa capa.
Alanna todavía no lograba visualizar con claridad al hombre que le hablaba, pero, pudo observar de reojo que la capa donde estaba recostada tenía la imagen de un toro rojo estampado.
« Es un emblema rojo, pero no es una flor de loto. » Alanna suspiró con alivio, al recuperar la lucidez, ante este primer pensamiento. Lo último que necesitaba ahora, era encontrarse con otro asesino del Loto Rojo.
Fue en este momento, cuando ella recordó todo lo que había vivido durante las últimas horas. Y también, se percató de que había estado soñando con algunas de las cosas terribles que le sucedieron durante los últimos diez días.
« Otra vez soñé con lo que le pasó a mi madre y a los demás. Esa pesadilla se repite... » pensó Alanna, sabiendo que no le sería fácil recuperarse de la conmoción sufrida por la horrible experiencia que le tocó vivir, en aquella fatídica noche. Ya era la tercera vez que soñaba con esta tragedia, a veces en partes diferentes, pero esta vez fue la más dura y larga de todas.
"¿Se encuentra bien, princesa Alanna?" preguntó, aquella voz que no reconocía.
Alanna, finalmente, pudo fijar su visión, y observar con claridad a quien le hablaba.
Se trataba de un hombre corpulento, con un poco más de 30 años de edad, cabello oscuro y una barba de estilo candado o perilla. Su voz era nítida y sonaba algo preocupada.
Alanna miró fijamente al hombre, notando su gran altura, su musculoso físico y su oscura vestimenta.
"¿Cómo sabes mi nombre?" preguntó Alanna y, de inmediato, pareciendo más perturbada, agregó:
"¿Y por qué me llamaste princesa?"
En este momento, ella notó que el hombre estaba bastante concentrado, mientras le hablaba, con sus manos extendidas hacia el suelo.
Un círculo mágico había sido dibujado debajo de donde ella estaba sentada. El sujeto musculoso parecía estar inyectando algunas partículas azules en el mismo, que se desprendían desde sus manos.
Alanna, aunque tenía un conocimiento superficial en todo lo relacionado con lo arcano, porque nunca había sido enseñada sobre este tema, ya que, el asunto no era considerado como algo que fuese acorde para el estatus de una princesa imperial; ella sabía que solo los magos más poderosos podrían lograr que su mana adquiriera un color azulado, en lugar de uno transparente y normal.
Viendo el color de su vestimenta y notando que el sujeto parecía estar ayudándola, llegó a la conclusión más probable:
« ¡Debe ser un Gran Mago de la Academia Celestine! »
"Me alegra saber que te has despertado y que estas bien." dijo el sujeto, mientras cortaba su conexión de maná con el círculo de mágico.
Fue ahora cuando Alanna pudo confirmar de que este mago estaba ayudándola a recuperarse y que había obtenido una mejoría considerable en su estado actual; ganando un impulso inmediato de vitalidad. Era como si hubiera comido bien, tenido una buena siesta y recibido primeros auxilios, todo junto y al mismo tiempo.
"La magia de curación está lejos de ser mi especialidad. Pero, por suerte, tus lesiones no eran demasiado graves." explicó, el mago de túnica negra, con una amarga sonrisa en su rostro.
Alanna se reincorporó, y volvió a preguntar:
"¿Cómo sabes mi nombre?"
Estaba agradecida con el mago, pero, después de todo lo que le sucedió durante los últimos días, temía haberse encontrado con un lobo con piel de oveja. Nadie aquí debería saber quién era, sin embargo, este sujeto la llamó princesa. ¡Claramente la conocía!
"Conocí a tu madre en el pasado y tu parecido con ella es bastante sorprendente." soltó Owen, sin explicar demasiado los otros por menores, cómo, por ejemplo, el hecho de que el Conde de Verdi ya le había informado sobre su nombre de pila.
Alanna mostró una expresión algo triste y pensativa al escuchar estas palabras.
"Me enteré que murió hace poco..." mencionó Owen Shan, intentando forzar un tema de conversación, con la recientemente reanimada joven.
En el continente Nirm, no todas las noticias viajaban rápido. El Imperio Andrasin se había ocupado de mantener en secreto todo el asunto sobre los recientes cambios sociopolíticos sucedidos en su territorio, mezclando mentiras con verdades. Y, aunque la alta nobleza del Reino de Arcia ya conocía una gran parte de lo sucedido realmente en el imperio, Owen era un Gran Mago de la Academia Celestine y no estaba tan informado sobre asuntos tan recientes como este.
Él no tenía idea de que la emperatriz había sido brutalmente asesinada, ni tampoco de que los culpables provenían de la propia familia de Alanna. De hecho, la información con la que contaba, era apenas un poco superior a la de los ciudadanos normales.
Una lagrima de tristeza, se asomó en el rostro de la ya devastada Alanna.
Owen se mostró un poco torpe, sin entender demasiado la situación, y preguntó:
"¿Todavía te duele algo? Sé que no soy muy bueno con la magia de curación, pero si tú quieres, yo podría..."
"Por favor, solo dame un segundo." cortó Alanna, que sabía que el mago tenía buenas intenciones, pero, acababa de tener una pesadilla terrible y recordar a su madre, justo ahora, era lo último que necesitaba.
La imagen de su cuerpo sin vida, la invadía con fuerza en su mente y de forma brutal.
"Que joven más extraña..." pensó Owen, algo confundido y levantando sus hombros.
Había llegado a convertirse en un Gran Mago, golpeando a todos los que se cruzaron en su camino y estudiando cientos de grimorios mágicos avanzados. Pero, el asunto de los sentimientos y el tacto básico con una noble dama, eran algo que claramente no se le daba muy bien a Owen Shan.
-------------
Notas del autor:
Se subirá otro capítulo cada vez que se alcancen los 10 votos, o directamente el siguiente sabado.
ESTÁS LEYENDO
El Mago y la Princesa Imperial ✔️ Libro 0 ✔️ Deidades Arcanas saga ✔️ Precuela
FantasiEl gran mago Owen Shan, se ve envuelto en una serie de intrigas políticas, por parte de los distintos poderes del continente; debido a la búsqueda de una misteriosa joven desaparecida. Atrapado entre los intereses del Reino de Arcia y el Imperio And...