Medidas Preventivas

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Edmund Phillips miraba detenidamente el papel amarillo chirriante que sostenía en sus manos

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Edmund Phillips miraba detenidamente el papel amarillo chirriante que sostenía en sus manos. "Mantén tus manos limpias. Lávalas constantemente", era lo que estaba escrito en enormes letras negras que resaltaban ante el color del panfleto que tenía el hombre en sus manos.

—Pura mierda —Edmund arrugó la hoja hasta hacerla una pequeña bola, y la lanzó al suelo, haciendo que la fina niebla danzara por el movimiento.

—¿Pasa algo, general? —La máscara que el doctor Umesh Kapoor llevaba sobre su cara hacía que su voz apenas se escuchara.

—Que creo que esto es pura mierda —El hombre señaló a la pared frente a él donde una enorme cantidad de afiches del mismo color amarillo intenso. En ellos, habían diferentes mensajes con indicaciones y sugerencias dirigidas a los civiles con la intención de cuidar su salud.

—Estas son medidas hechas para salvar vidas.

—Es fácil decirlo cuando están enfundados en malditas bolsas de plástico —Phillips señaló el traje que llevaba el doctor, el cual estaba formado por una gruesa capa de plástico blanco que cubría completamente su cuerpo mientras una máscara antigases protegía su rostro—. La mayoría de las personas sólo tienen unas estúpidas mascarillas que usan con la esperanza de no contagiarse de lo que sea que esté aquí afuera, mientras ustedes toman todas las medidas existentes para protegerse.

Phillips pateó la bola de papel haciendo que aterrizará en uno de los charcos producto de las tormentas que habían azotado la ciudad en los días pasados.

—Ustedes también están más protegidos que las personas comunes — Kapoor señaló hacia la cuadrilla de personas con vestimentas iguales a la de él que avanzaban a unos metros de ellos. En sus manos llevaban un pequeño tubo que dejaba escapar la sutil niebla que reptaba sobre el suelo, formando pequeños remolinos con cada movimiento que hacían —¿Cree que las personas comunes tienen un grupo de personas que desinfectan el piso donde van a pasar?

Edmund resopló con fuerza, haciendo que una gran cantidad de vaho chocara contra el cubrebocas que llevaba, y dejando una desagradable sensación de humedad.

—¿Y usted cree que ellos pudieron prevenir lo que les pasó con sólo lavarse las manos? —Phillips apuntó su dedo hacia una casa del otro lado de la calle. Cintas amarillas impedían el paso más allá de la gariboleada herrería que delimitaba el jardín frontal, donde algunos juguetes descansaban desordenadamente sobre el pasto, mientras la puerta de madera exhibía un extraño símbolo pintado con un color naranja penetrante—, Puede decir lo que quiera, pueden tapizar toda la puta ciudad de estos malditos carteles, pero ambos sabemos que esto no se resolverá así.

Umesh soltó un suspiro tan profundo que, incluso con la máscara y el traje que llevaba, fue percibido por Edmund.

—Usted estuvo ahí, ¿cierto? —preguntó como un mero contrato, él sabía la respuesta.

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