| Broken | The 100 [2]

009

Crystal miró la pequeña aldea y en su mente se pasaron imágenes de como Finn pudo hacer la masacre que el terrestre le decía. Y es que en su mente no cabía la imagen de Finn con un arma para matar a 18 inocentes, él nunca estuvo de acuerdo con matar. Habían varias familias que estaban rodeando como especie de un funeral, y sintió una punzada en su corazón al saber que era cierto todo lo que le había dicho. -Quiero hablar con tu comandante.

-Claro, sígueme.

Pero antes de dar un paso, varios terrestres salen como especie de un búnker subterráneo. Y las miradas de los terrestres se posan en ella, el rubio que la había traído supo al instante que algo pasaba, y lo confirmó cuando los suyos sacaron sus lanzas contra Crystal, que solo entrecerró los ojos, desconfiada.

Por lo que golpea la rodilla del rubio y lo agarra del cabello, llevando su brazo aprisionando su cuello. -No pensé que fuera una trampa-murmura cuando ve a los terrestres en modo de defensa.

-Y no lo es-respondió como pudo, Crystal miró a todos y gruñó, soltando al terrestre.

-¿Dónde está la comandante?-cuestiona seriamente, mirando a todos. La castaña de ojos claros observó la valentía y el coraje de la pelirroja cuando se vio en peligro, pero se deleitó al ver como dejaba a Ragnar con vida.

Crystal detuvo su mirada en la castaña que se acercaba, y la examinó de pies a cabeza. Ambas jóvenes se miraban con determinación, como si eso les dijera algo acerca de la otra. -¿Quién eres tú?

-Al parecer no has tenido la dicha de conocerme. Soy Crystal Foster, reina de los caídos.

La comandante alza una ceja confundida, pero se queda callada. -Muy bien, Crystal Foster. Debo avisarte que has venido en un mal momento.

Al decir eso, varios terrestres se acercaron a ella para agarrarla de los brazos. -¿De qué hablas?-su mirada se va hacia el rubio que había conocido, y cuando vio su mirada furiosa, supo al instante. -Pero qué imbeciles, hijos de perra.

Todos se quedaron sorprendidos ante el insulto. -Esa no es manera de...

-No me refiero a ustedes. Si no a mi gente-dice rodando los ojos. -La verdad es que hasta a mi me dan ganas de extinguirlos. Lexa, digo comandante, creo que podemos llegar a un acuerdo.

-No se hará ningún acuerdo-habla fuertemente una mujer de piel morena, Crystal tensó la mandíbula y miró a la castaña.

-No entiendo lo que pasó, pero le aseguro que no se arrepentirá, comandante.

-Llevénsela con los otros.

Crystal empieza a sacudirse, pero la punzada en su hombro le evita moverse con rapidez. -Sé como poder entrar al monte Weather, el presidente de ellos me dejó salir y puedo volver cuando se me antoje.