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Capítulo 56: Dos por el precio de uno.

- Se sentirá un poco frío.- advirtió el doctor poniendo algo raro en el estómago de Kim, se estremeció un poco cuando hizo contacto con su piel.

No sé qué tan cómo estaba con el hecho que su ginecólogo fuera hombre, quiero decir, ¿en qué momento de la carrera de medicina decides que quieres ser ginecólogo?

¿Qué te motiva a querer ver vaginas todos los días y como llegas a tu casa tal vez con tu esposa y tendrías ganas de tener sexo con ella.

Los ginecólogos hombres me causaban mucha intriga.

- Esto se sentirá raro.- comentó acercando la cosa para hacer el ultrasonido.

Comenzó a moverlo en el estómago como buscando algo, la mano de Kim apretó la mía un poco cuando se empezó a escuchar algo.

- Uh, oigo un latido.- dijo subiendo el volúmen.

Ella me volvió a ver con una sonrisa en su rostro, la emoción reflejándose en sus expresiones faciales, definitivamente alegre por que se haya encontrado un latido.

- ¿Oigo un segundo latido?- frunció el ceño.

Y fue entonces cuando en el monitor se logró ver al fin lo que parecían dos camarones extremadamente pequeños se mostraron en la pantalla, contuve la respiración viendo eso antes de ver a Kim, que tenía una cara de asombro en su rostro.

- ¿Eso quiere decir que...

- Es un embarazo doble.- concluyó el doctor.

Parpadeé impresionado parándome; habíamos hablado de tener un hijo y como mucho dos, pero de repente saber que Kim estaba embarazada de dos era un choque repentino e inesperado.

Caminé unos momentos por la sala asimilando la noticia, dos bebés parecían mucho para un par de papás primerizos.

- Pero... ¿cómo?- fruncí el ceño.

- ¿Alguno tiene gemelos en su familia?- preguntó el doctor limpiando el estómago de Kim.

Ella me volvió a ver a mi, haciéndome recordar que efectivamente era yo el que tenía tíos gemelos.

- Esto no es muy común que sea gracias a los genes del padre pero si pasa, así que ahí está su respuesta.- explicó cruzándose de brazos.

Choqué accidentalmente con una estantería repleta de libros y figuras escala del sistema reproductor femenino, estaba definitivamente en shock.

- Un segundo, Señor Collins.- pidió el ginecólogo.

- Si, no te acerques, no vaya a ser que me hagas otros dos.- dijo Kimberly haciendo al doctor soltar una carcajada.

Ambos estábamos en la misma condición, impactados por saber que estaba embarazada de dos y sin idea de como reaccionar exactamente.

Había un silencio incómodo en el auto, de los que nunca hay entre nosotros, un pequeño suspiro suyo al llegar a la casa.

- Hey.- la llamé siguiéndola a la cocina.

- Estoy paniqueandome, Alan.- dijo con la respiración acelerada.

Suspiré acercándome para abrazarla, dejando su rostro en mi pecho, acariciando su espalda cariñosamente.

- Todo estará bien, cariño.

Efectivamente estabamos reaccionando igual a la nueva noticia.

- Quiero comida tailandesa.- murmuró en mi pecho, solté una carcajada.

Hey, imbécil [Hey 1] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora