Hey, imbécil [Hey 1] TERMINADA

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Capítulo 6: Niña metiche.

- Hola ma.- saludo cerrando la puerta atrás mío.

- Hola amor, ¿ya almorzaste?- respondió.

- No, ¿hiciste comida? Tengo hambre.

- Aprovechado;- murmuró entrecerrando sus ojos y negando con su cabeza.- ¿como te va en la universidad?

- Pues bien mamá, acabo de salir de exámenes, estoy a mitad de mi tésis..., ¿que hay de comer?

- Comida.

El humor de mi madre era indiscutible, esa señora tenía un ángel, siempre sonriendo y haciendo bromas sutiles.

- No te creo.- respondo de manera sarcástica.

- No seas grosero con tu madre.- me golpeó con el paño que tenía en la mano.

- Lo siento. ¿Y Charlotte?

Hagan lo que digo pero no hagan lo que hago, clásico de mi mamá.

- Viene de camino..., ¿Fue difícil cuidar a Liana?

- Fue hace como un mes, pero la verdad es que no.

Ella se volvió y me analizó, juzgandome con la mirada.

- ¿Que te pasa?

¿Que me pasa? Nada, ¿que me puede pasar?

Mi subconciente respondía la pregunta: un pequeño huracán rubio con mechas rosas que trabaja en un estudio de danza.

- Nada.- encogí los hombros.

- No me mientas, Alan. Te di a luz y te cuidé por diecinueve años, sé algo te pasa.- regaña con los ojos aún entrecerrados.

- Me he estado viendo con una chica.

- ¡Al fin! Pensé que te habías vuelto gay. Quiero decir, no tengo problema, sabes que te amo y te apoyo en todo, pero pensé que te habías vuelto gay y nos ocultabas a tu pareja. ¿Como se llama?

- Kimberly.- respondo confundido. ¿Tengo pinta de gay?

- ¿Nos la vas a presentar?- preguntó limpiando sus manos en el mismo paño con el que me había pegado minutos antes.

- Ya la conoces.- respondí, abrió su boca tras hacer números.

- ¿Hoffman?- preguntó, asentí con mi cabeza.- ¿La vas a traer? Tanto tiempo sin verl...

- Mamá, acabamos de empezar a salir...

- No importa, tu padre y yo nos casamos a los siete meses de salir...

- Y él te fue infiel, que lindo.- agregué rodando mis ojos.

- ¿Que te dije de ser grosero con tu madre? Traéla.

Yo sabía porqué ella quería que la trajera, ella era amante de juzgar a mis novias y brindarme motivos para cortar con ella. Lo peor era que yo era lo suficientemente estúpido como para no hacerle caso y pensar que era yo quién tenía la razón y por eso terminaban las cosas mal.

- ¿Necesitas ayuda?- pregunté viendo como sacaba tres tomates del refrigerador.

También buscaba cambiar de tema.

- Parte esos tomates en cuadritos, cielo.- los señaló mientras revolvía algo en la estufa.

Los domingos eran un día especial, cena en familia. Charlotte y yo íbamos a casa de mamá y Jerry, ella traía a Liana y si yo tenía pareja en ese momento la llevaba.