Capítulo 25: El retorno del Brian.
- ¿Qué es esto?- sonrió tras abrir su regalo.
Miércoles diecisiete de enero, el día en el que Kimberly Hoffman hizo acto de presencia en el mundo. Lo malo de que cumpliera en enero es que gasté dinero en regalo de navidad y ahora de cumpleaños.
Terrible.
- Mientras buscaba tu regalo encontré esto en una tienda. Extiende tu muñeca.- ella obedeció, procedí a ponerle el pequeño aparato alrededor de su fina mano.- La idea es que cuando estés pensando en mi o algo relacionado a mi...- ella abrió su boca impresionada tras recibir una pequeña vibración en su muñeca.- presiones aquí y así yo me voy a dar cuenta.- sonreí, ella me imitó y buscó cómo activar la suya, reí tras la vibración en mi brazo.
- ¡Me encanta!- sonrió haciendo vibrar una y otra vez mi pulsera.- Es fabulosa.
Se paró para abrazarme, sentí su sonrisa contra mis labios.
- Gracias.- sonrió besando rápidamente mis labios.
- Espera... Te tengo otro regalo.- saqué un moño de regalo de mi bolsillo y me lo pegué en la frente, en sus labios surcó una sonrisa.- Soy yo.
Ella soltó una risita y rodeó con sus brazos mi cuello y me besó, durante el beso quitó el moño que estaba en mi frente. Caminamos lentamente hacía la habitación de ella y nos dejamos caer en la cama.
- Ya no vas a poder decir que no hemos tenido sexo en la cama.- murmuré contra sus labios disfrutando de la sensación de sus manos bajo mi camisa.
- No lo voy a extrañar.- la levantó sobre mi cabeza y paso sus manos por mi abdómen.- Dios, que bueno estás.
- ¿Buenos genes?- murmuré, ella soltó una risita levantándose un poco para quitar su blusa.
Bajé mis besos a su cuello, Kim estaba tratando de quitarme el pantalón con una mano mientras tenía la otra en mi cabeza. Gemía suavemente cuando mis labios tocaban ese lugar al lado de su clavícula.
- Alan, estoy en mis días.- confesó aún con mis labios en su cuello.
- ¿Crees que me importa?- hablé seriamente levantando mi mirada hacía sus ojos.
- Creí que eras uno de esos chicos que no tendría sexo con su novia en sus días por "higiene"- rodó los ojos cuando le estaba quitando el sostén.
- Un buen marinero navega en mares rojos.- le guiñé un ojo, ella soltó una risita
Bajé mis besos por su pecho, sobre su sostén y por su abdómen, desabroché el cierre de su pantalón y se lo quité. Ella me miraba atenta con una sonrisita en su rostro, pasé mi lengua por encima de la tela de su ropa interior, sus caderas se movieron involuntariamente, soltó un pequeño gemido.
Comencé a besar sus pechos, encerraba uno con mi boca y con mi mano estimulaba el otro. Escuchaba los jadeos de Kim y esos eran los que provocaban que en este momento tuviera una erección prominente en mis pantalones. Su mano estaba en mi cabello, incitándome a seguir haciéndolo.
- Usas copa, ¿verdad?- paré mi movimiento, ella asintió con su cabeza, sin parar sus suaves jadeos.- Vé al baño quitártela.
Ella dio un último suspiro, y se fue al baño. No conocía como se quitaban las copas menstruales, espero que no tarde mucho haciéndolo.
Y contrario a lo que pensé, tardó un o dos minutos, sonreí verla salir del baño, aún completamente desnuda.
Dios, que imagen.
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Hey, imbécil [Hey 1] TERMINADA
RomancePara Alan, ella era un sueño, la chica un año menor que él, que había conocido durante el instituto y de la que se había enamorado, siendo incapaz de expresar sus sentimientos, resguardandolos tras una sonrisa burlona y suspiros silenciosos. ¿Y que...