57-

27 5 0
                                    

Capítulo 57: Versiones miniatura.

Una sonrisa se formó en mi rostro cuando vi que Kimberly me había enviado un video de su estómago, estaba acostada en el sillón de su oficina y había puesto un labial encima, un movimiento proveniente del interior de la panza hizo que se derribara y cayera al suelo.

- Au, eso debe doler.- dijo James inclinándose con una mano en mi escritorio para ver el video.

- No lo sé, Kim dice que no pero yo tengo mis dudas.- ladeé la cabeza.

- Linda.- le dijo James a nuestra compañera que regresaba de la hora del almuerzo.- ¿Duele que te den patadas?

- Bueno, obvio que si, ¿los hombres no se viven quejando de cuando les patean las bolas?- dejó sus cosas en su escritorio.

- Me refiero a los bebés.- ladeó la cabeza mi amigo.

- Oh.- rió al darse cuenta de su error, acercándose a nosotros para ver lo que veíamos.- A mi no me dolía pero no sé si en un embarazo de dos lo haga.- se encogió de hombros.

- Dos, ¿ya saben sus sexos?- preguntó James.

- No, la cita es en una semana.- respondí reproduciendo el video para que ella lo viera.

Sonrió ladeando la cabeza sin levantar la vista de mi teléfono en todo el video, supuse que recordaba sus embarazos y la sensación que la criatura que tienes en el estómago te patee.

Ahora que lo pienso, está bien patear a una mujer embarazada siempre y cuando tú estés adentro del útero.

- ¿Cuanto tiene ya?- preguntó James.

- Veintisiete semanas, creo.- respondí, haciendo que mi amigo ladeara la cabeza confundido.

- ¿Oh, te gustan las matemáticas? Calcula la velocidad.- tomó uno de mis lapiceros y lo estrelló en el suelo.

- Unos treinta y siete metros por segundo.- tanteé moviendo mi cabeza a los lados.

- ¡Cállate, balista!- se cruzó de brazos frunciendo el ceño.

- Son casi siete meses, James.- le dijo Linda sentándose de nuevo en su escritorio.

Ni siquiera yo sabía cuanto equivalía eso a meses cuando se hablaba de embarazo pero por suerte teníamos a Linda y sus embarazos anteriores para que nos guiara.

- ¿Dónde están Robin y Kelly?- preguntó Maurice entrando a la oficina de nuevo, me encogí de hombros negando con mi cabeza.- Como sea, reportaron un cuerpo en un estacionamiento, tenemos que recogerlo.- indicó sin levantar la mirada de su teléfono.

En medio del embarazo de Kim no le podía hablar de los casos que atendíamos por que se ponía sensible y le daba mucho asco pensarlo.

Así que mis tiempos de hablarle a Kim sobre mi trabajo se habían acabado.

El cuerpo había sido encontrado por un grupo de amigos que habían ido a tomarse fotos a un edificio abandonado y en el estacionamiento habían encontrado un cuerpo ya en putrefacción.

Cuando Maurice nos dijo que había sucedido en un estacionamiento creo que todos creíamos que había sido un precipitado, pero analizando que el edificio tenía parqueo subterráneo era un poco claro que no se había caído.

- ¿Sabían que dicen que abandonaron este edificio por que está embrujado?- preguntó Linda para molestar.

- Estás tú aquí así que duendes hay.- le respondí en broma, rodó los ojos sonriendo dándome un codazo.

Linda era unos cuantos centímetros más alta que Kim, así que el chiste del duende encajaba a la perfección en la escena. Kelly, por mientras era más alta que las dos, y al menos una pulgada más baja que Robin, que era el más bajo del equipo.

Hey, imbécil [Hey 1] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora