Capitulo 16

179 20 13
                                    


Con una sonrisa, tomé su suave y delgada mano para insertar la sortija en su dedo, ella tan feliz admiraba entre lágrimas el anillo, no lo podía creer y yo tampoco.
Apenas terminé de hacerlo, cuando se levantó de su silla y corrió para darme un suave beso que significo el amor que guardaba para mí.

Cuando concluyó nuestra cena, tomamos nuestras cosas y salimos del restaurant, el hotel nos quedaba cerca así que comenzamos a caminar rumbo a el, era una noche tranquila, no había tantos autos circular la carretera y aunque nevaba era hermoso el momento.

- ¿Te imaginas nuestra boda? - me preguntó Karla entusiasmada con su mano sujeta a mi brazo - yo sí, incluso puedo vernos decir nuestros votos.

- ¿Encerio?

- Si, ¿Acaso tu no?

- Estoy pesando en qué tendré que trabajar el doble para la boda, que tendré que comprarte un hermoso vestido y ahorrar para la luna de miel.

Karla soltó una risa, hacia mucho tiempo que no vivíamos algo así.

- No seas exagerada, nunca me importaría el prestigio de la boda ni tampoco si hay un buen vestido para ese día... Incluso soy feliz si la luna de miel consta en estar dentro de tu habitación todas esas semanas mirando películas, bebiendo vino, cocinando pastas y viéndote cantar con tu ukelele.

Un remolino de emociones me arrolló como pequeña hoja, detuve mis pasos y me puse frente a ella, Karla sin entender, me miró a los ojos... Mis manos se volvieron suyas y tocaron sus mejillas mientras veía la nieve cubrir su dorado cabello.

- No estés tan feliz, a veces las cosas cambian - dije mientras se borraba su sonrisa - por eso te pido perdón antes de que lleguen.

- Shh - golpeó suavemente mis labios - nadie ni nada me separará de ti.

Y luego me besó, lo hizo delicadamente mientras la nieve caía sobre nosotros y los árboles enredados de luces amarillas brillaban a nuestro alrededor, cerré mis ojos y me dejé llevar por el momento eh inventar lo emocionante que debía ser haberme comprometido con una chica de ensueños.


(...)

Los días avanzaron como polvo y la semana llegó a su fin, el viernes fue un día muy ocupado, Karla casi no estuvo en la habitación porque el salón de belleza la esperaban para largas sesiones, según ella, "tenía que verse espectacular para la noche de mañana", porque después de la cena, ella y yo anunciaríamos nuestro compromiso, un gran paso que confrontar la equivocación y el arrepentimiento.

Entonces, aprovechando que Karla aún no llegaba, salí hacia la terraza para beber un café y pensar las cosas, me senté en una mesa y escuchando la música clásica del lugar continúe pensando si mi compromiso era lo correcto, hasta que sin previo aviso, Isabelle llegó y se sentó frente a mi, cuando mis ojos la miraron, estos se llenaron de un brillo especial, me sentía tan feliz de tenerla aquí.

-¿La vida no te trata bien? te ves decepcionada - dijo a lo que no supe que responder - lamento que estés pasando un mal momento, Firsch me lo dijo todo.

- No necesito tu lastima - respondí bebiendo un sorbo de café - mejor vete, antes de que se malinterpreten las cosas otra vez.

Dolía ser grosera con ella, pero si le endulzaba mi corazón, de nuevo ocurrirían las equivocaciones y el daño sería terrible, porque ahora ya estaba comprometida.

- No tienes porque hacer esto, yo sé que ya no eres feliz con Karla - mi boca empezó a temblar y mis ojos se humedecieron - me iré de tu vida, lo prometo... Pero no te cases con Karla, te lo digo ahora, antes de que notes el error en el que te estás metiendo.

LA GUITARRISTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora