Capítulo 11

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──¿Te crees a Jason?

Buena pregunta.

Ahora mismo me encuentro en el coche de Josh de camino a mi entrevista de trabajo. Después de la revelación de Jason decidí llamar a Josh para que pasara a buscarme.

Me sentía mal. Fatal, de hecho. Nunca debí dejar que Jason me contara lo ocurrido antes que Leo. Siento que lo he traicionado.

Jason parecía estar diciendo la verdad, aunque eso aún no explica el odio mutuo. Lara había dicho que Jason podría salir mal parado y que Leo volvería a salir indemne. Sigo sin tener ni la menor idea de una parte importante de la ecuación.

──Lo sabré cuando hable con Leo ──respondo.

──Eso es un no.

Me giro hacia él sabiendo que tiene razón.

──Sonaba convincente ──digo encogiéndome de hombros──, pero no hace ni 24 horas que lo conozco, omitiendo el encuentro en el aeropuerto, claro.

──No hace ni 24 horas pero ya estás sintiendo algo por él.

Le había contado a Josh todo lo ocurrido con Jason desde anoche, incluyendo nuestra llamada a las puertas de la muerte en la sala Éxtasis y el beso. Es la única persona en el mundo en la que confío al 100%. Bueno, también en Kate, que se ha portado como la madre que nunca tuve. Y en Patrick, pero hace siglos que no sé nada de él.

¿Estoy sintiendo algo por Jason? No lo creo. Quiero decir, me siento atraída hacia él, y tengo esa extraña sensación que hace que me sienta segura a su lado, pero no lo conozco tanto como para sentir algo real.

──No siento nada, Josh. Sólo me atrae. Leo también me atraía y ahora sólo somos amigos.

──Vale, vale ──añade riendo──. Por cierto, he buscado por internet el club en el que aspiras trabajar.

──¿Y? ¿Qué te parece? ──pregunto interesada.

──Me parece que es la caña, cremita. Eso sí, suele estar bastante lleno, especialmente jueves y viernes por la noche. Espero que los viernes por la mañana entres tarde a la uni.

Saco el móvil para comprobar el horario antes de responderle.

──Los viernes tengo un par de horas por la tarde, así que no habrá problema. Si me contratan, claro.

──Seguro que les encantarás.

Me giro para sonreírle mientras él hace lo mismo.

──Llegamos, universitaria.

──Deséame suerte ──digo saliendo del coche.

──¡No la necesitas! ¡Muéstrales tu encanto natural!

La apariencia del local desde fuera no es gran cosa, la verdad. No está mal, pero tampoco es muy llamativo. Está un poco apartado, pero eso no parece ser problema para las personas que lo frecuentan. El nombre, sin embargo, sí que llama la atención. DreamClub. La tipografía era una maravilla, y estaba rodeada de estrellas.

Sin pararme mucho a apreciar el letrero, entro al local. Aún son las 4, por lo que no hay nadie, ya que sólo abren por las noches.

──¿Eres Katrina?

──La misma ──le respondo al hombre que parece estar encargado de la seguridad. Al final el sitio sí que va a ser importante.

──Polly te está esperando en ese cuarto de ahí ──me dice señalando al lugar en cuestión.

La chica nuevaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora