Capítulo 22

86 24 53
                                    

Siento vibraciones en mi culo y, aunque al principio me sobresalto, pronto recuerdo que guardo mi móvil en el bolsillo trasero de mi pantalón.

Leo: ¿podemos comer mañana? Necesito pedirte algo.

Raro. Son pasadas las dos de la mañana, ¿habrá pasado algo?

Kat: claro. ¿Estás bien?

La respuesta no tarda en llegar.

Leo: prefiero hablarlo en casa. Disfruta de la noche, enana.

Leo: y no te preocupes, que estoy bien.

Kat: vale, Leo. Pero te quiero mucho, es normal que me preocupe.

Leo: y yo te quiero más y, aún así, estoy en casa tranquilo respetando tu trabajo, a pesar de lo que piense sobre él.

Kat: Leo...

Leo: lo sé. Soy feliz si tú lo eres🥰

Nos damos las buenas noches y sigo con mi trabajo.

―Polly quiere hablar contigo ―me anuncia Florence mientras se desplaza al otro lado de la barra.

Me dirijo a su pequeño despacho sin perder un minuto. Allí me esperan Polly y, para mi sorpresa, Sky, quien no tenía que trabajar hoy.

―Sky ha descubierto algo que quizá no te guste, Liv ―dice Polly mirándome tan pronto como cierro la puerta.

―¿Qué pasa? ―pregunto.

―Tengo un contacto dentro del Golden, Liv. El próximo fin de semana tienen una misión. Iban a hacer otra cosa, que es por la que me llamó, pero ha habido un giro inesperado que les ha hecho desechar esa idea.

―Sin rodeos, Sky.

Antes de responder, Sky mira a nuestra jefa, la cual asiente, animándolo a continuar.

―Habían pedido tu cabeza, Liv ―suelta como si nada. ¿Por eso recibí un mensaje de Will hace una hora diciendo que pasaría a buscarme esta noche? Le dije que no, obviamente, puesto que Jason está aquí y, la verdad, prefiero mantenerlos separados―. Pero, a la media hora aproximadamente, volvió a llamarme― hace una pausa y yo lo animo a continuar elevando mis cejas y gesticulando con las manos―. Llevan meses detrás de Scorpion y su banda. Sospechan que nosotros nos hemos encargado de Scorpion, pero el caso es que quien les tenía cabreados era un tal Troy Nelson. Hace tres años se quedó con unos cinco mil dólares en vez de entregarlos al Golden y, al no tener el dinero, quieren su cabeza.

»Al parecer, ese es el motivo por el que Scorpion quería encargarse de ti. Suponemos que pensaba que, si te entregaba él, el Golden Eye le dejaría fuera de la ecuación.

―Algo absurdo ―acota Polly.

―Sí, pero la Banda del Mal, como ellos se llaman, tiene de todo menos neuronas ―responde Sky.

―Troy me dio ese dinero a mí ―recuerdo en voz alta. Viendo cómo ambos me miran desconcertados, continúo―: mi padre acababa de morir. No tenía con qué pagar el funeral y demás. El seguro se encargaba de una parte, pero me quedaban cinco mil dólares por pagar. Troy se encargó de conseguirlos.

―Pero, ¿quién es ese? ―pregunta Sky.

―Su ex novio ―contesta Polly―, del que hablaba Scorpion minutos antes de su muerte.

―Lo que no entiendo es qué relación tiene Troy con el Golden. Estoy muy perdida con todo esto.

―Siéntate ―me invita Polly señalando el asiento contiguo al suyo―. Los del Golden Eye son una especie de organización alternativa al Gobierno.

La chica nuevaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora