Capítulo 13

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Leo fue a por su segunda cerveza antes de contar nada. Una vez estuvo abierta, se frotó las manos y suspiró sonoramente.

──Este es mi segundo año como profesor de Universidad. Créeme, me costó mucho conseguir el puesto. Sudor y lágrimas, literalmente ──comenzó──. El curso pasado comencé dando clases de Interpretación, ya que una compañera tenía que ausentarse un par de semanas y me pidió el favor. Yo no debía incorporarme hasta enero. En esas clases me lo pasé en grande. Todos los estudiantes eran maravillosos, parecían actores profesionales.

«Pasaron esas dos semanas sin ningún inconveniente. Esto sería a finales de octubre, más o menos. En fin de año salí de fiesta con algunos amigos. Conoces a uno de ellos, Chad. Los demás se han ido de L.A.

El caso es que conocí a una chica esa noche. Era preciosa, la verdad. Estuvimos hablando casi toda la noche. Ella parecía estar sola, porque no la vi con ninguna amiga en ningún momento. Coincidimos en la barra y después nos fuimos a bailar. Una cosa llevó a la otra y acabamos enrollándonos en el baño de hombres. Esa chica era Regina. Yo no tenía ni idea de que era estudiante de UCLA, eso te lo juro.

Pocos días después, comencé como profesor de Imagen y expresión corporal. Ella era una de las alumnas, cosa que yo ya sabía porque el día anterior me encargué de mirar las identidades de mis alumnos, las cuales venían con foto. Decidí entonces que evitaría todo contacto privado con ella. Ella me dedicaba miradas en cada clase, pero yo hacía todo lo posible por ignorarla. En mayo, más o menos, entró llorando a mi despacho. Tras mucho preguntarle, me confesó que estaba embarazada de un par de semanas. Ella y yo nos habíamos acostado cinco meses antes, era completamente imposible que fuera mío. Me dijo que no quería tenerlo, que había sido un accidente y que el tipo era de lo peor. Le recomendé que se lo pensara bien, pero que, si decidía abortar, no debía sentirse culpable. Son cosas que pueden pasar.

No sé qué le dijo a sus amigos. El caso es que Wallace me asaltó un día llamándome de todo menos guapo y combinando sus insultos con puñetazos. Yo sólo me defendí, en ningún momento intenté herirlo. El caso es que el Rector nos amonestó verbalmente. Me pidió mi versión en privado, y, por suerte, me creyó. A Wallace creo que lo avisó que si lo volvía a ver asaltando a un profesor o a cualquier estudiante terminaría expulsado permanentemente».

──Joder.

Me sentía idiota por no ser capaz de articular otra palabra. Al menos tenía claro que Leo no había hecho nada malo, pero eso no implica que Jason me mintiera.

──Entonces, la culpable de todo es Regina, ¿verdad?

Leo me mira y se encoge de hombros.

──No tengo ni idea de lo que le dijo a Wallace. De todos modos, sospecho que ese chico lleva mucho tiempo enamorado de ella. Supongo que entre la versión que ella le daría y que estaría celoso su juicio se vio nublado.

──¿Hablaste con Regina después de eso?

──No ──responde tras echar un trago a su cerveza──, apenas quedaban un par de semanas de curso, pero ella no pisó mi clase más. Alguna vez me la crucé por el Campus, pero evitaba mirarme a toda costa.

──Me parece súper injusto y cruel que te señalara a ti como el padre del bebé y como un monstruo, básicamente. Espero no tener que cruzármela.

──Pues siento decirte que lo harás.

──¿Qué? ¿Por qué?

──No se presentó a los exámenes finales de mi asignatura. Tendrá que repetirla.

Mierda.

──Necesitaré mucho autocontrol ese día.

──Relájate, fiera. No conviertas mis problemas en los tuyos, ¿vale?

La chica nuevaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora