Capítulo 24

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Soy estúpida. ¿Cómo pude cagarla de esa manera anoche? ¿Cómo puedo mirar a Leo a la cara después de parecer una auténtica desesperada?

Hace media hora que Leo se despertó. Se inclinó para darme un beso en la mejilla y desapareció de la habitación. Me conoce como nadie, así que supongo que quería dejarme mi espacio. Y sí, me hice la dormida hasta que lo sentí en el piso de abajo.

Sin perder más tiempo, cojo el teléfono y marco el número de Josh.

―Te odio ―responde tras cinco tonos.

―Cállate y ayúdame.

―Son las nueve de la mañana, Kat. Un domingo. Un día que no trabajo. Debería matarte por esto.

―Anoche prácticamente supliqué a Leo que se acostara conmigo.

―¿Qué? ―grita, provocando que aleje el móvil de mi oreja.

―Eso.

―Te lo dije. ¿Cuántos orgasmos te ha dado tu amiguito, cremita?

―Me rechazó.

Silencio.

―¿Josh?

―Joder, no me esperaba eso. No tiene sentido ―murmura para sí―. Si me dijo que estaba enamorado de ti.

―¿Qué? ¿Cuándo? ¿Por qué no me dijiste nada? ―interrogo.

―Hablamos de vez en cuando. Él me informa de lo mucho que te quiere y yo de lo mucho que te odio. Bajamos la intensidad de nuestros sentimientos mutuamente.

―Eres imbécil.

―Pero me quieres, cremita ―se ríe―. A ver, cuéntamelo todo desde el principio.

Como lo escucho tan entusiasmado, voy paso por paso. Incluso le detallo la ropa que vi en el desfile. El pobre casi se desespera.

―No entiendo lo de Jason ―concluye.

―Yo sí. Está enamorado de ella.

―¿No ha intentado llamarte?

Vuelvo a comprobar el teléfono antes de responder.

―Nada. Ni un mensaje, ni una llamada. Como si se la sudara lo que haya podido sentir.

―No me esperaba para nada que te hiciera eso.

―Bueno, técnicamente no éramos pareja. Así que, en realidad, no ha hecho nada malo.

―¿Quiere eso decir que seguirás igual con él?

―No, no pienso continuar teniendo lo que sea que tuviera con él para acabar enamorada de alguien que quiere a otra.

―Me alegro de que lo digas, porque yo quiero que acabes con Leo.

―Josh, hice el ridículo anoche con él. No me dirá nada porque es increíble y, bien por mi padre o porque es maravilloso, sé que me tratará como si nada hubiera pasado.

―Le debes una respuesta.

―¿Respuesta a qué?

―A sus sentimientos, Kat. Tienes que decidirte de una vez. O lo quieres como más que a un amigo, o lo mandas a la friendzone de una vez por todas. Pero, si haces lo segundo, no puedes andar queriendo tirártelo. Y yo sé que, como a un simple amigo, no lo ves. Así que dime qué te preocupa.

―Era amigo de mi padre.

―Ahora dime algo que de verdad te preocupe, porque puede que Leo te compre eso, pero yo no.

La chica nuevaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora