Nothing -Percy Jackson

3

Cazadoras de Artemisa

Habían perdido a Annabeth en la pelea. Fue un momento rápido y confuso en el que nadie pudo hacer nada. Fue cuando la mantícora intentó llevarse consigo a Helen, al estar la más débil y la más cercana.

Annabeth se tiró a su lomo e ignorando la advertencia de la cazadora, no soltó su lomo. En vez de eso le clavó su daga. Al final cayó con él cuando el monstruo escapó.

Grover ahogó un grito mientras se arrodillaba en la nieve y empezaba a gimotear.

—¡Gracias señora Artemisa! Es usted... tan... tan... ¡Uau!

—¡Levanta niño cabra! —Le soltó Thalia. —Tenemos cosas de qué preocuparnos. ¡Annabeth ha desaparecido y Helen está herida!

Mientras que Bianca exigía una explicación, dos cazadoras se acercaron dónde estaban Percy y Helen y cogieron a Helen llevándosela de allí. 

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Percy no estaba contento. Primero, no le dejaban ir tras Annabeth. Luego, no le dejaban visitar a Helen y por último se sentía culpable y furioso consigo mismo. Thalia tenía razón, había sido su culpa. Si no hubiera actuado de una manera tan irresponsable,si  hubiera esperado al grupo, seguramente Annabeth no habría sido raptada. Si hubiera hecho más caso a Helen, ella no estaría herida. Era un completo inútil.

Grover volvió de su paseo con Nico di Angelo y se acercó a Percy para curarle el hombro.

—¡Lo tienes verde! —Comentó Nico entusiasmado.

—No te muevas. —Ordenó Grover. —Toma, come un poco de ambrosía mientras te limpio la herida. 

Empezó a curar a la herida con un bálsamo mágico. Percy observó cómo Nico rebuscaba en su mochila, que por lo visto, las cazadoras la habían llenado con todas sus cosas. Sacó un montón de figuritas y las dejó sobre la nieve. Eran réplicas en miniatura de los dioses y los héroes griegos, entre ellos Zeus, con un rayo en la mano, Ares con su lanza y Apolo con el carro solar. 

 —Buena colección. —Le dijo Percy.

Nico sonrió de oreja en oreja. 

—Casi los tengo todos, además de sus cromo holográficos. Sólo me faltan unos cuantos muy raros. 

—¿Llevas mucho tiempo jugando a este juego?

—Solo este año. Antes... —Frunció el ceño.

—¿Qué?

—Lo he olvidado. Extraño. —Parecía incómodo, pero no le duró mucho. —Oye, ¿me enseñas esa espada que has usado antes?

Percy sacó a Contracorriente y le explicó la función de su bolígrafo.

—¿Qué pasada? ¿Nunca se le acaba la tinta?

—Bueno, en realidad no lo utilizo para escribir. 

Nico siguió haciendo preguntas.

—¿De verdad era hijo de Poseidón?

—Pues sí.

—Entonces sabrás hacer muy bien surf. 

Percy miró a Grover conteniendo la risa. 

—¡Jo, Nico! Nunca lo he probado. 

Y siguió con el interrogatorio hacia Percy. ¿Se peleaba mucho con Thalia, dado que era la hija de Zeus? (Esa no la respondió) Si la madre de Annabeth era Atenea, la diosa de la sabiduría, ¿cómo no le había ocurrido nada mejor que tirarse por el acantilado? (Percy casi lo estrangula.) ¿Annbeth o Helen era su novia o las dos lo eran? (A ese punto, Percy quería arrojarlo en un saco.)