Epílogo

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Dedicado a todas las personas que han seguido y leído este libro, alimentándolo con su apoyo.

Muchas gracias.


Está hablando con un psicoterapeuta, intentando controlar lo que yo, como los demás habíamos ignorado.

No lo había visto desde hace una semana, que su otra personalidad intento matarme.

Sonrió a pesar de tener el brazo inmóvil, de tener el rostro lleno de moretones, de tener el cuerpo realmente resentido.

Aunque no importa, ya no.

Jerry, aunque su nombre ahora sé es Peter Kurten, nunca disparó, Thompson me defendió, llegó a mi despacho preocupado y le dió muerte a Kurten, su hijo fue capturado, Deidara Kurten.

Menma por otro lado es un peligro para la sociedad, y hasta que los psicoterapeutas no digan que es, estable mentalmente, no saldrá de este lugar, no puede hablar con nadie, no puede recibir visitas de nadie.

Menma está de acuerdo, no desea hacerle daño a nadie más.

Antes de que la policía llegara, al despertar, era el Menma que siempre conocí, el que cuidé, mi hermano.

- ¿Qué te ha pasado? -

Preguntó de manera baja y preocupada, viéndome lleno de sangre, lleno de golpes. Le hice preguntas, preguntas que el respondió con confusión, Menma no sabía de la existencia de Kurama, no sabía lo que había hecho, y tampoco se opuso a nada.

Quien está enamorado u obsesionado con Hinata es Kurama.

Quien mató a mis padres.

Quien intento matarme.

Por mucho que me duela reconocerlo, no puedo odiar a Menma, no puedo y me niego a creer que en un futuro, pueda hacerlo. Lo quiero, es mi hermano, y haré todo lo posible para que esté bien, para que pueda mejorar y Kurama deje el odio que lo mueve, aceptando me, aceptando que como parte de mi hermano, no puedo odiarlo..

Mientras veo a mi hermano escucho el paso de unos tacones retumbar a mi espalda, como se detienen a mi lado.

Mi corazón golpea mis costillas, intentando salir, feliz, eufórico, emocionado por la curiosidad y esperanza que se abren paso en mi pecho. Cierro los ojos sin saber que hacer, si no es ella podría morirme, mi corazón no lo soportaría.

Una mano suave toca mi mejilla, suelto un gemido de puro gozo al sentir si aroma, abro los ojos y veo esos ojos perlas llenos de amor, llenos de todo lo que me importa, de lo que necesito para poder limpiarme, levantarme, para seguir.

- Te vez fatal - dice estudiando me.

Yo, con lágrimas en lo ojos, tomo su mano con mi derecha, beso su palma y respondo - Lo sé, tú te vez magnífica, Hinata. -

Ella quita su mano se me pega al lado derecho abrazándome mientras mira a Menma. - No me hubieras creído - susurra.

Asiento, reconociendo que nunca lo hubiera hecho, hasta verlo con mis propios ojos, mientras la tomo por la cintura y beso su cabello - Nunca lo hubiera hecho si me lo dijeras, te hubiera tachado de loca -

Mi pequeño prometidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora