Hinata
Después de meses de aguantar a Naruto Uzumaki, puedo ser yo misma.
Hinata Hyuga, la Hinata que administra el bufet de abogados mientras su padre no está, la que se encarga de distribuir los casos de gente rica y poderosa, que por cualquier razón estúpida o por simple inmadurez, terminan involucrados en problemas que los lleva a un juzgado. Este bufet es conocido por llevar los casos más importantes del momento en toda ocasión, tenemos una defensa espectacular, por ello aunque seas culpable, te daremos el voto ganador, pero, si quieres que ataquemos en tu defensa, aquel al que atacaremos se quedará en lo más profundo de la cárcel que se pueda.
El pulcro régimen que tenemos en nuestros casos nos hace mundialmente famosos, solo los mejores pueden trabajar con nosotros. Tengo que recalcar que me enorgullece saber que nuestra tasas de éxito siempre son las mismas, nuestros abogados nunca deben de perder un caso, y si lo hacen, es despedido. Claro está que nuestro nombre al ganar no debe de ser manchado con estafas, así que si nuestro abogado compra al juez por la victoria, también es despedido.
En estos momentos estoy en mi despacho trabajando y revisando los nuevos casos que están en mi escritorio.
Un caso de violación.
Un caso de fraude.
Un caso de asesinato.
Un caso de divorcio.
Un caso de negligencia médica.
Leo detalladamente cada uno de ellos hasta que el teléfono de mi oficina suena y rompe si concentración.
- Señorita Hyuga, su cita de las díez está aquí - dice mi asistente.
- Bien - le resto importancia.
Sigo en lo mío, escucho como la puerta se abre, alguien se sienta en los sillones de cuero negro enfrente de mi escritorio, cierro cada una de las carpetas que tengo en frente de mí, las tomo y ordeno, después las guardo en un cajón de mi escritorio con llave.
Al levantar la vista, mi expresión no cambia y mi aburrimiento va más allá que cualquier otra cosa que sienta en ese momento - Uzumaki - digo en un tipo de saludo informal, lo veo ahí con su traje azul, su cabello revuelto y una sonrisa retorcida en su rostro.
- Tiempo sin vernos Hinata -
- Un tiempo el cual se hecho a perder ahora mismo -
Un risa ronca se escapa de sus labios, niega, mira al rededor para finalmente verme a los ojos - Bueno - comienza borrando su sonrisa y regresando a la expresión ceñuda que siempre había visto antes - He intentado contactar contigo, pero al parecer tienes un agenda muy ocupada - me dice en forma de reproche.
Mi sentido del interés es mutilado con su comentario, recargo mi mejilla en mis nudillos - Se directo, tengo trabajo, ¿Qué haces aquí, Naruto? - Su expresión se vuelve divertida, puede que sea un empresario, pero lo infantil no se le quita, se la pasa dedicándome una sonrisa divertida durante varios minutos, sin decir nada. Mi ceño se tensa y mi paciencia se acaba - Suficiente, lárgate de mi oficina, tengo cosas más importantes que hacer que ver tú expresión de mierda - le gruño en su cara.
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Mi pequeño prometido
FanfictionSiempre pensé que cuando me fuera a comprometer sería por amor, claro está, que lo pensé cuando era una niña inocente. Ahora, a la edad de veintiún años, me comprometí. No por amor. Mis padres aceptaron un compromiso con la familia más adinerada, re...