Capitulo 15

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Dedicado a Adri16Martiz
Primer comentario.



Hinata



Después de la ceremonia todo ocurrió con normalidad, estaba agradecida con ello.

Desde mi boda ya casi un año desde entonces, mi vida con Naruto es extraordinaria, eso debo de aceptarlo.

Me muevo un poco en la cama, sintiendo un brazo en mi cintura que me arrulla, que me acerca de manera posesiva a él; mi espalda desnuda choca contra su pecho de igual manera, me doy vuelta para ver su rostro, lo veo aún con su brazo a mi alrededor, el sol que entra por el balcón ilumina su rostro somnoliento demanera hermosa. Me he enamorado un poco de Naruto, me he familiarizado con él de manera íntima, algo que adoro.

Levanta sus párpados dejando ver através de sus espesas pestañas aquellos ojos azules que me acompañan de un lado a otro.

- Buenos días - dice con voz ronca.

Yo sonrío, beso sus labios de manera lenta, dulce - Buenos días, cariño - digo al separarme de su rostro.

El gruñe, me pega a él, haciendo que mis pechos se aplasten contra sus pectorales, con su otro brazo toma mi nuca para volverme a besar, esta ves de manera más profunda.

Naruto abre mis labios con su inquieta lengua para meterla en mi boca, cada vez que me besa es más demandante, no importa como fue en un comienzo, se adaptó rápidamente a mi, aprendió cada una de mis facetas y las utiliza en mi contra, aunque yo también aprendí de él. Levanto mi pierna izquierda y la pongo al otro costado de él, quedando montada en él, siento su erección entre mis piernas, sólida y rabiosa, muevo mis caderas en un compás lento, Naruto gruñe contra mis labios, sus manos se posan en mi cadera haciendo que me mueva de manera más ruda y rápida.

Me separo de él para controlar mi respiración, detengo mis caderas y me pongo derecha. La vista es espectacular.

Sus labios rojos, su cabello revuelto, sus pupilas dilatadas, su pecho subiendo y bajando, su ceño fruncido con esa mirada profunda, oscurecida por el deseo.

- ¿Qué carajos estás esperando, Hinata? Muévete - me gruñe.

Yo me recuesto en su pecho y sonrió, beso su labios, me separo a penas de su rostro y lo miro a los ojos - Tengo que ir a trabajar - digo e intento salir de la cama pero él no me deja.

- A la mierda el trabajo, tengo una jodida erección, es más importante - dice besándome el cuello.

Yo me separo, me quitó de encima de él, salgo de la cama y lo miro, está enojado, frustrado, sumando a su molesto rostro un infantil puchero - Lo siento, tu erección tendrá que esperar - me doy la vuelta y entro al baño.



Al llegar a mi trabajo me puse manos a la obra, tenía mucho que hacer.

- Señora Uzumaki, aquí tiene los papeles de esta mañana -

- Gracias Nino - dije mientras miraba mi ordenador - Me traes un café, por favor -

- Como usted ordene -

Mi pequeño prometidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora