Mi alarma sonó a las 6:40 de la mañana, aun dormida, la apagué y me dirigí al baño. Después de darme una ducha y tomarme el medicamento para mi brazo, comencé a preparar mis maletas para viajar a Bolonia por la noche. Al día siguiente (viernes) tenía que estar en la universidad para revisar algunos papeles y hablar con el coordinador de la carrera. Solo me quedaba aprovechar toda la mañana y tarde para disfrutar en la ciudad. Solamente regresaría al hostal por mis maletas y para pagar.
Mientras caminaba, me encontré con un pequeño restaurante para desayunar. Pedí un cappuccino y un croissant, era algo ligero para lo que estaba acostumbrada pero tampoco quería sentirme pesada al caminar. Una vez que terminé mi desayuno y salí del local, me dirigí a la Plaza de España. Me senté en las icónicas escaleras y también en la fuente que está enfrente de estas. Aunque aún me daba pena, les pregunte a unas chicas si me tomaban un par de fotos. También aproveche para comprar algunos recuerdos para mí, para la familia y algunos amigos.
Mi tercera parada del día fue el Castillo Sant'Angelo, luego el Panteón de Agripa, donde estuve poco más de una hora. Al salir, me sentía algo cansada, así que fui a comprar un Gelato y luego a la Piazza Navona para comerlo en tranquilidad. Ya pasaba de la 1 de la tarde cuando me dirigí a Domus Aurea, el recorrido duro una hora, aun así, me quede a los alrededores un poco más de tiempo, todo se miraba maravilloso. Mis ultimas parada santes de ir a comer, fue la Basílica di Santa Prassede, Santa Maria della Neve y la Basilica dei Santi Silvestro e Martino ai Monti.No entendía la belleza tan impactante de todas las iglesias.
Siendo ya las 5 de la tarde, mi estomago protestaba por alimento; Me dirigí a un restaurante llamado Trattoria Morgana. Las fotos de internet no le hacían justicia con lo bello que era. Decidí pedir pasta y un vino (que el mesero me recomendó), definitivamente me sentía muy italiana. Cuando salí del restaurante faltaban 5 minutos para las 6, pedí un taxi hasta mi hostal mi tren a Bolonia partía a las 7:25, claro que quería estar al menos 30 minutos antes en caso de cualquier cosa.
Al llegar a mi habitación puse a cargar mi celular, guarde lo que había comprado y algunas cosas que olvide al empacar en la mañana. Me senté unos minutos para descansar y pensé en que Piero no había dado señales de vida, tal vez no había tenido tiempo o ya se había olvidado de mí. Sabía que no debía hacerme ilusiones ni expectativas, pero en estas circunstancias me parecía imposible.
Faltando media hora para las 7, baje con mis maletas al mostrador del hostal y, mientras realizaba mi pago, pedí un Uber para que me llevara a la estación de tren. Aunque tardamos un poco más de lo que pensaba, llegamos 18 minutos antes de que saliera mi tren. Afortunadamente había poca gente en la estación, así que no demore mucho en la aduana.
Finamemte, el tren salió con 10 minutos de retraso, llegaríamos a Bolonia aproximadamente a las 10pm. Le mande mensaje a la pareja (Sara y Víctor) que me recogería en la estación y también a mis padres. Los primeros minutos del viaje estuve revisando mi celular, recordé que en Ensenada eran casi las 11am . Aprovechando el internet del tren, decidí llamarle por whatsapp a mi mejor amiga.
-Hola, Francia
-¡YOS!, hasta que te dignas a llamar
-Lo siento, jaja, han sido días bastante intensos
-Me imagino, esa historia del brazo roto es digna de una telenovela, jaja. Por cierto, ¿Cómo estás?
-Bien, las pastillas hacen que el dolor sea menos, pero es bastante incomodo
-Ah, pero conociste a tu Volo favorito
-Eso si-reí- Por cierto, tengo algo más que contarte
Los siguientes 15 minutos estuve contando lo que había sucedido el día anterior con Piero, también sobre los chicos y Mariagrazia. Francia no paraba de emocionarse junto conmigo.
-Siento que escuche un capítulo de telenovela
-Imagina como me siento yo
-Vale, solo te diré que no te ilusiones demasiado. Aun así, espero con todo mi corazón que te llame, se enamoren y sean felices juntos, jaja
-Seria todo un sueño
-Cualquier novedad que tengas, avísame por favor, necesito estar actualizada, ¿ok?
-Lo prometo, serás la primera en saber
-Tengo que ocuparme en unas cosas, pero espero que llegues bien a Bolonia y todo salga bien con la universidad, hablamos luego, ciao
-Ciao, te quiero
-También te quiero
Colgué la llamada y me dispuse a relajarme en las casi dos horas que quedaban de trayecto. Me hubiera gustado dormir, pero nunca he sido de tomar siestas, así que solo estuve escuchando música, viendo fotos y jugando con mi celular. Llegamos poco después de las 11, de inmediato le mande mensaje a Sara y Victor. Cuando salí de la estación vi a una pareja sosteniendo un cartel que decía: ¡Bienvenida, Yoshie!, al verlos bien pude reconocerlos de la foto en Whatsapp.
-¡Yoshie!
-¡Hola!-Nos saludamos con dos besos y un cálido abrazo
-Me da mucho gusto conocerlos en persona
-También nos da gusto conocerte-contestaron
-No sabíamos que te había pasado algo en el brazo- Sara me miraba sorprendida
-Olvidé decirles que me caí al día siguiente que llegué a Roma-Hice una mueca - está roto pero no fue tan grave, tengo que ir al doctor en tres semanas
-Que lástima que te haya pasado eso-comento Victor- esperemos que te lo quiten pronto
-Ojala
-Anda, ya vamos a casa, debes de estar cansada
Sara tenía 45 años y Victor 47. Solo tenían una hija y un hijo, Julieta y Adrien (el menor). Julieta vivía en España, con sus abuelos paternos y Adrien estaba en Padua, estudiando Ciencias de la educación.
Aunque ya era tarde, Sara y Víctor me acompañaron a cenar, a parte querían dejar algunas reglas en claro para mi estancia.
-Nos gustaría que nos llamaras o mensajearas para saber en dónde estás y con quien, en caso de que salgas después de la escuela o los fines de semana. Sabemos que no somos tus padres, pero no queremos que te suceda algo malo- Aclaro Sara
-También que nos cuentes acerca de tus clases, de tus tareas o proyectos. No tienes que hacerlo todos los días, claro -Añadió Víctor
-Puedes utilizar lo que necesites de la casa, comer lo que quieras y si necesitas algo o tienes alguna duda puedes hacérnosla con toda la confianza. Con respecto a tu habitación, todo lo que esta hay es para que lo uses y tú serás quien se haga responsable de que este limpio.
-Me parece lo más correcto-conteste- Muchas gracias por abrirme las puertas de su casa-sonreí
-No hay de que- sonrieron
-¿Mañana a qué hora tienes que estar en la universidad?- pregunto Víctor
- A las 11, aun si, supongo que será algo rápido
-Mañana yo te puedo llevar, para que sepas donde tomaras el autobús y veas el camino- Añadió Sara- solo que te dejaría un poco antes para llegar a tiempo en el trabajo
-Está bien, me gusta ser puntual
Después de cenar, Sara y Víctor me ayudaron a llevar mis maletas hasta la que sería mi habitación por los siguientes meses. La casa constaba de dos pisos, en la parte de abajo había una habitación que ocupaban Sara y Víctor, mientras que en la parte de arriba tenían 4 habitaciones (las de sus hijos y en caso de visitas). Mi habitación era bastante grande para lo que estaba acostumbrada, tenía un pequeño balcón que daba a la entrada de la casa, una ventana muy grande por la que entraba mucha luz, un baño completo, un closet, escritorio, tv y diversos muebles. Su hija les había ayudado a decorarla ya que querían que me gustara y vaya que acertaron.
En general, la casa era bastante grande y tenía un jardín muy bonito. Una de las grandes ventajas de su localización es que la universidad solo quedaba a 15 minutos en autobús y la estación para tomarlo estaba cerca, igual la opción de caminar sonaba bien, aunque me tomaría más tiempo.
Ya estando sola en mi habitación, revise mi celular, conteste un par de mensajes de mis padres y de mis mejores amigos. No había ni una sola señal de Piero.
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En los pasos de Italia
RomanceEstando a la mitad de su carrera universitaria, Yoshie esta lista para vivir una experiencia lejos de su país natal, México. Italia la espera con los brazos abiertos para un semestre de intercambio. La comida, la belleza de las calles, el arte, la m...