Así

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En cuanto llegamos al hotel, nos encontramos con Gianluca e Ignazio en el lobby. Fui recibida con muchos abrazos y besos.

-Tenemos que ir a cenar, debes estar muriéndote de hambre-dijo Gianluca- Se de un restaurante que está abierto toda la noche

-Piero me alimento con una hamburguesa, así que tengo más sueño que hambre-hice una mueca- pero con gusto acepto tomar el almuerzo con ustedes

-Vale, entonces nos vemos mañana-dijo Ignazio

Piero me acompaño hasta la puerta de mi habitación, la de Gianluca estaba a un lado y la de Piero e Ignazio enfrente de estas.

-Espero que descanses-dijo mientras yo entraba a la habitación- aunque, estoy seguro de que te pondrás a preparar lo de tu tema

-En tan poco tiempo me conoces bien- le sonreí- tengo hoy y mañana para hacerlo

-Tu siempre tan responsable-me sonrió de vuelta- Te dejo, también necesito descansar- fingió quedarse dormido por unos segundos recargado en la pared, no pude evitar tocar su rostro con mis manos y aplastar sus mejillas de lo tierno que se miraba.

-Hasta mañana- nos despedimos

Aunque solo tenía mi celular, pude preparar la mitad de la charla. Afortunadamente no era la primera vez que lo hacía y ya sabía más o menos como lo estructuraría. Termine acostándome a la 1 de la mañana y teniendo que poner mi alarma a las 8am. Ya estaba más dormida que despierta cuando mi celular comenzó a sonar, era una llamada de un numero desconocido así que decidí ignorarla. A los segundos, marcaron de nuevo.

-¿Alo?

-Soy Gian-contesto animado

-¿Piero te dio mi número?

-Si

-¿Y porque me hablas a esta hora?- Pregunte confundida

-Vi que hace rato apagaste la luz de tu habitación, ¿vamos a comer?

-Que bromista-reí

-Anda, según tu ibas a dormirte y sigues despierta, seguro que tienes hambre

La verdad es que, si tenía hambre, pero había preferido ignorarlo y dormir así.

-Pues algo

-Vale, entonces te espero en 10 minutos en el lobby, adiós

-Gianlu....- iba a replicarle pero ya había colgado

Aunque pensé en no ir, no podía perderme la oportunidad de salir de madrugada con Gianluca y mi estomago lo agradecería. Busque en mi maleta un pants, una blusa sencilla y un suéter por si acaso. Baje 5 minutos después de lo acordado, pero Gianluca seguía esperándome.

-Sabía que no serias capaz de dejarme plantado-sonrió- anda, vamos- me ofreció su brazo para poner el mío

Nos fuimos en automóvil hasta el restaurante, que estaba a menos de 10 minutos. Había más gente de lo que pensaba, pero tampoco estaba abarrotado. Aunque tenía una terraza, preferimos permanecer dentro. Yo pedí ravioles en salsa de queso con champiñones fritos y Gianluca pidió Faina con carne y berenjena. Al final, yo terminé comiendo de su platillo y el del mío.

Esta noche estaría incluida en la lista de situaciones que jamás creí que me pasarían. Podría ser la situación más ordinaria, pero Gianluca era muy divertido y aunque éramos distintos, podíamos encontrar la forma de llevarnos bien.

- ¿Me sacaras a bailar en la fiesta?-pregunte mientras ambos comíamos gelato (que había pedido solo para mí pero a Gianluca se le termino antojando y ya no quiso pedir otro)

En los pasos de ItaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora