Capítulo 30

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"La culpa es una carga pesada"

—Llegamos demasiado tarde.—dijo Chris al observar la escena.

Negué con la cabeza, observando el cuerpo sin vida que seguía en el suelo.

—Me parece que todo sucedió justo como debía suceder.—asegure con seriedad—. Como él lo planeo.

Chris se cruzó de brazos y a los pocos segundos señaló a Aarón con un discreto gesto.

—Al menos él está bien.—respondió y yo hice una mueca. No estaba tan segura y no lo estaría hasta que habláramos—. ¿Qué piensas hacer ahora?

Deje escapar un largo suspiro.

—No puedo arriesgarme a llevarlo a su departamento y ciertamente tampoco al mío.—conteste y dude por un segundo—. Estaba penando que, si no les importa claro, quedarnos con ustedes esta noche.

—No hay problema.—aseguró Chris y tras unos momentos apoyó su mano sobre mi hombro de manera reconfortante—. ¿Porque no se adelantan? nosotros nos encargaremos de limpiar este desastre.

Yo le agradecí con una mirada.

Si bien Chris nunca me había faltado el respeto, estaba enterada de que en el pasado había llegado a tener problemas con Justin por mi, pero ahora, nuestra relación había mejorado desde que trabajamos juntos, tanto así que incluso comenzaba a considerarlo un apoyo.

Me despedí con un gesto y me acerqué lentamente a Aarón.

—Ya podemos irnos.—anuncie sin saber muy bien qué decir—. ¿Puedes caminar?

Él asintió y pronto estuvimos dentro del auto.

—¿Aarón? —comencé con intención de hablar sobre lo que había sucedido esta noche pero al final decidí cambiar de tema—. No puedo llevarte a tu departamento.—informé sin observarlo—. Consideró que estaremos más seguros si pasamos la noche en casa de los chicos. Solo será por hoy... mañana me encargaré de tu seguridad.

—¿Ellos están de acuerdo? —titubeó Aarón—. No quiero causarles más problemas.

—¿Hablas enserio? problemas son los que yo te cause.—respondí furiosa conmigo misma, Aarón me observó e intento hablar pero no lo deje. Aún no podía enfrentarlo—. Por ellos no hay ningún problema... pero estaba pensando en que sería mejor que antes te lleve al hospital a qué te curen esas heridas.

—No es necesario.—contestó con rapidez—. No me gustaría tener que explicar que me ocurrió.

—Tal vez podrías pedirle ayuda a algún colega.

—De verdad, no es necesario.—repitió con seguridad—. Consígueme un kit de curación y lo haré yo mismo.

—Está bien.—respondí sin mucha convicción.

[...]

Tensión de pies a cabeza, era lo único que sentía mientras lo observaba en silencio curarse las heridas, no tardo mucho tiempo en hacerlo y cuando terminó me miró atentamente, no sabía que podría estar cruzando por su cabeza en esos instantes pero de lo que estaba segura era de que no podía enfrentarlo, no me sentía capaz de hacerlo, y con cada segundo que pasaba sentía que me ahoga en un vaso que yo misma había llenado de agua, uno que se terminaría derramando y yo no estaba preparada para eso.

No lo soporte más y rompí el silencio.

—Es mejor que descanses.

—¿Qué hay de ti? —me pregunto—. Luces agotada.

Dangerous Love 2 »jariana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora