Capítulo 38

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"Querer no es lo mismo que amar, cielo."

—No tenías que acompañarme hasta aquí.—le dije a Justin mientras busca las llaves de mi departamento en el bolsillo de mi chaqueta.

Justin se encogió de hombros.

—Quería hacerlo.—le restó importancia, no dije más e introduci la llave en la cerradura pero no la giré, sino que permanecí ahí, dudando. Justin se percató de esto y me observo—. ¿Todo bien?

Asentí, sin mucha convicción. Había permanecido fuera de casa por dos semanas pero se sentía como si toda mi vida hubiera cambiado.

—Es solo que estoy demasiado agotada.—respondí, solté un suspiro y abrí la puerta.

En el momento en que atravesé el umbral escuché un gritito y acto seguido sentí un par de delgados brazos estrujándome con fuerza, me tambalee un poco hacia atrás pero logré conservar el equilibrio mientras Stella seguía aferrada a mi, me soltó poco tiempo después y me observo, pronto, la sonrisa que tenía en su rostro se borro para dar paso a una mirada de reproche.

—No vuelvas a hacer eso... por amor de Dios, ninguno de los dos vuelva a hacerlo.—nos riño señalándonos con el dedo, poco a poco su mirada enojada se suavizó para después volver a envolverme en un abrazo—. Estoy tan feliz de que estés a salvo.

Se separó de mí y luego observo a Justin, se acercó y lo envolvió en otro abrazo.

—Tú también nos causaste un gran dolor de cabeza.—le aseguró para después soltar un suspiro.

—Me imagino que si.—respondió Justin—. Pero te prometí que la traería de vuelta, y así lo hice.

—No podría haber sido de otra forma.—aseguró mi mejor amiga y luego me observo—. Casi pierde la cabeza cuando se enteró de lo que había ocurrido contigo. Los chicos intentaron convencerlo de que esperara a que encontraran una manera prudente de llegar a ti, pero el no quería perder tiempo y tomó el primer vuelos Italia, y eso es algo que verdaderamente agradezco.

Yo observe a Justin, parecía un tanto apenado.
Era un poco divertido ver a alguien tan seguro de sí misma actuar así.

—Estaba preocupado.—contesto él pasándose una mano por la nuca—. Nadie sabía si estabas bien o no.

Stella asintió, de acuerdo.

—Lo importante es que ya están en casa.

Ambos asentimos con la cabeza, luego Justin se dirigió hacia mi.

—Será mejor que me vaya y ponga a los chicos al tanto.—informó, sus ojos cálidos se posaron sobre los míos mientras colocaba su mano sobre mi brazo y lo acariciaba con su dedo en un gesto reconfortante—. Se que no es una tarea sencilla para ti pero intenta descansar un poco.

—No prometo nada.—bromeé levemente.

Los ojos de Justin se achicaron ligeramente con diversión.

—Inténtalo, ¿vale?

Asentí con una mueca graciosa. Él me observo durante unos segundos más para después volverse hacia la puerta, antes de marcharse se dirigió a la rubia.

—Nos vemos, Stella.

Ella hizo una inclinación con la cabeza a modo despedida, tras esto Justin salió por la puerta y se marchó.

—Pasó algo.—inquirió en cuanto se cerró la puerta.

La miré con extrañeza haciéndome la sorda y me dirigí hasta la cocina.

Dangerous Love 2 »jariana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora