ESP -MYSTIC MESSENGER -Je te promets! (Te prometo)

HILARIOUS MASK

—¿Entonces, qué procede? — rompía el hielo la voz dulce de Yoosung mientras esperaba junto a Jaehee el traslado de Mayuri a una habitación aislada del bullicio de la sala principal.

— El señor Han ha dicho que ha llegado a un acuerdo con la doctora, aunque sigo preocupada por la situación de Luciel y el otro joven... —respondía Jaehee al observar la hora en el móvil.

—Es cierto... Seven también me preocupa, me siento en un dilema. Mayuri es importante para mí, pero Seven está actuando demasiado extraño... Quisiera estar en los dos lados presente.

Ambos suspiraron, en eso, la manija de la puerta giró, siendo Jumin con mirada desaprobatoria quien iba entrando, seguido por Zen quien sostenía una bolsa negra.

—¡Jumin, Zen ! — gritó Yoosung al saludarlos — ¿Uh? ¿por qué tienen esas caras?

—Porque la doctora dijo que es necesario cubrir el rostro de Mayuri con algo y el destinado a CEO no está de acuerdo en que use un souvenir por parte del director de la obra "El lago de las estrellas" —refunfuñaba el albino al abrazar el objeto dentro de la bolsa.

—¡¿Acaso es  la obra que estás ensayando justamente con el maravilloso Jang Ryong?! — alababa la secretaria con aires de fanatismo volando por el ambiente.

—¡Oh, veo que Jaehee le conoce bien! Síp, exactamente... Viajó a Japón y me regaló una máscara de Kitsune. —añadía al mostrar una preciosa máscara blanca con finos detalles rojos.

El rubio curioso, tomó la máscara en sus manos y la colocó en su rostro —, es muy hermosa, Zen... A la coordinadora la animaría — opinaba entusiasmado.

— Preferiría que usara algo menos llamativo y más ergonómico para su situación —, refutaba el azabache al arrebatar la máscara y observarla escéptico.

—¡Deja ahí, niño rico! —, gritaba Zen al quitársela.

—Dejen de pelear —intervenía la castaña preocupada —, hagamos algo.... Mientras el señor Han consigue alguna forma de cubrir el rostro de la coordinadora, utilicemos esta máscara... Así ambos podrán contribuir.

—Buena idea, Jaehee. Así, Zen y Jumin no tendrán razones para pelear como perros y gatos —añadía simplón el rubio.

La castaña sonrió al escuchar el comentario tan inocente del universitario, provocando una espera con más esperanzas que con desesperación...

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The song is ended, but the melody lingers on...

Se escuchaba la frase de un blues entre sueños. El recobrar consciencia era pesado, al igual de pesado que los pedazos de sangre coagulada dentro de su garganta. Una jaqueca lo mantenía moribundo, inmovilizando cada uno de sus movimientos. Sus ojos no reaccionaban a su deseo por abrirlos... Se dedicó a escuchar abrumado la canción cuando de pronto, la música proveniente de un radio bajó de volumen.

— Es una pena que mi querido Saeran haya llegado a esto... — compartía una voz serena —,  A200, ¿se recuperará pronto como para poderlo trasladar a Magenta?

—Mi salvador... me temo que después de la cirugía debe reposar un poco en este lugar. De igual forma, no tiene que preocuparse, este cuarto es una de las bodegas del hospital.

Se escucharon unos pasos que ocasionaron un silencio. A posteriori, la voz de la mujer pidiendo que le dejase sola junto con la persona que acababa de llegar. Una leve risa se percibió, después, el sonido de una cachetada que retumbó en la habitación.

—Rika...—aclamaba débil la voz de V.

—¡TODO ESTO ES TU CULPA! —chilló llena de rabia —. Si tan solo me hubieras dejado a Saeyoung en vez del inútil de Saeran.

—Pero...

—¡Cállate, V! Saeyoung siempre fue el más capaz de los dos. Si no hubiera sido porque lo llevaste contigo, jamás me hubiera echo cargo de esta basura... Ray... Saeran... Ambos son igual de inútiles y ahora me veo obligada a cuidarle en este maldito lugar.

—Rika... Para todo hay solución

—Para mi sentir, no lo hay... ¿Sabes qué sucede, V? Siento tristeza... Tu luz y la de tu mundo destruyen lo que he hecho por salir adelante y salvar a los que se parecen a mí...

—Pero, te he aceptado tal cual y no he hecho nada por cambiarte... No permitiría que nadie lo hiciera... Rika, no quiero que te sientas así... si te sirve de algo, acepto la culpa y deseo enmendar esto, sólo dime cómo —insistía preocupado.

—Quiero a Saeyoung como mi fiel seguidor en Magenta —respondió la rubia sin chistar.

—N-no creo que la voluntad de Luciel se doblegue tan facil. —excusaba el joven de cabello menta.

—Entonces me volviste a mentir... Tu palabra duró menos de un minuto cuando ya estás llevándome la contraria —expresaba indignada.

— No es lo que quise decir... Sabes que no quiero que estés mal... Es sólo que, como ha sido libre, su pensamiento crítico es diferente al de Saeran...

—¿Libre? Yo no mantengo prisionero a nadie.... Ellos son libres de expresar su odio y rencor...

—Pero sabes que Saeyoung siempre estuvo buscando a su hermano... Jamás lo odió...

—Era mejor que Saeran no lo supiera... Fue la motivación para que creciera... De alguna manera lo logro pero no lo suficiente... —. Pausó por un momento y aliviada, replicó —. ¡Ya sé! Haré exactamente lo mismo que hice con Saeran... Le diré que su estúpido hermano lo odió y que jamás esperó por él. Le diré que todas las cartas que le mandó habían sido desechadas... Lo haré sentir igual de miserable que yo, para que pueda encontrar el verdadero camino...

— Y para este plan ¿Qué pasará con Saeran?

—Lo mantendré aquí y pediré que busquen la manera de mantenerlo por más tiempo... En estos momentos ya no me sirve para nada más que para dar lástima... Debemos irnos y hablar con los que están de nuestro lado... Porque, ¿ también estás conmigo en esto, verdad, V?

—Siempre lo estuve, Rika....

Con pasos apresurados, azotaron la puerta. Se oía como se alejaban, dejando a una pobre alma confundida, rota pero sobre todas las cosas, arrepentida por haber creído ingenuamente en alguien que había manchado el nombre de su hermano...
<<Necesito salir de aquí...>> pensaba al tener sus ojos cristalizados y sin la oportunidad de poder hacer algo...