ESP -MYSTIC MESSENGER -Je te promets! (Te prometo)

9.- AM I OK WITH THIS?

-<<Knock, knock... ¿te diviertes?, jajaja - hablaba de nuevo la voz áspera dentro de la psiquis de Ray, le parecía que quería armar un nuevo alboroto, pues su timbre era una mezcla de sarcasmo, energía y desfachatez -. << Ahh, como puedes notar, por más tranquilo que estés jugando a la casita con la boba de tu amiga aún no estoy dormido, no se te olvide que me debes algo... Por cierto, te ves patético, haciendo nada y comiendo algo que no sabes si te va a hacer daño, jajaja... si estuviera presente me daría asco con sólo olerlo>> -trataba de envolverlo nuevamente en un desequilibrio.

Su cabeza comenzó a doler, se presentaba cierto vértigo que le provocaba malestar al estar sentado, así que se levantó burdamente y se recargó en la pared. El platino tomó una bocanada grande de aire, pues Saeran seguía alerta tal y como había acordado en el baño. Justo después de haberle respondido a Mayuri sobre dónde vivía (que de igual modo, no fue algo que pudiera perjudicar el trabajo que se le había asignado o su ubicación), la personalidad negativa, como si se tratase de un ente fantasmal que no permitiera la libertad del noble, advirtió de antemano que no debía hablar sobre su identidad como hacker, la locación de Mint Eye o incluso la secta en sí, de lo contrario algo nada agradable le pasaría a la castaña.

El ambiente se volvió tenso para él, después de haber percibido un lugar hogareño, la manipulación de Saeran lo había transformado en un lugar desagradable, sentía que se comenzaba a quedar paralizado y con miedo, como si padeciera de claustrofobia. MC notó rápidamente el cambio brusco del platino, observó la expresión de pánico y su dificultad al tomar aire. El chico cerró sus ojos, inhaló y frunció el ceño, posteriormente exhaló profundamente y volteó a ver a MC con una mirada hostil.

-Ray, ¿necesitas ayuda? - cuestionaba alarmada.

La mirada del chico era tenebrosa, además de que no había expresión en su rostro ni alguna respuesta, era como si sus emociones y sentidos se hubieran desconectado del exterior; se había concentrado en discutir con su alter ego.

-Ray, contesta, por favor -insistía dudosa al acercarse lentamente a él.

-Mayuri... -musitó al tratar de descoser sus labios después de reaccionar-, no debería estar aquí, tengo miedo de hacerte daño. La verdad es que... -pausó al dudar por un previo momento, sus ojos admiraban las pupilas de la castaña sin despegar su vista, trayendo como suave recuerdo aquella ocasión de cuando se conocieron - ...no dispongo de mí mismo, jamás lo hice.

-P-pero, ¿a qué te ref...

-No es algo que debas entender exactamente porque estoy dándote una explicación muy banal -interrumpió resignado por la situación y después ofreció una leve sonrisa que mostraba lástima y dolor-, agradezco tu hospitalidad; has recogido a un extraño en medio de la lluvia y le has ofrecido un techo y comida en el cual pueda sentirse cálido por primera vez... sin embargo, a pesar de que sea el hermano de aquel amigo tuyo, deberías ser más cuidadosa y menos ingenua... corres riesgo conmigo y es por ello que no debería estar aquí.

<<Cómo podría correr peligro con una persona tan dulce y tranquila>>, pensaba.

Sí... es de saber que la sinceridad de sus palabras desanimarían a cualquiera por el simple hecho de que sólo expresaba sentimientos negativos, como si estuviera predispuesto a manchar su nombre con anticipación, sin importar el trato o respuesta, su pesimismo sobrepasaba los estándares "normales", pero era por esa misma razón que la castaña se veía más intrigada y atraída a la idea de estar al tanto de Ray, pues le entendía de algún modo. Por esa misma atracción, trataba de contenerse de no dejarse llevar por esa ola anímica, ya que se encontraba a la deriva por sí sola en un nuevo ambiente en donde carecía del apoyo familiar para salir de sus traumas, recordándose constantemente que sí se sumergía en esas mismas emociones, podría no contarla al día siguiente.