15.- CHILL ROOM (Saeran POV)

81 9 4
                                    

El bullicio se escuchaba muy cerca de donde se había estacionado un hermoso Lamborghini Urus venatus color negro con detalles sutiles pero elegantes color rojo alrededor de la carrocería. De él, bajó el platino, quien se dirigió a la parte trasera del bar "Chill Room", divisó el callejón y al notar un contenedor de basura, lo tiró estruendosamente haciendo que uno de los empleados saliera apresurado, creyendo que había una pelea callejera.

—¿¡Qué mierda!? Decía al ver el desastre alarmado, volteó a todas partes en busca del culpable —, justo acababa de limpiar, de seguro fue algún maldito gato, pero, no haría algo así... —, pensaba malhumorado al acercarse a recoger e la basura y sin haber prestado atención a la puerta que debía estar cerrada. Saeran se había escondido entre unas vigas, cerca de su objetivo y al mirar que el trabajador estaba completamente distraído, aprovechó para entrar al lugar. Caminó unos cuantos pasillos y de pronto chocó con otro trabajador.

—Hey, ¿qué haces aquí? El paso no está permitido.

—Oh, ¿de verdad? —, respondía al hacer una cara de confusión y después reírse inocentemente —, creo que estoy algo ebrio y me he perdido, me dirigía a los baños. Siento mucho haber irrumpido —, terminaba de decir al hacer una reverencia.

Dudoso, el barman le indicó el camino, después lo observó por un tiempo hasta ver que acataba las indicaciones, cosa que lo tranquilizó.

Inundado por luces neón y un ambiente animado, sonrió cínicamente al ser la primera vez que pisaba un lugar como ese. Sentía que podía hacer lo que quisiera, definitivamente experimentaría lo que era estar en una masa de gente desconocida. Caminó para divisar la parte inferior del bar, se apoyó en un barandal y se flexionó levemente, había una pista en donde mucha conglomeración se encontraba bailando la canción "Sweet dreams" (are made of this). Giró su cabeza a la izquierda hacia donde se encontraba un lobby y sus ojos se clavaron en un rubio que se encontraba hablando sospechosamente con un guardaespaldas, pues volteaba a todos lados desesperadamente. De uno de sus bolsillos sacó un monocular y enfocó a aquella persona. Después de cerciorarse, lo guardó y se dirigió a la barra del bar, se sentó y sacó su móvil. Comenzó a releer cierta información previa que tenía sobre aquel rubio, levantó su ceja y volvió a reír satisfactoriamente.

¿Te envió un mensaje tu novia? —se dirigía la voz coqueta de una mujer hacia él. Apagó incómodo su pantalla y observó fijamente a una rubia atractiva que llevaba un top corto de tirantes y una falda corta entubada de colores tornasol entre púrpura y plateado. Alzó el mentón, levantó una ceja y comenzó a reír sutilmente —. Como si tuviera la suerte de tener una novia que me mandara mensajes.

—¿Entonces, eso quiere decir que vienes solo? —, preguntaba al jugar con su cabello y recargar su rostro en la mano mientras abalanzaba su busto más al frente, tratando de verse provocativa.

—Sí, he venido solo — le sonreía al apoyarse también en su mano mientras le seguía el juego a su coquetería.

La joven sonrió y después mordió sus labios para después voltearse y dirigirse al barman —. Hola, ¿qué tal? Me podrías servir dos Singapore Sling, por favor.

El barmar asintió con la cabeza y se dispuso a prepararlos.

—Entonces, ¿dos bebidas quieren decir que no has venido sola? —contrarrestaba la pregunta de la joven galantemente.

—En este momento me encuentro hablando con mi acompañante, si es que estás dispuesto, al fin y al cabo no tienes ningún compromiso —replicaba al guiñarle sutilmente un ojo.

El platino hizo un gesto malicioso al momento de divertirse con la propuesta. Sacó una cajetilla de cigarrillos y antes de encender uno, se levantó por un breve momento —, no te ofrezco ya que una señorita tan linda como tú debería cuidar de su salud —, dijo en el oído al acomodarle un mechón de cabello y tomar su mejillas, después, desvió la mirada hacia el pasillo, una chica de cabello largo y marrón acababa de pasar, notó que se dirigía al baño, por lo que se sentó y dio la media vuelta. Como había predicho, la persona de la que estaba al pendiente en un inicio se encontraba a unos escasos metros de distancia.

ESP -MYSTIC MESSENGER -Je te promets! (Te prometo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora