14.- CHILL ROOM

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La noche que Mayuri había estado deseando que jamás llegara estaba a unos cuántos minutos de empezar. Afuera de un nightclub llamado “Chill Room”  se encontraba esperando bajo luces nocturnas, un ambiente fresco y de bullicio a sus compañeros de trabajo, en especial a su amiga Ji Young, quien le había mandado un mensaje suplicando por su compañía, ¿la razón? Era el cumpleaños del asistente Baek Sang, la mano derecha del presidente de la editorial.
Ya que Ji Young era demasiado tímida como para ir sola, insistió fervientemente a Mayuri, tomando en cuenta que tenían unas semanas que no se veían y podían también ponerse al corriente en cuanto a sus vidas.

En cuanto a Baek Sang, era  un joven bien parecido, siempre mostrando una amplia sonrisa a todo el mundo y sobre todo a las mujeres mayores, a las cuales les encantaba su trato, pues se sentían joviales y comprendidas. Su desempeño en la oficina era excepcional, siempre puntual y con el café favorito del jefe en mano. A cualquiera le parecería un prospecto perfecto como él, sin embargo, por debajo de la mesa era curiosamente conocido entre voces de la oficina por ser un encantador colibrí que iba de flor en flor entre todas las flores del vasto campo, en otras palabras; un perro urgido.

Su reputación no era menor problema, pues su talento para manipular a todos a su antojo, sobre todo a las féminas era indiscutiblemente asombrosa, jamás aceptaba un “no” por respuesta. Tanta fue su codicia que en muchas ocasiones pudo llegar al grado de tener ayuda de una de sus amantes más recurrentes sin que le preguntara la razón por la cuál buscara a otras, siempre con la excusa de que ella era la "única", se podría pensar que más bien que es un mutante  experto en el lavado de cerebro.

—Oh, querida Mayuri, viniste —exclamaba un rubio de camisa blanca ajustada a sus pectorales y pantalón negro al salir de la puerta donde se encontraba el cancerbero.

—Ah, hey…  —respondía desganada al ver que era Baek. 

—Venga, no te preocupes, el ambiente está aquí adentro —insistía al tocarle la mejilla coquetamente.

La castaña se hizo hacia atrás rápidamente y levantó sus manos en señal de que era suficiente —, b-bien, vamos, Ji Young debe estar esperándome.

Mientras ella proseguía a caminar hacia el guardia de seguridad, Baek escondía una sonrisa de satisfacción. Observó al guardia y le hizo una seña para que les dejara pasar, al agradecerle, dio unos golpecitos en el hombro como si estuvieran relacionados con anterioridad.

Luces de neón invadían desde la entrada hasta múltiples plataformas en las cuales había mesas. A la derecha de la entrada, se encontraba un pasillo largo que daba al bar en donde había una barra y más al fondo, una desviación hacia los sanitarios. A la izquierda de la entrada, un pequeño lobby que tenia escaleras hacia la pista de baile y el escenario del DJ.

—¡Oe! ¡¿Qué te parece?! El mejor ambiente para festejar mi cumpleaños, ¿no? — gritaba exageradamente al mover sus brazos al ritmo de la música, cosa que irritó a Mayuri.

—¡¿En dónde están los demás?! — preguntaba al verlo fijamente a los ojos y detenerse en medio del recibidor.

—Ah, no te preocupes…  preparé una habitación privada en uno de los balcones para poder beber todos tranquilamente, ¿vamos?

—¿Un cuarto en un nightclub? Tengo entendido que estos lugares son para bailar entre más gente, ¿por qué habría que rentar un lugar aislado?

Al notar que se había descubierto, intentó remediarlo con una risa exagerada —Jajaja, no, no tengas delirios de persecución… este lugar es seguro, únicamente fue por comodidad de todos, además soy tu compañero de trabajo y jamás permitiría que algo te sucediera.

—<<Conociéndolo me da mala espina, ¿sería capaz de no hacerme algo? >> —, pensaba al refutar inmediatamente con desprecio. Su rostro inconscientemente mostró su desaprobación, por lo que el rubio suspiró.

—Vale, vale… sé que no te caigo bien pero, creo que deberías darme al menos una oportunidad ¿no lo crees? — replicaba seductoramente al rozar su cuello con las yemas de los dedos. Sin represión alguna, la joven lo tomó fuertemente por la muñeca para retirar burdamente su mano.

—Preferiría esperar aquí en el lobby hasta que Ji Yeong me responda, le voy a…

—¡Mayuri! Espera… vamos a sentarnos entonces y pidamos algo en lo que llegan. No es nada caballeroso de mi parte tenerte de pie y sin alguna bebida, insisto —ofrecía al guiarla a una mesa.

—Supongo que no está mal pero, de verdad… necesito hablar con ella.

Baek rechinó los dientes y frunció el ceño, agachó su mirada y suspiró profundamente para después devolverle una sonrisa que no transmitía confianza —entiendo, entonces si quieres hacer una llamada, te recomiendo ir al baño. Si gustas te acompaño hacia allá y me quedo en el bar esperándote con nuestros shots.

—Si así fuera, preferiría que te quedaras solo en la barra —. Sin más que decirle, se dirigió a los sanitarios.

Al llegar, espero frente al lavamanos y marcó varias veces al número de su compañera pero no había respuesta alguna <<qué extraño, desde hace días no me responde el teléfono ni los correos>>. Suspiró fuertemente y llamó a otra persona.

—Kim, gracias al cielo que me contestas, oye… ¿vendrás al cumpleaños de Baek?

—¿cumpleaños? —preguntaba extrañado el chico del otro lado del teléfono —, tengo entendido que Baek no iba a realizar nada, conociéndolo quizás esté tras de alguna mujer, ¿no me digas que ahora eres tú? .

—¡¿Qué?! Ji Yeong me pidió que viniera a acompañarla a este maldito evento, además había más gente cotilleando sobre ello— replicaba irritada.

—Mayu, Ji Yeong se encuentra en el extranjero, ¡¿no lo recuerdas?! Y sobre lo otro, lo siento... Jamás me enteré...

Sorprendida, quedó sin habla por unos segundos… nadie le había dicho, ni siquiera Ji Yeong… apretó el teléfono y rechinó los dientes. El pecho le dolía y lágrimas contenidas le quemaban sus ojos, sentía que se habían burlado de ella.

—Mayu, ¿sigues ahí? —insistía el hombre preocupado.

—S-sí, no te preocupes. Lamento haberte importunado, nos vemos luego —decía rápidamente al cortar la llamada. Apoyó su frente en la pared, inhaló profundamente y limpió sus lágrimas.

—<<Si quiere ganar sucio, entonces pido la revancha. >> —se decía a sí misma al levantar sus ánimos. Su mirada cambió, su semblante mostraba indiferencia, intentaría pensar en un plan para alejarse del individuo que que quería humillarla.

Con pasos seguros y fieros, se contoneó al pasar nuevamente por el pasillo donde estaba el bar. Esporadicamente, su mirada chocó con uno de los jóvenes que estaba platicando con una chica rubia. A pesar de que él ambiente era muy oscuro, el contraste de sus ojos cerúleo se hacía notar como si tuviesen alguna clase de energía luminiscente que emanara de ellos.

Admirada, se preguntó en cuántas ocasiones le había sucedido esa escena, aunque esta vez sentía que era diferente. ¿Amor a primera vista? Reflexionaba al sentir un punzón en el pecho mientras se decía a sí misma cuánto amaba esa casualidad y ese tipo de color de ojos… o quizás no tanto el color, sino lo que reflejaban. Sonrió suavemente mientras disfrutaba un pequeño escape de aquel estrés.
Un remix suave y dulce entre jazz y swing hacía eco en el sitio, acoplándose a sus divagaciones, desgraciadamente su viaje por las nubes no duró, fue interrumpida cuando una voz irritante la llamó, incluso la castaña podía apostar que escuchó claramente que esa persona hizo rechinar un disco al quitarlo, haciendo que la canción se interrumpiera y volviera en sí. El rubio se encontraba sosteniendo dos bebidas mientras la esperaba con una sonrisa.

—¿Qué pasa? No te ves muy bien, por cierto ¿te respondió? —cuestionaba un poco sudado, haciendo como si no hubiera pasado nada.

—Nada, sólo me gustó la canción pero la echaron a perder... En fin... Esto es una emboscada, ¿no es así, Señor Sang? —reprochaba al sonreír sarcásticamente al cruzarse de brazos.

—No, Mayu, bueno… yo… —balbuceaba al verse descubierto.

—Venga, jamás creí que sabrías que la piña colada es mi bebida favorita, estás ganando puntos — bromeaba con una sonrisa de oreja a oreja —. Ji Yeong no me respondió, por lo que no debe de tardar así que, vamos a esperarles en el lobby.

Desconcertado, asintió y la siguió.

No muy lejos, encontraron un lugar, se sentaron frente a frente y sin decir una palabra por un buen rato, el rubio quiso romper el hielo —. V-veo que no has tomado ni un poco, ¿no tienes sed? El ambiente aquí es un poco sofocante —decía al aclarar su garganta y desabotonar hasta el pecho su camisa, dejando al descubierto un tatuaje de un león minimalista.

La castaña se recargó con el codo y apoyó el mentón sobre su mano izquierda, con la otra comenzó a jugar con la pajilla que estaba al borde de la copa.  

—Sí, hace mucho calor, entonces…  ¿qué le parece si dejamos a los demás colgados y vamos a disfrutar solo usted y yo? ¿Le gustaría, Señor Sang? —preguntaba juguetonamente al sonreír tenuemente. Sorbió un poco de la bebida alcohólica, el sabor era fuerte y un tanto extraño, suspiró —. Creo que en este lugar el barman no sabe preparar las cosas.

Anonadado, frunció el ceño y replicó —. T- tú no eres de aceptar tan fácilmente, ¿qué escondes?  —su comportamiento inseguro era un incentivo para Mayuri, quien sonrió maliciosamente.

—¿Qué? Pero si no estoy haciendo nada, ¿no era lo que querías escuchar, Baek? — comenzaba a reír —la verdad es que sólo me he hecho la difícil contigo, siempre me has gustado…

El rubio tragó saliva y abrió los ojos sorprendido, sonrió victorioso y se acercó un poco más a la castaña, quien se alejó levemente para no quedar a una distancia tan comprometedora. —¿Estás hablando en serio, muñeca? — coqueteaba al querer acariciar su cabello.

MC soltó una risita y habló con un tono golpeado de obviedad al recargarse en el respaldo de la silla y tomar con ambas manos su copa —¡Por supuesto que no estoy hablando en serio! Ni muerta estaría interesada en un parásito como tú… ¿crees que soy una tonta, no? Aunque, te aplaudo… no sé a cuántos compraste para hacer tu movida.

En ese momento, iba a dar un sorbo a la piña cuando gentilmente alguien se interpuso entre sus labios y la pajilla, ocasionando un beso accidental en el torso de su mano.

—Cariño, con que aquí estabas… —exclamaba melódicamente una voz conocida que la congeló, era la primera vez que escuchaba esa expresividad en ella, por lo que volteó lentamente para encontrar su mirada. La persona a su lado no se lo permitió, ya que se acercó a su oído y musitó—. ¿sabes? Yo que tú no bebería eso, la basura que está frente a ti la adulteró con droga —. Delicadamente le quitó la copa y aventó bruscamente el líquido en la cara del rubio.

—Tú… eres el de hace un rato... ¡¿qué quieres aquí?! No interrumpas, hijo de perra—gritaba Baek fulminante al levantarse de su asiento y azotar sus manos en la mesa.

—Hmm, ¿qué no te lo dije? —decía burlonamente al abrazar a la castaña por los hombros —…estaba esperando a mi novia y pues… aquí está.



...Hasta aquí mi reporte uwu Disfruten uwu










ESP -MYSTIC MESSENGER -Je te promets! (Te prometo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora