Un sabio dijo: "A veces es mejor perder y hacer lo correcto, que ganar y hacer lo incorrecto".
El público rugía dividido gritando Sai o Sasuke dependiendo de su favorito. En el palco principal Itachi se acercó a la baranda con una pequeña sonrisa para dar inicio a la carrera. Abajo se acercaron Sasuke, con su mirada desafiante incrustada en una pelirrosa que apenas se veía detrás de su hermano, unos ojos fríos que la atravesaron y la hicieron temblar aún más. También se acercó Sai quien observó a todos, apretó sus labios e hizo una elegante inclinación.
Itachi levantó la mano y el sitio fue quedando en silencio, solamente se escuchó su voz cuando por fin gritó y la carrera dio inicio.
Sasuke inició a azuzando con la fusta a Aoda que partió en primer lugar. Aunque Sai simplemente apretó los flancos de su bayo este reaccionó también con brío.
Cuando terminó el rodeo ya los caballos iban empatados, los espectadores gritaban aún más emocionados en contraste con el palco que permaneció en tenso silencio. Sakura cerró los ojos, inspiró y soltó el aire fuertemente, su amiga le tomó la mano y se la apretó levemente.
En el campo Sasuke se desesperaba viendo que no tenía ninguna ventaja, cada vez que veía su lado el caballo de Sai parecía superarlo. Carreras como esta las habían hecho costumbre a lo largo de los años, nunca una motivada por la rabia como ahora, pero si por el espíritu competitivo, y a través de todo ese tiempo, sin importar quienes participaran, el ganador hasta ahora invicto había sido Sai. Ese hombre siempre tuvo una amistad con sus caballos, parecían como una extensión de su cuerpo, como si fueran parte de una de sus pinturas y simplemente cobraran vida para su creador.
Era injusto, cada galope con el que iba rebasándolo era injusto.
Él era el que había sido traicionado, él era el que sufría y no dejaría que Sai ganara aunque se le fuera la vida en eso.
Cuando ya sólo podía ver los cuartos traseros del caballo de Sai decidió que iba a sacar su as de debajo de la manga. Él conocía un atajo por la montaña y dado que las reglas sólo dictaban que ganaba el primero que llegara sin importar el camino, sería una victoria justa. Lo malo era que Aoda ya estaba agotado por la carrera a velocidad que había mantenido hasta ese momento, pero desde el inicio en la mente del azabache estaba solamente la meta.
Empezaron a ascender, Aoda se rehusaba, sudaba profusamente por el esfuerzo pero Sasuke mantuvo firmemente su gobierno con cada latigazo. Era consciente de que era muy duro pero no tenía otra opción.
‹‹Perdóname, Aoda››
Ya casi llegaban a la cima, los cascos resbalaban por el terreno pedregoso aunado a la nieve. Un grito más de Sasuke junto con un golpe, el animal se encabritó pero como siempre respondió a los deseos de su amo y, por fin, coronaron la montaña.
--------
El hipódromo bullía de actividad, aunque los jinetes habían partido por casi dos horas, las personas no iban a irse sin saber el resultado de la carrera.
El grito de un joven que corría presuroso despertó a todos del letargo de la espera.
—¡Ya viene el primer jinete y es Sasuke-sama!
Las voces se transformaron en exclamaciones, la gente salió a trompicones del lugar para recibir al ganador mientras el corazón de Sakura caía en picada.
Sasuke se veía exultante, se bajó del animal para ser absorbido por todos sus fanáticos que lo rodeaban con reverencia. Se permitió ser palmeado y con cada alabanza su orgullo, en otrora magullado, se restauraba.
El encargado de las caballerizas hizo su aparición de inmediato acompañado por un viejo veterinario y sus ayudantes, ellos fueron los que recibieron a un Aoda sudoroso, desgastado, jadeante y con espuma en su hocico.
Itachi, tan observador como siempre, miró con dolor la escena que se reproducía detrás de su hermano. Dio un puñetazo a la baranda, nada propio de un hombre que jamás pierde sus estribos, dio media vuelta y salió del sitio sin mediar palabra con las chicas o los otros F4.
-----------
Diez minutos después llegó Sai, ya no había curiosos afuera, sólo Sakura estaba en la puerta del hipódromo. Él le sonrió y ella le respondió. Se bajó de su querido bayo felicitándolo y agradeciéndole por su esfuerzo. Tomó las riendas y lo condujo a las caballerizas con la ojijade a su lado.
—Es un caballo hermoso.
—Su nombre es Estrella del norte —ella sonrió dulcemente— ¿Te gustaría guiarlo?
—¿Puedo?
Sai le pasó las riendas —Primero debes darle un par de caricias así para que te tome confianza —suavemente él pasó sus dedos desde la frente del caballo hasta su nariz— Estrella siempre ha sido mi consentido pero le caerás bien porque se derrite con las mujeres hermosas.
Ese comentario hizo reír a Sakura. Ella, un poco tímida pero resuelta, acarició al animal y este se deleitó con el tacto de la chica.
—Ahora si tira suavemente de las riendas y verás cómo obedece dócilmente.
Así lo hizo, fue un camino agradable con la noble bestia a su lado. Cuando lo dejaron para que descansara volvieron a agradecerle y le dieron más mimos.
---------
Al otro lado Sasuke miraba impotente a los que atendían a Aoda.
El veterinario terminó su examen, se acercó a su empleador e hizo una reverencia mientras le daba el dictamen —Lo siento señor, no podrá volver a correr.
Un nudo se instaló en la garganta del azabache, sus ojos se aguaron pero no dejó que se derramara ni una sola lágrima.
—No, tiene que haber algo que se pueda hacer —como el anciano seguía inclinado en frente él lo agarró y empezó a zarandearlo— ¡Haz algo... te estoy ordenando que hagas algo!
—Lo siento, joven amo —cuando lo soltó volvió a inclinarse aún más doblado, Sasuke guardó silencio y el mayor aprovechó para alejarse.
El Uchiha trataba de que entrara el aire a sus pulmones respirando por la boca pero el oxígeno se negaba a fluir.
—Podrás haber ganado este juego, pero perdiste la carrera —la dura y triste voz de su hermano sólo empeoró las cosas— Espero que hayas aprendido algo hoy, querido hermano. Si no es así, Aoda sufrió para nada.
Le dio una palmada de apoyo en su espalda y lo dejó sólo.
Sasuke se recostó en las rejas y se dejó caer hasta el suelo. Enterró su rostro entre sus brazos y se permitió sentir el dolor.
Feliz Navidad y muchas bendiciones para este nuevo año.
Gracias por leerme :)
ESTÁS LEYENDO
BOYS OVER FLOWERS
FanfictionEl dinero y el poder no son la felicidad, esta sólo la encuentras en los pequeños momentos de amor que vives con tus seres queridos llámense familiares, amigos o con esa persona especial, que aunque conoces menos que a todos ellos, esperas que pase...