Capítulo 24

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Konan estaba de pie en una de las salas de la mansión Uchiha. Vestía aún el uniforme del colegio ya que se había dirigido directamente allí después de clase, apretaba fuertemente el asa del maletín, tenía su rostro hacia el suelo para mostrar su respeto y por estar atemorizada ante el líder de los F4 (o al menos eso quería que él pensara porque realmente esbozaba un pequeña sonrisa, siempre había querido ver el sitio donde vivía el chico, cuando dijo el nombre de la pelirrosa y las puertas se abrieron uno de sus más profundos sueños se hizo realidad).

—Yo... bueno, yo... —alargó la última silaba hasta que se perdió su sonido.

—¿Vas a hablar o no? —Sasuke estaba de espaldas a la chica mirando por uno de los ventanales.

Todo el tiempo parecía que su mente era un hervidero de ideas pero al escuchar el nombre de la ojijade todo su cuerpo y mente se habían transformado en un volcán a punto de explotar por todas las emociones encontradas.

Se aclaró la garganta y brotó una dulce vocecilla —Llevaba un tiempo sintiendo a Sakura diferente pero... mmmm... pero a pesar de su distanciamiento no... no creo que ella haya hecho eso que dicen.

—¿Y?

—Pude averiguar el sitio donde ella... ya sabes... donde pasó "eso" —el azabache por fin se volteó para mirarla— Yo quisiera que fuéramos juntos para tratar de averiguar la verdad.


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Naruto y Shikamaru visitaron varios establecimientos especializados llevando consigo la mejor fotografía del hombre. Gracias a que cada artista tatuador tiene su estilo particular utilizaron sus billetes para que los fueran guiando hasta la fuente del mismo, con más dinero aún consiguieron al menos un nombre y un bar donde era cliente regular.

Que el dueño del sitio los atendiera fue aún más sencillo, sólo sus nombres y apellidos se necesitaron como tarjetas de entrada. En escasos minutos pasaron de la portería del elegante lugar a la sala VIP donde los recibía el gerente.

—Es muy complicado —dijo el hombre mayor que hablaba con ellos.

—¿Complicado? Escuchamos por allí que siempre está frecuentando este sitio —sonrió el rubio pero miraba fijamente al hombre de manera fría y calculadora.

—Ehhh... si, pero no podemos darles datos personales de nuestros clientes.

—Entendemos que si nos entrega dicha información perderán algo de credibilidad por la reserva que tienen con los que visitan el local... —Shikamaru también estaba fijo en dicho hombre y mucho más serio de lo normal.

—Gracias por entender la situación, Shikamaru sama —sonrió el gerente amable.

El Nara sonrió de medio lado y ladeó su rostro —Pero si decide no cooperar nos encargaremos de que su negocio quiebre —la declaración del pelinegro fue apoyada por un ligero movimiento de cabeza del rubio— ¿Qué opina de eso?

—¿Qué? —la cara del mayor se puso seria y palideció de inmediato.

—Vi que justamente cruzando la calle están vendiendo un local, ¿qué tal si lo compro y corro el rumor de que los famosos F4 siempre lo visitan porque es mejor que el suyo? —Shikamaru cambió su posición en la silla inclinándose para que el tipo mirara el oscuro futuro de su negocio en sus ojos.

—Yo le pongo dos semanas a este bar... no, creo que podíamos arruinarlo en una si nos ponemos realmente serios, ¿quizás un rumor en Facebook de que aquí no nos trataron bien? —añadió Naruto haciendo énfasis con sus dedos al mostrar primero el número dos y luego el uno.

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