Capítulo 20

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El tiempo es una burbuja de jabón. Una muy grande. Esa clase de burbujas brillantes y maravillosas que nos esforzábamos para atrapar cuando éramos niños, en el momento en que lo lográbamos y por fin la teníamos en las manos nos tocaba aprovechar ese instante porque con cualquier movimiento se reventaba. El tiempo es incontrolable y pensar que lo tenemos a nuestra merced es sólo mera ilusión.



Los días en el colegio pasaron, tres de los F4 en sus clases particulares fijaban su atención al docente de turno. Sasuke mas pensativo que de costrumbre. A Sai pareciera que se había llevado el viento, no se comunicaba con ellos, no iba al refugio, no quería contestar su celular. Ellos ya estaban preocupándose pero ya sabían que eso sucedía cada vez que Fū reaparecía en sus vidas.

Sakura metida en su rutina iba a clase y luego luchaba por sus sueños en medio del agua de la piscina. Ella también lo había pensado, como no había vuelto a aparecer junto a sus amigos ella iba a "su balconcito" para tratar de encontrarlo. Luego de dos días sin verlo fue hasta el claro del bosque donde lo había visto la primera vez y efectivamente lo encontró abstraído en un lienzo. Alcanzó a dar dos pasos en su dirección pero sus pies se anclaron al suelo cuando observó sus oscuros ojos mojados. Entrar en esta burbuja de dolor habría sido invasivo así que decidió regresar por donde había llegado recogiendo sus pasos mientras lágrimas descendían por sus mejillas.

Un corazón destrozado al parecer es algo contagioso.

Al día siguiente cuando llegaba al polideportivo se encontró la sorpresa de una hermosa y elegante mujer peliverde que la esperaba.

— Fū... hola —la pelirrosa se sonrojó y su voz salió extrangulada, demasiadas emociones al mismo tiempo— Yo... hola... no esperaba verte aquí.

Con una sonrisa triste saludó a Sakura —Quería verte por última vez, vine a... despedirme.

—¿De verdad ya no vas a volver?

—Así es.

—¿Cuándo vas a irte? —el tono de voz de Sakura revelaba la tristeza.

—Mañana.

La ojijade abrió la boca en un suspiro contenido —Es... es muy pronto, ¿no? —agachó su rostro— No he podido pagarte todo lo que has hecho por mí, estoy en deuda contigo.

—Me voy a molestar contigo si sigues diciendo esas cosas —dio un paso más hasta Sakura, le tomó el rostro y se lo levantó para que la mirara directamente —Te considero mi amiga y... se que vas a cuidar a Sai por mí.

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Afuera del complejo deportivo un pelinegro pasaba para irse a casa cuando reconoció el vehículo y el chofer que se encontraban allí. Le hizo un leve saludo al empleado y se volteó sopesando a donde se encontraría la modelo.

Entró al recinto atraído por dos voces femeninas que reconocía, se habían sentado una al lado de la otra, charlaban muy serias hasta que la pelirrosa se levantó y luego se arrodilló ante la otra chica. Entonces Sai decidió observar y escuchar la escena desde lejos.

—Sakura, ¿pero qué estás haciendo?

—Yo he sido tu admiradora desde hace mucho tiempo —le era inevitable derramar lágrimas por todas los sentimientos que quería expresar— Así que entiendo por qué tomaste esta determinación, pero aún así te ruego que no te vayas, por favor no lo hagas.

Fū respiró profundo antes de hablar —Levántate ya Sakura.

—Yo sé... yo sé que no soy nadie para pedirte esto, no hay razón para que me escuches...

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