El dinero y el poder no son la felicidad, esta sólo la encuentras en los pequeños momentos de amor que vives con tus seres queridos llámense familiares, amigos o con esa persona especial, que aunque conoces menos que a todos ellos, esperas que pase...
Hinata al ver el comportamiento de su amiga notó de inmediato que le había pasado algo malo, entre ellas no necesitaban de palabras ya que la unión que tenían desde pequeñas casi las hacía hermanas.
La pelirrosa miraba hacia el cielo en la puerta del local cuando la pelinegra no pudo soportar más su silencio.
—Sakura-chan, ¿quieres contarme? —la chica negó con la cabeza y le mostró una sonrisa triste— Esos F4 no tienen derecho de ser tan malos.
—No todos lo son.
—¿Hm?
—Hay uno que es diferente de los demás —Sakura no quiso contarle más a su amiga porque eso implicaba hablarle del ataque, suspiró profundamente y cerró los ojos recordando unos ojos negros que la salvaron del peligro.
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Iba en su bicicleta al salir de Ichiraku cuando observó al chico en el que había pensado toda la tarde en frente del aviso de una modelo, pero no cualquier modelo, se trataba de su heroína, la mujer a la que ella deseaba parecerse, hermosa, inteligente, arriesgada, con una carrera profesional asegurada y quien siempre escogía forjarse su propio camino según sus reglas: Fū Nanabi.
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Sai estaba plantado enfrente del afiche publicitario dibujando lentamente y con delicadeza el contorno del rostro de Fū, parecía como si estuviera pintándolo con el suave roce de sus dedos, era una adoración que Sakura no pude dejar de ver extasiada.
—Realmente te gusta —dijo en un suspiro.
Su voz sacó al pelinegro del mundo que había creado en medio de su ensoñación.
—¿La conoces? —preguntó sin dejar de observar la figura de la modelo.
Sakura se bajó de la cicla para acercarse a admirar también la fotografía.
—¡Claro que si! Ella es mi modelo a seguir —ante tal declaración Sai despegó los ojos del cartel para fijarlos en la chica a su lado con una mirada que invitaba a que explicara su declaración— Todos necesitamos héroes, algunos los encuentran en el ánime o en doramas, yo la vi por primera vez en la televisión dando un discurso a cerca de por qué las personas con fama se deben al mundo —Sakura suspiró y el muchacho volvió a fijar sus ojos oscuros en el cartel— Desde ese entonces guardo todas las revistas que pueda donde aparece, sé todo sobre ella, su carrera en el modelaje y como quiere ser abogada para luchar por los derechos humanos. Ella va a ser cada vez más genial y espero que cuando se enamore sea de un príncipe o algo así.
—Es sólo una modelo —declaró molesto Sai por culpa de como lo hizo sentir la última parte que dijo ella.
Sakura no entendió la razón del cambio de actitud del joven así que continuó con su razonamiento.
—¿Y qué? ¿Acaso Grace Kelly no era una actriz? Y luego fue una princesa. Fū Nanabi es tan hermosa que no me extrañaría que un príncipe europeo se enamore de ella a primera vista —esta comparación lamentablemente sólo empeoró el momento incómodo.
