BOYS OVER FLOWERS

Capítulo 12

Sasuke Uchiha se fue directamente hacia el refugio de los F4. Shikamaru y Naruto lo observaron pero fueron lo suficientemente astutos de no interponerse entre el pelinegro y su pésimo humor.

Se encerró en su salón de práctica, desenvainó su katana y empezó a destrozar todas las columnas de bambú dispuestas para él.

Cerró un momento los ojos y su mente volvió a repetir el instante en que Sai se acercaba por entre la multitud hacia Sakura, la forma en que ella lo miraba con una mezcla de sorpresa, agradecimiento, cariño y admiración.

—¿Por qué a mí no me puedes mirar así, molestia? ¿Acaso no te das cuenta de que deberías sentirse halagada? Has captado tanto mi atención que hasta me fijé en con quien te juntas —susurraba con rabia.

La pelirrosa lo había mirado con odio... demasiado odio saliendo de esos ojos color jade que lo perseguían hasta en sus sueños.

El día en que la llevó a su casa le dio hermosos regalos y ni así había cambiado su actitud hacia él.

‹‹¿Cuántas mujeres darían su vida por conocer mi casa?¿Cuántas quisieran que al menos las mirara?››

—¡Ahhh! —gritó frustrado cuando ya no tuvo que cortar y con furia tiró a kusanagui a un lado.

‹‹No todo en la vida se puede comprar››

Las palabras de la pelirrosa habían calado en su mente, aunque fue difícil entenderlas cuando ella las pronunció porque la atención de Sasuke estaba en ese momento centrada en sus labios... labios rojos u húmedos que lo hicieron pensar en la fruta prohibida.

—¡Eres una tonta, Sakura Haruno! —soltó con rabia hacia ella y, más aún, rabia hacia él por haberla humillado de nuevo.

Apretó sus puños hasta que se hicieron blancos y salió del lugar dando un portazo. Ya no le apetecía ir a clase, y cuando a él no le apetece algo, sencillamente no lo hace.

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Luego de varios días la vida de Sakura comenzó a ser relativamente normal a pesar de que su única amiga no había vuelto a asistir a clase. Todavía algunos continuaban siendo terriblemente desagradables, pero la verdad era que ella ni se daba cuenta, su mente estaba casi todo el tiempo enfocada en cierto pelinegro, sus ojos lo buscaban automáticamente en todas partes, en el restaurante, a la entrada del edificio central, cuando pasaba a lo lejos en su moto... siempre, siempre lo estaban buscando.

Lo malo era que comúnmente donde estaba Sai también rondaba el Uchiha pero para su sorpresa él simplemente empezó a ignorarla.

Aunque eso era lo más alejado de la realidad, ya que sus palabras, su rostro, su valor eran los que tenían constantemente distraído a Sasuke y, al igual que ella, sus oscuros ojos la buscaban constantemente por donde anduviera. Este hecho inexplicable lo hacía sentir furioso y frustrado. ¿Su explicación? Cómo era la primera vez en la vida que alguien le decía que no, esto le causaba simple curiosidad.

Así estaba en ese momento, en plena clase de deportes se encontraba sentado en un banco y con las manos cruzadas tratando de desenredar las sensaciones de ver a lo lejos lo que ahora denominaba como "molesta obsesión".

Sakura jugaba al baloncesto y en una media vuelta su cabello flotaba.

‹‹¿Cómo es posible que tenga el cabello de ese color?››

Ella sonreía luego de una cesta.

‹‹¿Por qué no me sonríe de esa manera?››

Pequeñas gotas de sudor perlaban su tez por el ejercicio.