Capítulo 13

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Deshacerse de los idiotas secuestradores era muy fácil, pero pensándolo bien, no lo haría esperaría a su jefe, después de todo lo estaban esperando. Solo eran 6 hombres, no habría problema de encargarme de todos ellos.

Observe a la hija de Athanasia desde lo alto del árbol, y sacó el cabello blanco, del perro blanco, pero su rostro y ojos eran una copia exacta de ella, si no fuera por el cabello creía que era Atty de niña.

Aunque sus ojos estaban apagados, no brillaban como los de su madre, como si no tuvieran vida, ¿será que sufrió, estos días, que llevaba secuestrada?, por su ropa se veía que era un tiempo, había rastro de violencia, en sus brazos, manos, no quería ver más allá porque por alguna razón me enojaba.

Quería rescatarla rápido y que regresará a donde pertenece, no sé qué era este tipo de sentimiento, como todo lo que relaciona a Atty, debería odiar a esa niña, porque era hija del Perro astuto, pero por alguna razón eso no me importaba, me pesa más el hecho que le pertenece a Athanasia, y eso era suficiente para querer ayudar a esa pobre niña.

Había otros niños allí en su misma situación, en tan mal estado que como estaba ella, o incluso mas lastimados, pero estaban alejados de ella.

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Tenía una inquietud, cada uno de esos niños secuestrados, poseían una cantidad de mana, considerable, ellos podrían ser magos si quisieran, ¿Por qué todos los niños tenían esa característica?, ¿Qué estaban tramando estos tipos? O era simple coincidencia. Era demasiado raro. 

¿Para qué querían niños con capacidades mágicas?, personas con habilidades para controlar el mana si se lo proponían. El ambiente se sentía tan sucio, estos tipos estaban relacionados con alguien de magia negra.

Estaba distraído que no me percate de la aparición de un hombre, con una capa negra, era el jefe, los otros hombres se inclinaron respetuosamente, su presencia me daba  una sensación amarga, su mana se sentía tan asqueroso. Ese hombre dejaba el ambiente lleno de magia negra, era peor que la Quimera.

-Maestro aquí están estos niños, incluso tenemos a la actual princesa del reino. Podrá absor...- lo interrumpió antes que terminara

-¡Callate¡, Son unos inútiles - dijo ese hombre desconocido mirando hacia donde me encontraba, él podía verme estaba totalmente sorprendido, me hice visible antes que pudiera escapar, y atrape a los otros, en una celda muy similar a la que estaban los otros niños, al jefe le lance una ola de mana para que no pudiera escapar.

Pero logró resistirla con una barrera, dejando magia negra por todos lados, los niños se veían afectados por la magia, tenía que pararlo, si no, esos niños morirían, ahh que fastidio el jefe sería un problema.

El idiota se reía mientras veía a los niños desvanecerse, maldito maniático.

-¿Quién eres?- le dije, si seguía atacándolo solo afectaría a los otros no quería acabarlo aún, tenía que saber cuál era su propósito, antes de capturarlo.

-Lo siento pero aún no debemos reunirnos Gran Mago Ancestral Lucas- ¿Cómo este idiota sabia de mi identidad? nadie sabía que era el mago ancestral, y aquellos que sabían estaban muertos o demasiado ancianos- Nuestra reunión no puede ser ahora- se preparó para atacar pero no iba dirigido a mí, lanzó un ataque hacia los niños antes que pudiera atacarlo a él.

Dejando atrás su asquerosa magia en todo el lugar, haciendo que todos se sofocaran, inmediatamente lance un hechizo de purificación

-Tsk maldito- sabia el idiota que no podía irme, ir detrás de él, porque dejo todo sucio.

Fue más astuto la maldita rata, levante una barrera en donde estaba los niños para que no se vieran afectados por la magia que aún quedaba, pero la princesa esta más retirada de ellos, al dirigirme a ella, la maldita rata regreso, que demonios pensaba, me estaba provocando,

- Le dejaré un regalo a tu amada – toco la frente de la princesa, antes que pudiera reaccionar y la niña cayó inconsciente, un niño grito su nombre. Amaré dijo.

Le había colocado una maldición, no pensé que haría tal cosa, ¿y que es eso de mi amada?, ¿Cómo demonios sabe de mí?, me acerque a la princesa para ver su estado y retirar la maldición, pero el niño seguía gritando su nombre.

-Oye mocoso cállate, la salvaré a si que guarda silencio- dije sin voltear a ver

Había cambiado demasiado, antes no me importaba nada, y ahora, protejo a niños desconocidos, en lugar de ir de esa persona peligrosa, la edad me estaba afectando, y me hacía más blando. O es el anhelo de enseñarle a alguien todo lo que me enseño mi maestro. No quería dejar que sus enseñanzas se perdiesen, tal vez podía hacer un viaje, y encontrar a un niño que quisiera ser mi aprendiz, y que tuviera habilidades sobresalientes, la pequeña princesa no podía ser.

A pesar de tener una madre y un abuelo con grandes cantidades de mana, ella había salido sin tanto, podría llegar a convertirse en maga pero sería una más del montón.

-Veamos- dije en voz alta

- Mamí no me abandones, no pelen- Dijo la princesa en un susurro, parecía un sueño, la maldición tenia que ver con sus sueños, no pude quitar por completo su maldición, por sus sentimientos negativos, la maldición se estaba alimentando de eso. Solo se podía romper cuando dejara de tener miedo, lo único que podía hacer por el momento por la princesa era darle un mejor sueño.

- Maldita rata, cuanto te encuentre me desharé de ti- no podía dejar libre a ese hombre, si sabía mi identidad, y sabe quien me importa, va tras de mí, o yo estoy en su plan.

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Quite la barrera para sacar a los niños, una vez que limpie todo este lugar de la magia negra. El niño que grito su nombre corrió hacia la princesa preocupado y se arrodillo y me miro intensamente.

- No le haré nada, ¿Quién crees que los rescato?- dije me sorprendí al ver al niño tenía ojos rojos, y su cabello café, no había conocido a otras personas con mi mismo color, rosas, violetas, pero nunca rojo intenso, por alguna razón mi corazón palpito, no tenía ningún hijo perdido, estaba totalmente descartado, tal vez un descendiente, de los que alguna vez fueron mis hermanos.

Su mana parecía sellada, era muy extraño, su maná se sentía muy similar al mío, ¿podía usar magia a su edad? Por eso sellaron su magia.

-Señor la princesa Amaré, está sufriendo- dijo el niño preocupado

-Lo haré no tienes que decirlo niños, por algo me deshice de todos, esos idiotas-le dije arrodillándome en donde estaba.

-Le faltó uno-dijo el maldito mocoso

-Tch maldito mocoso que impertinente- por eso no me gustan los niños, troné los dedos y sane las heridas, de todos los niños sus moretones y cortadas desaparecieron todos estaban sorprendidos como si fuera la gran cosa, pero la princesa no se vio afectada, primero tenía que lidiar con la purificación de todo el maldito bosque, parecía que se parecía más a su madre que le encanta ensuciarse y eso afecta su maldición.

Maldita curiosidad me dio más trabajo, apenas despierto y tengo que lidiar con esto.

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IndecisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora