-¿Enserio, me vas a hacer la ley del hielo?- pregunto Obito qué llevaba siguiendo a Madara por toda la sala, desde hace casi ya, treinta minutos. Indra los miraba sentado, sin prestar verdadera atención, se quedó traumado pensando en cómo su plan fue un fracaso.
-Ya deja de seguirme... ¡Solo estoy pensando!- Madara se recargo en el regazo de Indra, este lo recibió sin protestar y empezó a jugar con su cabello, aún en shock.
Obito suspiró aliviado cuando dijo eso, y se sentó con ellos dejando caer su rostro en el hombro del Otsutsuki, este le respondió inclinando su cabeza sobre la suya. Sin apartar sus dedos del cabello de Madara. Obito lo miraba extrañado, llevaba mucho tiempo sin hablar -¿Qué te pasa a ti?.- Pregunto a Indra.
-Algo... algo me salió mal... A mi... - Dijo con voz entrecortada.
-A todos nos pasa- dijo Obito.
-A mi no...
Lo afirmó. Desde la cena Indra, había murmurado algo sobre un fracaso, en realidad ya lo sabía pero debía estar seguro. -¿Estás hablando de la cena?... ¡Sabía que tenías algo que ver!- Madara se levantó abruptamente de su regazo -¡Tu planteaste todo!
Indra se puso rojo mientras negaba con la cabeza, se había echado de cabeza solo. Madara se fue a su habitación para llamar a su engañado novio y Obito solo se quedó riendo mientras consolaba a un chibi Indra que no salía de su trauma mental sobre 'No soy perfecto'.
Madara entró a su cuarto cerrando la puerta mientras escuchaba las risas de la sala. Sacó su teléfono y marcó un número. "¿Hashirama?... ¿Puedo ir a tu departamento? Tenemos que hablar"
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-¿Seguro que estás bien? No creo que Madara te termine por algo así. - Trato de animar a su desolado hermano.
-Ni yo... ¿Hace falta más que una pelea inmadura para destruir una relación, no?- Hashirama se trataba de convencer a sí mismo de lo que acababa de decir.
-Cierto...- lo interrumpió el teléfono de Hashirama cuando lo escucharon sonar, este contestó. Se puso más alegre cuándo escucho a su amor del otro lado, aunque aún le preocupaba un poco lo del restaurante, le preocupo más cuando pidió verlo en su departamento ¿Será que quería terminarlo a domicilio?
Ashura que se pegó la oreja al teléfono de Hashirama, escucho perfectamente todo, se levantó listo para irse, cuando escucho sobre la visita -Bueno supongo que tengo que irme Nii-san- se despidió. - Ya hablaremos luego, te veo mañana- Hashirama asintió para acompañarlo a la puerta.
Madara salió de su casa, esquivando las preguntas sobre a dónde iría a parar, tomó prestado el auto de su padre y condujo hasta el departamento de Hashirama.
Cuando estuvo ahí, subió en el elevador al piso de Hashirama. Frente a la puerta de él Senju, la tocó. Preguntándose que le diría.
Hashirama se levantó rápidamente de él sofá donde yacía sentado, a abrir la puerta, cuando lo hizo, Madara iba a decir algo pero fue interrumpido por una serie de extensas disculpas de Hashirama.
-¡Madara! Lo lamento, me deje llevar por tu mocoso...- Madara lo interrumpió cuando se inclino y presionó apasionadamente sus labios contra los de él.
Hashirama le correspondió de la misma forma, atrajo más a Madara contra su propio cuerpo, al igual que sostenía con fuerza sus caderas. Las piernas del azabache subieron enganchándose alrededor de la cintura del mayor, este lo guio a la sala de estar para suavemente dejarlo caer sobre un sofá, Hashirama se monto arriba de él apoyándose sobre su mano, para situar sus rodilla entre los muslos del azabache.