𝐜𝐚𝐭𝐨𝐫𝐜𝐞

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-¿Cuándo te vas?- Pregunto Butsuma a Hashirama.

-Hoy en la tarde, regreso más tardar el viernes-. Contestó empacando su ropa. Butsuma asintió.

-Confío en ti, para tratar con ellos-. Butsuma empezó a ayudarlo.

-Por cierto ¿De qué querías hablar conmigo?- Pregunto Hashirama para volverse a él. -Dijiste que era importante.

-Ah si, hijo. Los Uzumakis vienen a la ciudad.

-¿Y eso?

Butsuma encogió los hombros, aparentando no saber nada -Creo que vienen de visita.

-Mmm ok, bueno me voy- Hashirama tomó su maleta en manos -Nos vemos el viernes padre- se preparó para irse pero el llamado de su padre lo detuvo.

-Espera Hashirama, cuando estén aquí deberías pasar un tiempo con ellos-. Dijo Butsuma, Hashirama levantó una de sus cejas.

-¿Son inversionistas de la empresa?-. Pregunto, realmente curioso.

-No, pero quería...

-Si ese es el caso, no tengo tiempo.

-Escúchame Hashirama, he estado hablando con Ashina y su hija de verdad...

-No estoy interesado.

-Claro, lo entiendo, la empresa te tiene sin tiempo-. Dijo Butsuma sin saber que su esposa estaba escuchando su conversación, recargada en el marco de la puerta. -No tienes que empezar a salir con ella ahora, pero deberías darte un poco de tiempo para conocerla.

-Papá, déjalo, ya tengo una relación.

-¡¿Qué?!

-¡¿Quién es?!-. Hagane que se había mantenido expectante toda la conversación, exclamó. Completamente emocionada y buscando respuestas.

-¿Mamá?-. Ambos ignoraron a Butsuma que estaba casi dándole un paro cardíaco.

-¿Y bien? ¿Quién es Hashi?-. Siguió preguntando su madre al no recibir un nombre.

-¡¿Hashirama ¿Que estas diciendo?!-. Ahora fue Butsuma quien interrumpió a Hagane.

-No entiendo por qué reclamas papá, no te debo explicaciones sobre mi vida amorosa-. Contestó con simpleza, no quería decir el nombre de Madara, ya que le pidió que fueran lento, si se lo decía a sus padres querrían conocerlo, y tal vez su Maddy se negaría. -Solo hemos tenido unas cuantas citas y me siento más enamorado que nunca-. ¡Unas cuantas citas! Siempre está pegado a Madara, de hecho a descuidado su trabajo por el, una mentiría blanca no le haría daño a su padre.

-Hijo, piénsalo bien ¿Dónde la conociste?

-¡Cállate Butsuma! ¡Nadie te está hablando!- Hagane estaba enojada, le había prometido no presionar a Hashirama, y aún así lo hizo.

-Cálmense ambos-. Intentó apaciguar el ambiente, que se empezaba a mostrar -Y fue, en el club de Konoha.

-¡Con más razón! Debe ser una ramera cualquiera-. Butsuma sentía que en cualquier momento se desmayaría. -No me digas que una de esas te puso las garras encima...

-No, era un cliente, no una ramera- trato de calmarlos -No es como si me fuera a robar dinero como la zorra que te estas imaginando, ya tiene mucho dinero, no creo que le interese el mío.

Butsuma pareció calmarse, un poco, aún descontento. Pero era mejor que una ramera. -Bueno dices que ella tiene...- Hagane guardo silencio, si seguía presionando a Hashirama nunca le diría el nombre de su futura nuera, esperaría a que su hijo le dijera.

-Él.

-¿Ehhhhh?

-Es un él, es una persona tan buena, tan increíble... -. Butsuma se desmayo, y se dio un gran golpe en la cabeza. Hagane lo ignoró, ya se había deshecho del castroso.

-¿Y cómo es el? ¿Cuándo me lo presentaras?-. Hagane lo miraba con ojos brillantes, lo que más quería, era que su hijo encontrará el amor, sin nadie que lo presionara. Un amor sincero.

Hashirama lo pensó, su madre era muy diferente a su padre. -Se llama Madara-. Dijo sonriendo. -Él es increíble... Creo que finalmente he encontrado donde encajar...

El brillo en los ojos de Hagane creció -Eso es tan bueno hijo, Madara es un bonito nombre, no puedo esperar a conocerlo-. Lo tomo del brazo, y Hashirama tomó su maleta de una vez -Vamos a la sala y cuentame más sobre el -. Ambos salieron de la habitación, olvidando a Butsuma que aún estaba en el suelo tirado.

-Bien, pero sólo un rato, tengo que verlo en una hora.

-Bien, bien, dime ¿Qué le gusta comer? Así cuando lo conozca, podré preparárselo.

-Mmm... Inarizushi, le encanta... mucho.

-Perfecto, buscaré recetas, para cuando lo traigas a casa... ¿Lo traeras cierto?

-Bien...

––––––

-¿Eso quiere decir que te veré menos?-. Pregunto Hashirama mientras trenzaba el cabello de Madara, cual ya lo había regañado muchas veces por hacerlo.

-Solo es medio día-. Abrazo más el pecho en el que su rostro estaba recostado. Nunca lo admitirá abiertamente, pero, se le hacía imposible pasar casi una semana sin Hashirama, se había acostumbrado mucho a su presencia.

-Es mucho para...- Madara lo Interrumpió.

-Tu te iras por una semana, la escuela no es para tanto.

-Cierto-. Hashirama sonrió -Se que me vas a extrañar...

-Ya quisieras, mejor déjame dormir...

-Admítelo Mads...¿No lo harás?... ¿Mads?...- Por un momento había creído que hablaba en broma, pero no, si se había dormido. Le dio un beso en la frente y decidió unírsele, en unas horas tendría que partir al aeropuerto.

sé mi uchiha ; hashimadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora